Pues eso es lo peor y más nefasto para mí.
Por cierto, ayer intenté visionar con mi familia la Carrie original, ya que acababa de comprarme el BD, y no pudimos terminarla. No por la película, sino porque la luz se fue media docena de veces, cada cinco o diez minutos, y optamos por marchar a la cama. Si pasamos la secuencia del castigo, Ludovico, y no veo que fuera nada humillante para las nenas gilipollas, porque es imposible que nos pongamos de su parte (al menos el menda). Es más, creo que el público se alegra con el castigo, y se ríe cuando dejan de hacer flexiones cuando ha pasado la profe (como todos hemos hecho en el bachillerato, jajaja; al menos el menda). Humillada quedó Carrie en la ducha. Mis sentimientos en esta ocasión fueron como cuando la vi en estreno en pantallas grandes en su día. Para mí es que las películas las veo siempre igual, con sus mismos defectos y virtudes. Se ve que soy un bicho raro.![]()