Ayer me debió tocar el día tonto porque en lugar de verme BREVE ENCUENTRO - tal vez porque no era el día más indicado dado mi estado de ánimo - preferí verme - y por primera (y espero que última) vez - la gala de entrega de los Goya, más que nada por ver a la gran (y simpatiquísima) Sigourney Weaver recibir su (más que merecido) galardón o si mi paisana Estibaliz Urresola Solaguren se llevaba algún que otro premio por su espléndida 20.000 ESPECIES DE ABEJAS.