He vuelto a verla -por fin- y esta vez el éxtasis sí ha sido ya inmediato y completo. Me reafirmo; Malick ha filmado una puta maravilla, un monumento fílmico de primer orden, un cuento metafísico sobre el destino de un pueblo y por ende, de otro.
Y sobre
Richard Wagner y su uso a lo largo del film, lo que he observado ya en este segundo y más reposado visionado, me parece muy interesante:
[spoiler:337daaacde]Malick lo utiliza en tres ocasiones.
La primera de ellas al comienzo del film, antes ya que acaben los títulos de crédito, para ilustrar la llegada de los ingleses a américa y con ello el primer contacto de una civilización con la otra.
La segunda, al finalizar las escenas de John Smith en el poblado indio, en el paraíso, cuando una enamorada princesa proclama mediante la voz en off:
somos dos, somos uno. El siguiente paso de ese contacto inicial se ha completado con esta
fusión.
La tercera, tras la muerte de Rebecca, mientras Malick nos muestra la vida después de la muerte, o la liberación del espíritu, como último paso en esa evolución iniciada con la llegada de los ingleses al nuevo mundo.
Malick no muestra monolito alguno en ningún momento, pero la estructura de su película en este aspecto es increíblemente similar a la de
2001: Una Odisea del Espacio.
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