Está claro; lo que ocurre es que para que exista ese filtro (en cine y en todos los sectores de propiedad intelectual, ya que el cine sólo es uno de ellos) hay que hacer un cambio legislativo radical, partiendo de la base de que dejaríamos de encontrarnos ante derechos de propiedad privada y pasarían a ser de control público.
Recuerdo que el número de expediente sólo lo es a los efectos de calificación por edades.
El control público acerca de la titularidad de los derechos tampoco evitaría el problema, ya que haría falta controlar también el origen o procedencia de los másters que se usan. De poco sirve ser el licenciatario de los derechos de explotación de una película para su explotación doméstica si luego lo que se hace es fusilar un bd ajeno, aprovechándose de una restauración, remasterización, etc ajenos.
Yo podría ser el titular de los derechos de una película y sacar una edición igual de pirata, porque la edición consistiera en "robar" el trabajo de otro (fusilar su bd).
De hecho, tenemos muchas ediciones en España en las que no se discute el derecho legal a sacar una edición, puesto que son de derecho público (Ej: Alarma en el Expreso). Si miramos pelis viejunas en un listado de cuáles son de derecho público, en realidad, hay un alto porcentaje de lo que se edita que entra dentro de ese rango. Así ocurrió igualmente con las pelis de Holmes/Rathbone, con mil ediciones en España (dvd y bd) y todas legales desde la perspectiva de los derechos de propiedad (son de dominio público).
De todas formas, el caso es que la cuestión está como está, y que así ha estado siempre (cuando se exigía ese certificado las estanterías del corte inglés seguían estando llenas de piratadas; en dvd, pero piratadas). Creo que el problema es más complejo, y por supuesto no exento de un componente cultural: en otros paises no se plantean hacer este tipo de cosas; ni hay editoras que se planteen sacar dvd/bds piratas, ni hay consumidores que se planteen comprarlos, ya que cuando ha habido algún intento (alemania, italia, usa), las empresas bucaneras han terminado todas fracasando al poco tiempo.
Podemos mirar para un Ministerio, o para donde queramos, pero en nuestro país el problema tiene muchas más aristas. Lo lógico es que al segundo lanzamiento de Resen, la empresa hubiese muerto por inanición; y lo cierto es que ha prosperado un montón.
Bueno, lo lógico es que incluso empresas legales que usan el bd-r como soporte hubiesen quebrado a los dos días. Porque nadie en el mundo se plantea comprar discos de grabación casera... nadie excepto nosotros (cargados o no de razones, pero el hecho es que se venden).
Y ahora ponemos el grito en el cielo porque un disco prensado (Shutter Island) a los 4 o 5 años ha dejado de funcionar. Habrá que ver dentro de 2 años (o 1) cuántos de esos fantásticos bd-r le funcionan a alguien... Y entonces a ver a quién se reclama; al espejo supongo, porque el único culpable de pagar y comprar un bd-r es el que lo compra (ni siquiera la empresa que lo vende). Y esto sin entrar en cuestiones de piratería o no.