Tema: Sir Alfred Hitchcock: revisando sus películas

Hace más de treinta años Truffaut decía acerca de MARNIE :

No es otra cosa que una obra maestra abortada, una empresa ambiciosa que ha sufrido errores en su desarrollo: un buen guión imposible de rodar, un reparto inadecuado, un rodaje envenenado por el odio o cegado por el amor, una gran distancia entre la intención y la ejecución, un estancamiento solapado o una exaltación engañosa. Esta noción de una "gran película enferma" sólo puede aplicarse, evidentemente, a directores muy buenos, a los que han demostrado en otras circunstancias que podían rozar la perfección.

Tras LOS PÁJAROS... Hitchcock quedó encantado con Tippi Hedren otorgándole el rol de la cleptómana y frígida Marnie, en el que había sido proyecto inviable del retorno de Grace Kelly a la gran pantalla
MARNIE se consideró obra menor peero el paso del tiempo la ha colocado en su justo lugar.
Al igual que en sus últimas pelis, las relaciones maternales son relevantes. En MARNIE,LA LADRONA sin tratar de ahondar en lo psicoanalítico,Sir Alfred vuelve a demostrar su poderío con la imagen.
Inicio estupendo con la secuencia paralela de una mujer a la que no vemos de frente... y denuncia de un robo con pinceladas de humor únicas en todo el metraje.La declaración del jefe (Martin Gabel) con los polis...descripción de la cleptómana,referencias laborales y demás.

Magnífica puesta en escena y tensión en el robo a RUTLAND...el silencio con la caída del zapato de la que ni se inmuta la empleada sorda (recordada E.Evanson en THE ROPE).El retorcido juego de Mark Rutland (Sean Connery) acabará obligando a Marnie bajo amenaza de denuncia.... a contraer matrimonio con él..dando lugar a la violación con el posterior intento de suicidio.

La bella cuñada (Diane Baker) intentará desenmascarar a Marnie.Louise Latham como la madre ... hitchcockiana total,con un trágico pasado que repercute terriblemente en la vida de Marnie.. comenzando por la relación entre ambas.


Última colaboración de Bernard Herrmann,con momentos musicales de nivel. A destacar la estampida de Marnie a lomos de FORIO con una terrible decisión a modo de alegoría:acabar con lo que más se ama.Desenlace con el trágico pasado descubierto y un brevísimo rol de Bruce Dern... shock decisivo en el crecimiento emocional de nuestra protagonista y grave error de la madre educándola.

Robert Burks una vez más inunda de luz la peli con efectos tan sencillos como el giro cromático cuando Marnie ve algo de color rojo. En el montaje George Tomasini fallecido poco después...consigue la medida idónea como en el interrogatorio/terapia de Mark a Marnie. Una vez más el lenguaje cinematográfico demostrando la importancia por encima del diálogo.

Con un falso final feliz.... los niños jugando en la puerta del hogar materno de Marnie.. inquietante y reflexivo.

8/10

Chorradillas...me gusta el amarillo





La nevera de la mami de Marnie es amarilla.

A mí también me gusta el amarillo:

Iniciado por tomaszapa

A mí también me gusta el amarillo:

No está nada mal. Hemos destacado el uso de los colores amarillo, blanco, rojo y verde.

A mi también me encanta el color amarillo:

Curiosa esta carátula de video resaltando el color amarillo en el personaje de Connery, el rojo de fondo y esas famosas escaleras tapizadas en... como no: ¡en rojo!. Y el color blanco para ella y el título... me encanta este cartel.

Es increíble el nivel de proliferación de vuestros hilos, muchachos, pero la dedicación y el resultado que tienen algunas reseñas son para enmarcar como un diploma en la pared. Y luego están las de Alcaudón, con pantallas a tutiplén y una puesta en escena exquisita -hubieses sido un gran director de cine-, tanto que empiezo a creer que Alcaudón es Banksy, o alguien al mando de un colectivo que realiza esas magníficas reseñas en algún lugar de Bangladesh deprisita...





pa todos

Yo soy el segundo mono, a mano derecha.

Iniciado por Twist

Hitchcock pretendía obtener de Hedren un registro interpretativo que oscilara entre la hostilidad y desasosiego de un animal atrapado y la inestabilidad de una mujer que no ha sobrepasado del todo una etapa infantil, inmadura en determinados aspectos y reacciones. Tal combinación habría de provocar una cierta incomodidad en el espectador al contemplar un personaje que tan pronto se muestra frío, calculador y seguro de sí mismo cuando ejecuta los robos o se enfrenta a sus posibles adversarios, como asustadiza, retraída y aniñada cuando busca el afecto materno, se vuelca en la sensación de plenitud que le proporciona su caballo, o siente repulsión por el sexo. La interpretación de Hedren de un personaje tan complejo y resbaladizo fue, si no brillante, sí fría y eficaz, lo que resultaba bastante adecuado para el papel.

Y yo en el cine, según estaba viendo la disneyana Frozen, no pude evitar contemplar los paralelismos entre el personaje de Elsa y el de Tippi Hedren en esa basculación entre sus momentos más cálidos (Marnie relajada con el caballo al principio) y los más fríos o tempestuosos. Al fin y al cabo, las dos comparten trauma de infancia. Hasta en la sexualidad del personaje animado existe un cierto paralelismo; si Elsa parece eminentemente asexual (la teoría es una hipótesis muy sólida, y rara en la imageniería de la compañía del ratón), Marnie tiene abiertamente una desazón que super a su "homónima" animada.

Marnie, la ladrona (Marnie, 1964)



Que el mismísimo Alcaudón, después de proclamar su pasión por el film, hermanándolo con Vertigo en su lista de preferencias, diga que Marnie es una “irregular pero bellísima obra maestra” me quita presión, porque precisamente mi primer calificativo es ese: “irregular”. No tengo claro de que se la pueda considerar una obra maestra, no desde luego si es por lo que me gusta a mí, pero entiendo que cuando calificamos un film (o una obra de arte del tipo que sea) de “obra maestra”, pretendemos decir algo que va mucho más allá de la valoración meramente subjetiva.

Marnie es, junto a The Birds, uno de los films de Hitchcock del que tengo un recuerdo personal más antiguo, ya que también la vi durante mi infancia en un cine de barrio. Supongo que el tema del film se me escaparía en buena medida en su día, sin contar que quizá sufriera algún recorte por acción de la censura. Y es que el argumento es sin duda el más escabroso y retorcido de toda la obra de Sir Alfred. Vista ya un montón de veces, cada vez me convenzo más de que el auténtico perturbado y enfermo es Mark, muy por encima de Marnie, que aparece más bien como una víctima, por mucho que demuestra una querencia cleptómana quizá sustitutoria de su relación con los hombres (si jugamos al psicoanálisis de pacotilla, que es lo que hace Hitchcock y su guionista). Como dirá al final de la película: “I’m a cheat and a liar and a thief, but I am decent”, algo que creo que Mark no podría afirmar (de aquí quizá el acierto de la elección de Connery, porque su manera de estar, de mirar, de sonreír, certifican un fondo oscuro realmente perturbador).

Mark queda claramente caracterizado en la secuencia de la cita sabatina con Marnie, en su despacho, a donde la joven se desplaza para hacer “horas extras” (o buscando quizá algo más), como un cazador. Es evidente que se equipara a Marnie, la presa, con ese jaguarundi que cazó Mark en Sudamérica y que conserva fotografiado.



En contraste, de su mujer conserva una vitrina con objectos precolombinos, por los cuales no parece sentir ningún aprecio, cuando durante la tormenta la rama de un árbol (momento que me recordó Poltergeist) atraviesa la ventana y los destruye (dejo a la imaginación de cada cual el simbolismo de la imagen, nuevamente de psicoanálisis de baratillo).



Es precisamente en ese momento, aprovechándose de la debilidad enfermiza de Marnie, cuando Mark la besa por primera vez, un beso posesivo, donde si acaso solo hay placer por parte de él. Marnie, no lo olvidemos, no soporta el contacto con los hombres, lo cual te lleva a pensar que es virgen a una edad que sorprende que lo sea, tratándose de una mujer bella (aunque, lo digo sin tapujos, a mí no me va Tippi Hedren en Marnie, con esos peinados en forma de tubo o de torre y con un palmo de frente a la vista).

La irregularidad del film, a mi modo de ver, radica fundamentalmente en el guion, que considero muy por debajo de sus obras maestras anteriores. Aunque Hitchcock consigue momentos de una belleza sublime, acompañado de la música magistral de Herrmann (sin su música, el film caería muchos enteros), a mí no me funciona ni la relación entre Mark y Marnie ni el retrato de la familia Rutland (a pesar de la juguetonamente perversa cuñadita, una Diane Baker irresistible) ni la secuencia de la cacería y el accidente mortal de Forio ni la secuencia final supuestamente catártica. Ciertamente, Hitchcock sabe utilizar los elementos visuales precisos para que la escena se te grabe en la memoria (la tormenta, el color rojo, las imágenes de pesadilla de la muerte del marinero, etc.), pero todo me parece demasiado forzado, desde un Mark reconvertido en psiquiatra de estar por casa a una Marnie regresando a su infancia, vocecita infantil incluida. Puestos a buscar catarsis psicoanalíticas, Mankiewicz salía mucho mejor librado en Suddenly, Last Summer. Si me tuviera que quedar con algo de ese momento clave sería la reacción final de la madre (magnífica Louise Latham), aunque resulta poco convincente como madre joven de Marnie: tengamos en cuenta que se dice que quedó preñada a los 15 años… porque quería una camiseta de baloncesto, y que cuando Marnie mató al marinero, la niña tenía unos 5 años: o sea, en esa secuencia Bernice debería tener poco más de 20 años: Latham sí da el pego de representar una mujer mayor (tenía poco más de 40 años), pero como jovenzuela no cuela (de hecho, durante mucho tiempo pensé que eran actrices distintas).



Alguno pensará que esta vez, a la Fletcher, he entrado con el vinagre a chorro. No del todo, mis críticas (y si no os gustan estas, tengo otras) no impiden que lo considere un buen film, pero creo sinceramente que Hitchcock no consiguió un resultado armónico. Demasiado retorcimiento, pero con sordina. Por ejemplo, la secuencia de la violación, que a mí siempre me produce un cierto mal de estómago. La luna de miel (o de hiel, quizá ) empieza con Marnie, embutida en esa especie de hábito de monja de clausura. ¡Cielos, pero si es abrirse la puerta y que me entre la risa floja!



Marnie está gritando que no quiere ser tocada solo con el vestido, y aun así Mark la acabará cazando un poco más tarde (eso sí, Marnie se ha puesto una bata algo más accesible, no fuera que Mark se “enfriará” desabrochando botones).



La mirada de Mark nos muestra una vez más que el depredador, el felino tras su presa, es él.



Luego, el intento de suicidio de la mañana siguiente resulta muy poco convincente, por motivos que ya se han expuesto.

Por supuesto hay momentos excelentes y un uso del color por momentos espectacular (y no me refiero a los destellos rojos, un recurso tan repetitivo y en cierta manera fácil como las rayas de Spellbound). Por ejemplo, me encanta la presentación de Marnie de espaldas, con el bolso amarillo y el pelucón negro y su posterior transformación en rubia.



O todos los momentos que implican a Strutt (en un registro que me recuerda al del empresario secuestrado de Family Plot). Por supuesto, la secuencia del robo en Rutland, una set piece que tiene vida por sí misma, podría aparecer en muchos otros films, es perfecta en su ejecución. O el largo travelling durante la fiesta, marca de la casa, aunque “copia” una secuencia igual de Notorious (supongo que lo de copiarse a sí mismo no tiene delito).

No me alargo, que ya dije que sería breve. En resumen, reconozco que, al igual que me pasa con The Man Who Know Too Much, Marnie es un film que con los años ha bajado en mi valoración. Personalmente, y con esto discrepo de la mayoría de opiniones, para mí sí hay un film posterior mejor, y es Frenzy. Ya lo discutiremos en su momento.

Para mí no tiene comparación con el remake insustancial de EL HOMBRE QUE....la madre que lo parió qué coñazo.
MARNIE es más y mejor.

En 1964, Alfred Hitchcock estrena Marnie, un thriller psicológico, protagonizado por Tippi Hedren (que venía de triunfar con su anterior film Los pájaros) y Sean Connery (que ya era toda una estrella, con sus primeros papeles de James Bond)



Marnie marca el final de varios colaboradores de Hitchcock, capitales en sus películas.

El compositor Bernard Herrmann (en su séptima colaboración), el director de fotografía Robert Burks (en su duodécima película con él) y el montador George Tomasini (que murió poco después de esta colaboración).

Quizá sea este uno de los motivos por los que las películas posteriores de Hitchcock fueron, con excepciones, bastante menores a la hilera consecutiva de obras maestras, que van desde Vertigo hasta la misma Marnie, la ladrona.
También se dice que Alfred Hitchcock sintió enormemente esas muertes, y cayó en una tristeza profunda, viendo como sus amigos y colaboradores iban desapareciendo.



El guión de Marnie se le encomendó a la escritora tejana Jay Presson Allen. Para dicha tarea se la trajo Hitchcock a California, para trabajar en los estudios de Universal.
Posteriormente a este trabajo, Allen se labraría una extraordinaria fama con los guiones de Los mejores años de Miss Brodie, Cabaret (por la que ganó todos los premios, incluido el Oscar) o Viajes con mi tía.



Jay Allen adaptó una novela del británico Winston Graham. Como era costumbre en Hitchcock, se cambió el escenario, de Inglaterra por los Estados Unidos. Y además, el final en la película, más optimista, distaba del final del libro.

La historia

Marian Holland consigue entrar a trabajar en una empresa, una consultoría fiscal, sin referencias, debido a sus encantos y posibilidades, con los que sedujo a su jefe, el señor Strutt. Pocos meses después, desaparece llevándose consigo 10.000 dólares.

Vemos a Marian cambiar de color de pelo, de identidad (usa varias tarjetas de la Seguridad Social, todas falsificaciones) y de ciudad.



Entre golpe y golpe (porque parece ser la tónica habitual, el “modus operandi” de esta ladrona), va a visitar al amor de su vida, su caballo Forio, con el único ser vivo con el que se siente plenamente realizada, y a su inválida madre, en Baltimore, a la que agasaja con todo tipo de lujos, buscando un cariño que no recibe por parte de ella.



Estando en Filadelfia, busca empleo en una editorial, bajo el nombre de Mary Taylor. Allí la descubre Mark Rutland, un rico viudo dueño de la editorial. Permanece expectante a la entrevista de trabajo de Mary (Marnie, en realidad) y a su sarta de mentiras y da su “ok” a la contratación. Mark siente curiosidad por el asunto, y también atracción por la preciosa mujer que tiene enfrente y que recuerda que fue la que atracó a Strutt.



A continuación, Mark iniciará un acercamiento cada vez mayor, y terminará casándose con Marnie. Vivirán algunos episodios traumáticos (como el intento de suicidio en el barco que les lleva de viaje de novios por los Mares del Sur, o la previa “violación” de Mark a Marnie –no olvidemos que es su esposa, sí, pero que Marnie practica sexo, sin prestar su voluntad, en esa especie de estado de trance en el que entra para evadirse de situaciones extremadamente angustiosas-) y finalmente, volverán a casa de la madre de Marnie, que es la que debe darle todas las explicaciones oportunas a su hija del por qué de su comportamiento con los hombres y en general, el trauma que la angustia desde pequeña y que la hace una mujer aislada, temerosa de todo e infeliz.

El elenco

Tippi Hedren, que estuvo soberbia en Los pájaros (ganó un Globo de Oro a la Mejor Promesa Femenina), repitió con alta nota su actuación en Marnie. Está magnífica, mostrándose independiente y fuerte, cuando hace falta, pero también cuando se rasca un poco, enseñando esa fragilidad y esa angustia que la hace vivir sola e itinerante todo el tiempo.
Hedren era una actriz con gran belleza, pero también con gran talento. Lo mismo servía para el drama, que también tenía su faceta cómica, un humor sofisticado, como no podía ser de otra forma. Muy completa y muy desaprovechada posteriormente en el cine.

Sean Connery, a quien he descubierto realmente su valor en este último visionado, es un acierto pleno, representando a ese “domador de fieras”, que finalmente es cazado sentimentalmente por Marnie. Su saber estar, su porte, su belleza masculina y su gran intepretación (venía de ser el mejor Bond de la historia) eran el principio de una gran carrera en el cine.



Diane Baker, en el papel de cuñada de Connery (con el que vive, tras la muerte de la esposa de este) está increíble. Pedazo de actriz que ya tuvimos ocasión de disfrutar en la maravillosa El diario de Ana Frank, de George Stevens.
Baker es una actriz guapísima, pero aquí aparece como una mujer caprichosa, un tanto infantil en su comportamiento, y que tiene momentos extraordinarios de enfrentamiento con la nueva esposa de Mark, Melanie, a la que pondrá en un apuro enorme, al invitar a una fiesta al señor Strutt. Otra de esas actrices desaprovechadas del cine.



No quiero olvidarme de Louise Latham, como Bernice Edgar, la madre de Marnie, y la clave de todo este puzzle emocional y psicológico. Su carrera en la televisión fue prolífica (llegando a aparecer en algunos capítulos de la serie televisiva de Hitchcock, en Bonanza, Colombo, Kojack, etc…). En el cine no se prodigó tanto, aunque destaca su aparición en la segunda película dirigida por Spielberg, Loca evasión.
Está estupenda como esa mujer enferma, que vive de los buenos recuerdos, y que trata de olvidar los malos. Guarda un secreto terrible a Marnie, que es el elemento clave de su comportamiento y de la trama de la película.



Conexiones con los films anteriores

Marnie era el final de una sucesión de obras maestras, que comenzó con Vertigo.
Y en concreto, tiene algunos elementos de conexión o continuación con Psicosis y Los pájaros (en una especie de “trilogía animal”). Incluso, también con otros filmes de su dilatada trayectoria como director.

En Psicosis, los pájaros eran testigos mudos, mientras que en The birds, eran protagonistas absolutos. En Marnie, en cambio, el pájaro se sustituye por los caballos, que son testigos de la caza de la presa, que en este caso es escurridiza y atiende al nombre de Marnie (y sus múltiples y falsas identidades). El cazador es Mark, y terminará, como digo, sucumbiendo ante las virtudes de Marnie ( y no para delinquir, precisamente).

Además, hay un elemento común a otros filmes de Hitchcock. Siempre hay un elemento que recuerda a un fallecido. En otras películas, se materializaba en un cuadro (véase Los pájaros, con el retrato del marido en el salón), o en los enseres personales y la habitación de la fallecida (véase Rebecca), o en el recuerdo fantasmagórico de una imagen , un peinado y un vestido de mujer sofisticada (véase Vertigo), o en el mismo recuerdo momificado de la madre de Norman (véase Psicosis).

En este caso, aunque no cobra apenas importancia, el recuerdo de la fallecida mujer de Mark (Sean Connery), lo mantiene la presencia de su hermana, Lil (Diane Baker), que en el fondo, vive enamorada de su ex – cuñado.

Hay otro elemento, muy curioso, que también resalto. En el momento de la violación de Mark a Marnie, no hay testigos humanos de ese hecho, pero el ojo de buey del camarote, al que se dirige la mirada, directamente como final de esa escena, hace de ojo testigo mudo de ese atroz acontecimiento.



Como digo, desde Psicosis, Hitchcock se “atrevió” a enseñar más, a mostrar más crudeza en sus películas, y en este caso de Marnie, tenemos esa escena, como también las escenas de sumisión de Marnie ante Mark o la manera de matar Marnie al caballo y la posterior huida a la casa, donde entra con la pistola, y hace un amago de entrar en el despacho donde discuten Mark y el señor Strutt, al respecto de cómo arreglar en entuerto del robo de Marnie, sin que nadie salga perjudicado.

Momentos memorables

Varios de los momentos más recordados tienen que ver con el rojo, color predominante en los brotes que sufre Marnie y que se desencadenan precisamente, ante la visión de este color.

• La pluma que se derrama y ella corre angustiada al lavabo de la planta donde trabaja, para limpiarse la blusa.
• La tormenta que se desata, mientras Mark la está dictando una carta en su despacho. Ella huye hacia la puerta de salida, y él aprovecha para una de las escenas más eróticas y sexys de la película, levantándole la cabeza y besándola, mientras ella vive uno de esos momentos de trance, donde pierde la consciencia y se evade, se sale del cuerpo.
• Mientras duerma la siesta en casa de su madre y recuerda en sueños, de manera recurrente, a los hombres vestidos de blanco que golpean a la puerta y a su madre que la saca de la cama, y hace mucho frío…
• Cuando protagoniza un duelo verbal con su marido, en el que juegan a los psiquiatras y la asociación de ideas con palabras. En el momento en que aparece la palabra muerte y rojo, ella se vuelve paranoica.

• En el momento en que ve una chaqueta de jinete roja y emprende una huida con el caballo, hasta que se topan con la valla fatídica.

También es maravilloso, por la incomodidad que preside toda la escena, el momento en que Strutt y esposa aparecen, por sorpresa, en la fiesta. La cara de Marnie, de Mark y sobre todo, de ira de Strutt son de película, precisamente.




Además, como digo, me parecen magníficos los momentos de interacción amorosa de Mark, o en algunos casos, los intentos de acercamiento a ella, un témpano de hielo.



Toda la parte final, donde vuelven a la casa de la madre de Marnie y se desencadena, en medio de la tormenta que hay fuera, otra tormenta en el interior de la casa, es fantástico. Se descubre por fin “el pastel” y Marnie termina descubriendo por sí misma, el origen de la angustia que vive y el odio que tiene a los hombres (de hecho, roba siempre a hombres donde más le duele, el dinero) y la madre de Marnie acaba mostrando que siempre quiso a Marnie, aunque lo hace cuando ella ya sale con Mark del brazo, dirigiéndose a una vida por fin más soleada y tranquila, como el día que les contempla, despejado tras la tormenta.

Iniciado por hannaben

Para mí no tiene comparación con el remake insustancial de EL HOMBRE QUE....la madre que lo parió qué coñazo.
MARNIE es más y mejor.

Gustándome como he dicho siempre El hombre que sabía demasiado de 1956, y al parecer, siendo el máximo defensor, sobre todo, por Jimmy Stewart (que quede claro. ), Marnie me parece bastante superior.

Iniciado por hannaben

Para mí no tiene comparación con el remake insustancial de EL HOMBRE QUE....la madre que lo parió qué coñazo.
MARNIE es más y mejor.

Tampoco era muy difícil que fuera mejor, siendo la más floja de su época dorada e incluso más.

Iniciado por Alex Fletcher

Tampoco era muy difícil que fuera mejor, siendo la más floja de su época dorada e incluso más.

Sí,prefiero volver a ver antes ATORMENTADA

Unas florecillas

Iniciado por hannaben

Para mí no tiene comparación con el remake insustancial de EL HOMBRE QUE....la madre que lo parió qué coñazo.
MARNIE es más y mejor.

Si lo dices por mi comentario, yo no he comparado los dos films entre sí, sino el efecto que me producen (descendente) después de años y múltiples visionados. De todas maneras, y aunque también vertí algo de vinagre en The Man... para nada la considero un coñazo, sino un excelente film con sus debilidades.

Como he dicho y me repito, a raíz de leer las nuevas aportaciones, para mi son más interesantes los personajes de Mark y Lil, hay más donde rascar y muchas dudas se han quedado a interpretación libre.

Por cierto, donde están los que tildan de mala película Perros de paja por bajeza moral, por el asunto de la violación? donde están? Que salgan al ruedo!!!!

Iniciado por mad dog earle

Si lo dices por mi comentario, yo no he comparado los dos films entre sí, sino el efecto que me producen (descendente) después de años y múltiples visionados. De todas maneras, y aunque también vertí algo de vinagre en The Man... para nada la considero un coñazo, sino un excelente film con sus debilidades.

En este caso, completamente de acuerdo contigo. Me parece una película bastante buena, con varias debilidades, pocas, pero ciertamente importantes. Aún así, como he dicho muchas veces, me gusta que me lleven y me traigan y El hombre que sabía demasiado tiene bastantes escenarios distintos en diferentes países. Y algunos de ellos, oro puro.

Iniciado por Alex Fletcher

Como he dicho y me repito, a raíz de leer las nuevas aportaciones, para mi son más interesantes los personajes de Mark y Lil, hay más donde rascar y muchas dudas se han quedado a interpretación libre.

Por cierto, donde están los que tildan de mala película Perros de paja por bajeza moral, por el asunto de la violación? donde están? Que salgan al ruedo!!!!

A mí me parece muchísimo más retorcida la violación de Marnie, porque la de Perros de paja es una violación de manual: tipos rudos, violentos, que hacen "uso" de la mujer. En cambio, la de Marnie es la de un psicópata sobre una enferma, con el agravante que él es su marido y, además, tiene un gran ascendente sobre ella, ya que sabe que es una ladrona. En realidad, es como si violara a una niña asustada, paralizada ante la enormidad del macho.

Iniciado por tomaszapa

Posteriormente a este trabajo, Allen se labraría una extraordinaria fama con los guiones de Los mejores años de Miss Brodie, Cabaret (por la que ganó todos los premios, incluido el Oscar) o Viajes con mi tía.

Es que el guion de Cabaret es espléndido. En cambio, el de Marnie a mí no me lo parece (otra cosa es el "cine puro" que destila Hitchcock en muchos momentos del film). De todas maneras, lo que sí ha conseguido este visionado es interesarme por la novela de Winston Graham. ¿Hay traducción?

Iniciado por mad dog earle

Si lo dices por mi comentario, yo no he comparado los dos films entre sí, sino el efecto que me producen (descendente) después de años y múltiples visionados. De todas maneras, y aunque también vertí algo de vinagre en The Man... para nada la considero un coñazo, sino un excelente film con sus debilidades.

No no entiendo lo que has querido decir.....para mí desde PSICOSIS hay bajón de 10/10 ya nada.Pero Marnie es una notable peli que pudo haber sido de 9 o de 10.El remake nooo,es de 5 y prou!!!

Respecto al rol de Mark paso de comentar nada bueno va....igual de tarado que Marnie y su madre y que lo tilden de caballero ...

Ay no he dicho nada de Hedren y Baker made in Edith Head

Iniciado por hannaben

No no entiendo lo que has querido decir.....para mí desde PSICOSIS hay bajon de 10/10 ya nada.Pero Marnie es una notable peli que pudo haber sido de 9 o de 10.El remake nooo,es de 5 y prou!!!

He estado mirando mis valoraciones tanto de Marnie como de The Man... en mi base de datos, y veo que tanto una como otra las valoré hace años con la nota máxima (yo no pongo puntos, mucho menos con decimales, simplemente un MB, "muy buena", es mi nota máxima). Pero en ambos casos ahora las dejo simplemente con una B de "buena". Pero no veo entre ellas esas diferencias abismales que tú estableces. Ahora bien, quién sabe lo que me parecerán de aquí a unos años. La bolsa cinéfila sube y baja con el tiempo.