Yo también he podido verla y coincido con los compañeros en que es un poco fría. La película podría haber dado mucho más y, al final, alcanza un resultado menos satisfactorio de lo que el director esperaba.
No se puede dudar de la calidad técnica. James Gray cuida hasta el más mínimo detalle todos los aspectos de la película. La fotografía es preciosa con ese tono cálido y amarillento, el vestuario es fabuloso, al igual que la ambientación de la NY de los años 20. Mención especial a la BSO.
En cuanto a los personajes, Marion Cotillard me ha gustado. Ha tenido que sufrir para poder hablar polaco sin acento, cosa que hay que valorar pero, me da la impresión, que su personaje no se pone a la altura de lo que ella pretende. Recordemos que es una inmigrante polaca que viene con su hermana a NY para empezar una nueva vida. Pues bien, solo llega a conmovernos del todo en la última parte de la película. Está demasiado fría.
Quizá el mayor problema venga del guión donde a los 10 minutos ya tenemos establecida la trama pero que apenas va a evolucionar hasta que aparece Jeremy Renner. La película se centra en mostrarnos casi todo el rato los precarios trabajos que debe aceptar Marion para poder conseguir el dinero y, más tarde, en los celos que tiene Joaquin Phoenix hacia su primo. La trama casi no varía durante las dos horas de película, por lo que puede resultar un tanto pesado.
Lo mejor, el tramo final que consigue aumentar el valor dramático de la obra debido a la sensible complicación que toma la trama pero que, al final, no consigue retomar el vuelo.
6/10