Vista hoy.

Una tremenda decepción. Pensada para niños pequeños, adolescentes de risa floja, me ha resultado un martirio.

Bromas a mansalva, sin gracia alguna, esperpento tras esperpento solo despertando la vergüenza ajena.

Ragnarok, siendo una golfada, me resultó entretenida, había mucho humor, pero estaba mejor medido. Y quedó como un experimento macarra y original.

Aquí han cogido ese experimento y lo han estirado como un chicle.

Parece una película parodia, tipo Scary Movie, pero de Marvel.

Lo único que merece la pena, es Natalie Portman. Pero no por sus habilidades interpretativas, que aquí se las deja en casa, porque no le hacen falta. Aquí lo que me encanta de la Portman, es como se tira al suelo de rodillas para recoger el cheque. Después de haber despotricado de la mano que le da de comer. Bendita hipocresía.