Con lo bien que pinta esta película, parece que se está desinflando de manera importante en estos primeros meses de la temporada de Premios, ante otras propuestas más impactantes (12 años de esclvitud o Gravity, por ejemplo). Seguro que es de esas que luego ves en tu casa y te preguntas qué leches estaba haciendo la Academia, ignorando esa maravilla. (Esto es la versión medio-llena del vaso).