En el fondo, yo no la veo "tan trágica". Precisamente, lo que me gusta del film es que el tono es de una enorme sencillez y cotidianidad, sin escenas apasionadas, exaltadas declaraciones de amor ni llantos desesperados. Es algo tan simple como la novedad frente a la rutina, algo que seguro que tienta cada día a miles y miles de parejas, sin necesidad de que vaya a más, sin rupturas ni tan solo crisis matrimoniales. Son simplemente eso: "breves encuentros". De ahí que, en realidad, el "intento de suicidio" (entre muchas comillas), me parezca bastante supefluo, una nota melodramática que quizá no es más que una fantasía de Laura.
Como se deduce ya de mi comentario, discrepo en la valoración del uso del concierto de Rachmaninoff, precisamente por lo que dices, el subrayado. Una música como esta (Rachmaninoff fue muy utilizado en melodramas de la época) condiciona al espectador, parece querer llevarlo a un estado anímico impostado, de laboratorio, cuando creo que no hace falta, ni la insistencia en el concierto ni la reiteración de la voz en off de Laura son, en mi opinión, necesarios, más bien al contrario.
Supongo que además de ser así fiel al texto (eso nos lo podrá aclarar Alcaudón) y, de paso, simplificar la producción, considero esencial que no veamos a Alec con su familia, porque en realidad la película se centra en Laura, Alec podría ser intercambiable con muchos otros hombres, probablemente casados, con los que se cruza a menudo en la estación de tren o en la platea del cine.