Tema: Elia Kazan: revisando sus películas

Iniciado por Alcaudón

Habría que leer la novela de la que parte la adaptación, algo que veo difícil dado que, al menos que yo sepa, no se ha editado en nuestro país o si lo hizo, fue hace mucho tiempo.

Bueno, no se si te refieres a lo del vinculo del padre o a lo que te comentaba de que el problema de guión no se solventaría de haber sido rodada en exteriores, pero como para el caso es lo mismo: ¿que más daría si el guión se asemejase a la novela o no?

Iniciado por Campanilla

Quiero finalizar con lo que más me ha gustado de toda la película; la preciosa relación padre-hija . Maraviolloso en su papel James Dunn , el mejor intérprete del film para mí. Y es que además, debo decir que este personaje tiene muchísimo en común con mi abuelo , y la historia con su hija conmigo . Él también era artista, emigró, pasó muchas penurias, pero siempre se mostraba alegre, vital, chistoso, cantarín, imaginativo... y creía en mí más que nadie. Siempre me hacía soñar, me decía que podría conseguir lo que quisiera y me admiraba profundamente. Teníamos una relación muy parecida a la suya , incluso él tuvo problemas con la bebida y yo fuí una lectora voraz de niña que también quería leerse todos los libros de la biblioteca de casa y ganaba premios en concursos de escritura. Así que me ha conmovido profundamente esa relación, puesto que está perfectamente plasmado cómo hay personas que te marcan para siempre y gracias a las cuáles tu vida es mucho mejor. Personas que no son perfectas pero brillan cómo las estrellas y dejan huella en tu corazón.

Me refiero a que tal vez, aunque lo dudo, los graves problemas de construcción de la historia provengan no sólo del guión sino de la propia novela de partida.

Iniciado por Alex Fletcher

Por cierto estoy viendo ahora mismo Te veo una de terror moderna, y llevo cinco minutos y estoy cagado de miedo por esto:



Es una monster movie y Helen Hunt es el monstruo, pero que se ha hecho esa mujer!!!!

Yo la vi hace mes y medio, más o menos, y la verdad es que la Hunt ha pegado un cambiazo para peor físicamente. Con lo guapa que estaba en Mejor imposible. Por cierto, la película sin ser una obra maestra, pero se deja ver muy bien. Algunos giros están perfectos, pero tiene demasiados giros. Con todo, le doy un 6.

Iniciado por cinefilototal

"Judy", La tengo pendiente, aún no la compré porque en las últimas rebajas no entraba en el descuento progresivo de ECI y la tuve que dejar, ya que no la he visto y sería una compra a ciegas... , así que una mini-review de su calidad se agradecería... , aunque me conformo con que me digas si merece la pena o no.

Por lo que he leido y visto en diversos documentales, Louis B. Mayer era como el gran padre de la MGM, pero super autoritario y mandón... , ya se sabe cuando la gente tiene mucho poder a su alrededor, se les puede ir la "pinza".



Gracias tomaszapa, estoy deseando leer tus opiniones sobre "Lazos humanos" y "Mar de hierba".

Yo la compré en Fnac, una vez que dejó de ser excepción en agosto. Lo de las excepciones es un rollo, nos chulean al comprador. En ECI en julio no podías comprarla en tienda física pero sí en web (como Roma). Yo puse una denuncia, pero no me han contestado. O sea, que no sirven para nada. En agosto, ya en Fnac pude comprar esta y Roma.
La película merece la pena. Al principio, crees que es un biopic más, pero tiene su cosa. Ella, sin aspavientos, se hace con el dominio de la situación y tiene momentos muy duros y otros muy bonitos y tiernos. Yo la recomiendo. Haré una review, ahora que comentas, en el hilo de últimas películas.
En cuanto a mis reviews de Kazan, a ver si encuentro la peli dichosa, que me está volviendo loco. La de Mar de hierba intentaré pillarla por otros medios, porque no es precisamente la que más me interesa tener comprada.

Por cierto, no te cito, Campanilla, porque es largo tu post, pero es muy bonito. Sobre todo, esa relación que yo ya conocía de tu abuelo contigo, que me contaste hace ya años. Se nota que la has sentido en primera persona.

Ya que habláis del biopic de Judy Garland (que no he visto), y a la espera de que tomaszapa encuentre las dichosas películas (¿necesitas ayuda? Si me pagas el viaje a Torremolinos, te echo una mano ), vi hace poco un documental bastante interesante sobre la desdichada vida de Judy, centrada en la relación con uno de sus maridos, Sid Luft: Sid & Judy (título que, inevitablemente, trae a la memoria el de Sid & Nancy, film de Alex Cox sobre el patético miembro de The Sex Pistols).

Iniciado por mad dog earle

Ya que habláis del biopic de Judy Garland (que no he visto), y a la espera de que tomaszapa encuentre las dichosas películas (¿necesitas ayuda? Si me pagas el viaje a Torremolinos, te echo una mano ), vi hace poco un documental bastante interesante sobre la desdichada vida de Judy, centrada en la relación con uno de sus maridos, Sid Luft: Sid & Judy (título que, inevitablemente, trae a la memoria el de Sid & Nancy, film de Alex Cox sobre el patético miembro de The Sex Pistols).

mad dog, no me hagas proposiciones deshonestas, y menos antes de las 12 del mediodía, que aún no soy persona y estoy muy vulnerable
Por cierto, este Sidney Luft sale en la película y dos de sus hijos con ella también. No cuento más, pero son una parte importante del film, que por cierto, recomiendo. Tenía ciertas dudas y me sorprendió para bien.

Antes de dejar aparcado el segundo largometraje de Kazan, MAR DE HIERBA, me han venido a la cabeza un par de cosas y que creo que nadie (y si no que me perdone) ha comentado.

Me refiero por un lado al hecho de que el personaje encarnado por Spencer Tracy sienta más cariño por su hijo ilegítimo que por su hija que es carne de su carne. ¿Acaso sólo por ser un niño y no una niña? Un individuo de carácter como el que se le supone al coronel es imposible que acepte sin rechistar a un hijo bastardo, convirtiéndose en el hazmerreír de todo el territorio.

De otro lado, esa degradación medioambiental y que ya empezó con la llegada de los primeros colonos a las grandes praderas y que se acentúa en el tramo final de la película, bien podría ser un antecedente de la que para mí es una de las obras mayores de Kazan, RÍO SALVAJE (1960) y donde el director opone a un débil Montgomery Clift frente a unas fuertes Lee Remick (absolutamente maravillosa) y Jo Van Fleet (absolutamente descomunal).

Ojo. Me refiero a los personajes, no al trabajo interpretativo (impecable) de todos ellos.

Por cierto, 1947 fue el año más fértil del director dado que estrenó tres películas: MAR DE HIERBA, EL JUSTICIERO y LA BARRERA INVISIBLE.

https://m.imdb.com/name/nm0001415/fi...?ref_=m_nmfm_1

Y tres películas que van en clara progresión en cuanto a calidad.

Dado que hasta el martes 13 (no soy supersticioso ) estoy de vacaciones, me pondré rápidamente con EL JUSTICIERO que, como ya he comentado, es una película que me vi durante el confinamiento pero que no tuve tiempo de comentar, imagino que por sobrecarga de trabajo.

Iniciado por Campanilla

Quiero finalizar con lo que más me ha gustado de toda la película; la preciosa relación padre-hija . Maraviolloso en su papel James Dunn , el mejor intérprete del film para mí. Y es que además, debo decir que este personaje tiene muchísimo en común con mi abuelo , y la historia con su hija conmigo . Él también era artista, emigró, pasó muchas penurias, pero siempre se mostraba alegre, vital, chistoso, cantarín, imaginativo... y creía en mí más que nadie. Siempre me hacía soñar, me decía que podría conseguir lo que quisiera y me admiraba profundamente.

De tal palo, tal campanilla Porque artista e imaginativa, y voraz (mecanógrafa) lectora, tienes más que la marabunta que asoló la plantación de Charlton Heston

Mi comentario espero que llegue puntualmente a estas pantallas sobre el viernes.
Sobre lo que apuntas en relación a la relación del coronel con Brock, bien podría haber algo de eso que dices de que es un varón. La hija, en cambio, parece que ni fu ni fa (lo de enviarla a la universidad, cosa sorprendente, parece una forma de sacársela de encima).
Y me haces pensar en otro detalle: que Brock ha oído que le señalan como hijo bastardo desde niño (recordemos que se nos muestra una pelea cuando es un niño), y muchos años después parece que lo de llamarle "juez" le coge un poco de sorpresa, y también como si el coronel no se esperase un final como el que tiene, algo que el espectador intuye a la primera. Más defectos de guion, o igual procedentes de la novela.

Kazan decía que era la única peli que eliminaría de su filmo llegando a espetar que el público pasara de verla.El rodaje tuvo que ser caótico para el Kazan porque tanta inquina pues no....Ni tanto ni tan poco.
Elia leyó la novela de Conrad Richter y le entusiasmó. Poco después se dirigió a MGM para adaptarla al cine.Extraña mezcla de melodrama y western que no termina de convencer. Y eso que el punto de partida promete. Una pizpireta Lutie (Katharine Hepburn) se casa entusiasmada con el coronel James Brewton (Spencer Tracy). Cuando llega a Salt Fork, en Nuevo México, descubre que su esposo es tratado como un tirano que mantiene a los granjeros lejos de las tierras donde pastar su ganado.
Ella está en desacuerdo con la severidad de su hombre y se consolará con uno de los rivales de Brewton, el juez Chamberlain (Melvyn Douglas).

Kazan no le da vida a la peli ni aprovecha a los actores ni domina la elipsis temporal.Drama descafeinado,western sin dinamismo?¿Hasta el momento en que los hijos se hacen mayores no encontramos el conflicto adecuado. La química entre Tracy y Hepburn funciona a cuentagotas.No me ha aburrido pero es de ver y vale a otra cosa....mucho caos en ese rodaje porque en principio Kazan estaba entusiasmado con el proyecto.Por el combo total le doy un
6/10

Buena critica Hannaben!

Por cierto, en principio veo 10 fotos repetidas ¿estamos ante un “¿Dónde está Wally?” Encubierto?

Iniciado por DrxStrangelove

Buena critica Hannaben!

Por cierto, en principio veo 10 fotos repetidas ¿estamos ante un “¿Dónde está Wally?” Encubierto?

JAJA
Ves por coger un collage al tuntún.

No he leído en ningún sitio que Kazan leyera (valga la redundancia) la novela original de Conrad Richter que, por cierto, sólo tiene 149 páginas...

Así que, tal vez, los graves problemas que achacamos al guion de Roberts y de Lawrence, que ciertamente no es para tirar cohetes, emanen de la fuente original, dado lo escaso de su paginación.

De cualquier forma Kazan no tiene ninguna excusa pues pudiendo trabajar con cualquiera de los grandes estudios eligió el más alejado de su pensamiento artístico y/o social.

Iniciado por Alcaudón

No he leído en ningún sitio que Kazan leyera (valga la redundancia) la novela original de Conrad Richter que, por cierto, sólo tiene 149 páginas...

Así que, tal vez, los graves problemas que achacamos al guion de Roberts y de Lawrence, que ciertamente no es para tirar cohetes, emanen de la fuente original, dado lo escaso de su paginación.

De cualquier forma Kazan no tiene ninguna excusa pues pudiendo trabajar con cualquiera de los grandes estudios eligió el más alejado de su pensamiento artístico y/o social.

Me extraña que KAZAN el delator no leyera el original?¿ Qué me estás contando ..

¿Qué tiene que ver el que Kazan se convirtiera en delator con haber leído la novela en la que se basaba su película?

Iniciado por Alcaudón

¿Qué tiene que ver el que Kazan se convirtiera en delator con haber leído la novela en la que se basaba su película?

JAJA.

Nada que ver era coña...

Iniciado por Alcaudón

De cualquier forma Kazan no tiene ninguna excusa pues pudiendo trabajar con cualquiera de los grandes estudios eligió el más alejado de su pensamiento artístico y/o social.

El porqué se lo cuenta a Ciment y ya lo recogí en mi comentario. Simplemente, la MGM era la que tenía los derechos de la novela de Richter, por tanto, si quería llevarla a la pantalla, tenía que recurrir a la productora del león. Le comenta también a Ciment que fue Lighton (el productor de A Tree Growns in Brooklyn para la Fox) el que primero le contó la historia. Lo que no dice es si después de sentirse atraído por esa historia leyó o no la novela. Teniendo en cuenta que, según veo por Internet, es una novela bastante corta, de menos de 200 páginas, o sea que se lee en una tarde, me sorprendería que Kazan no la hubiera leído, sería incluso negligente por su parte. Otra cosa es que muchos de los defectos que atribuimos al film ya procedan del texto original. A ver si alguien se anima a echarle un vistazo.

Hablando de guiones, me vino a la cabeza la llamada Black List, una encuesta que desde mediados de la primera década de este nuevo siglo se ha hecho entre ejecutivos y gente del cine que trata guiones. Son películas que, por alguna razón, ha costado más o menos, llevarla al cine, siendo en principio guiones interesantes. Después, han dado lugar muchos de ellos a buenas películas y a menos buenas, claro. Además, lo interesante es que estas listas ya han llamado la atención de los directores, cada año y sacan ideas de películas que pueden hacer.
Por ejemplo, Bayona lo hizo con Lo imposible o Un monstruo viene a verme.

Y más interesante aún es que hay películas recientes, cuyo guión estaba escrito hace muchos años. Creo recordar que la primera vez que escuché algo de eso, fue antes de que se creara esta Black list, al menos oficialmente. Cuando se hizo Forrest Gump contaban que llevaba años en el cajón, y que había pasado por varias majors.

Por ejemplo, el guión de Bohemian Rhapsody, una peli de 2018 es de 2007. O el de la Jojo Rabbit, que este año ganó un Oscar, era de 2012.

Ayer me volví a ver EL JUSTICIERO, dado que ya lo había hecho durante el confinamiento.

Y he de decir que me gusta más la película por lo que insinúa que por lo que cuenta y que, por cierto, está basada en una historia real.

Además a los hitchcockianos nos recordará, en parte, la película nº 38 de su director, YO CONFIESO.

Esta tarde me pondré con el comentario aunque me lo tomaré con tranquilidad y aprovecharé para hacer las capturas de pantalla pertinentes.

Pues para ir activando la película de la semana, ya tengo acabado mi comentario, y lo publico de aquí a un rato. Y estoy de acuerdo en lo que dices, a mí también me gusta más por lo que insinua e incluso por ciertos aspectos visuales, que por cómo lo cuenta, a mi modo de ver un tanto confusamente e inverosímilmente.

El justiciero (Boomerang!, 1947)



Bajo el rótulo de “Darryl F. Zanuck presents” Kazan rodó su segundo film para la Fox, con producción de Louis de Rochemont, del que Alcaudón ha comentado recientemente su interés por un tipo de cine pegado a la realidad de la calle. A pesar de que, vista su trayectoria, este film parece perfectamente coherente con esa línea de producción, Kazan le comenta a Ciment, respecto a Rochemont, que: “Le estimaba, pero creo saber que nada tuvo él que ver con esta película salvo que fue él el que me envió el guion” [me excuso por la sintaxis atropellada, pero cito literalmente la traducción editada por Fundamentos].

Afirmación, por cierto, más que dudosa, especialmente si tenemos en cuenta lo que Kazan dice sobre la figura del director de fotografía, Norbert Brodine: “La fotografía fue hecha por un operador desconocido del que nunca más he oído hablar. Lo único que hizo fue poner la cámara y tomar lo que yo le iba diciendo”. Si tenemos en cuenta que el “operador desconocido” tenía una larguísima experiencia que se remonta, según imdb, a 1919, con títulos destacables como es el caso, precisamente, de recientes producciones de Rochemont, como La casa de la calle 92 y 13 Rue Madeleine (ambas dirigidas por Hathaway), y que posteriormente fue el responsable de la fotografía de films tan destacables como Mercado de ladrones, de Jules Dassin, La novia era él, de Howard Hawks, u Operación Cicerón, de Mankiewicz, habrá que empezar a poner en cuarentena lo que le dice Kazan a Ciment, no sé si a causa de una “pérdida de memoria” selectiva o a un ego superlativo que le distorsiona la realidad.

Y es que esta vez la cámara, ciertamente, se pasea por las calles de Stamford (Connecticut), retratando los rostros de sus habitantes y los ambientes de sus calles, con notable eficacia, especialmente en los primeros minutos del film. Kazan insiste: “Era nuestro neorrealismo, exactamente en el mismo momento que Paisa, pero por supuesto de ninguna manera tan bueno como Paisa”. Para ello, el guion de Richard Murphy se basa en un artículo del Reader’s Digest, sobre un suceso real acaecido en 1924: el asesinato de un sacerdote católico, y la sorprendente defensa del acusado que llevó a cabo el fiscal, Homer Stille Cummings, que llegaría a ser fiscal general de los Estados Unidos durante la administración de Roosevelt. Ingredientes, pues, para un film de denuncia social, diferente a A Tree Grows in Brooklyn, porque se sitúa en unos ambientes reales similares a donde realmente sucedieron los hechos, aunque modificando la época y cambiando el nombre a los personajes (y la religión de la víctima, aquí un sacerdote de la iglesia episcopal).

No obstante esas buenas intenciones, creo que es el guion el punto más débil del film, a pesar de que fue nominado al Oscar. De hecho, Kazan despacha la película con apelativos nada favorables: “no creo que este film sea muy bueno” o “la historia es insignificante”, mostrando un acusado sentido de la autocrítica. La película arranca con un rótulo que indica que se trata de una historia basada en un hecho real, sonando a continuación (y en diversos momentos del film) una voz en off descriptiva, que recuerda los usos habituales en las procedural movies. La acción se sitúa en un pueblo de Connecticut, un pueblo que representa el pueblo medio norteamericano (se viene a decir que, salvo Nueva York, el resto del país es como Connecticut). Aunque visualmente el film tiene momentos muy atractivos (en especial la secuencia del asesinato del padre Lambert),



con un montaje mucho más ágil que en los dos films anteriores, recurriendo a una serie de flashbacks que nos cuentan momentos de la vida de Lambert anteriores al crimen, y un reparto amplio, equilibrado y, en general, de calidad (según se dice con muchos actores amateurs o provenientes directamente del teatro, como Robert Keith, Karl Malden o Lee J. Cobb, aunque hay una notable presencia de rostros bien conocidos en las pantallas, como Dana Andrews, Jane Wyatt o Arthur Kennedy, al que ya vimos años antes en High Sierra de Raoul Walsh), el desarrollo de la trama presenta notables incoherencias o inverosimilitudes, lo cual en Kazan (que no concibe el cine como Hitchcock, donde lo verosímil no importa) es claramente un defecto.

Hay demasiados elementos en juego, hasta el punto que la investigación del asesinato y la culpabilidad del autor del crimen casi se convierte en un mero macguffin ante lo que pretende ser una denuncia de la corrupción política, ejemplificada por medio del interés de las fuerzas vivas de la población en condenar a John Waldron (sobrio Arthur Kennedy), un exsoldado perdido, sin norte, como tantos otros excombatientes, en el período de la posguerra. Ese interés que apunta a asegurar la reelección de los cargos (entre los cuales el del mismo fiscal, Henry Harvey, interpretado con la solvencia habitual por Dana Andrews, al que llegarán a ofrecer incluso el apoyo para llegar a gobernador del estado) tiene, en el fondo, también un interés económico, representado por un empresario e inversor local, Paul Harris (Ed Begley, que a pesar de su madurez participaba por primera vez en un film).

Enfrente de esas “fuerzas vivas” se encuentra el sector de la oposición, supuestamente aún más corrupto que quien está en el poder, que tiene en Wade (el veteranísimo Taylor Holmes), editor del periódico, su cabeza visible, sirviendo para introducir otro apunte crítico sobre el papel de los medios de comunicación en el sistema político y judicial.

Pero el personaje central es, sin duda, Harvey, fiscal. Y aquí se concentran para mí los problemas, no por la sobria interpretación de Andrews, as usual, sino porque su intervención en el caso, por muy basada en hechos reales que sea, no me resulta verosímil. Harvey, en las sesiones ante el juez que cubren el último tercio del film, se dedica sistemáticamente a desmontar los argumentos acusatorios que ha construido la policía (Lee J. Cobb es el jefe de policía, y cuenta con un novel Karl Malden en su equipo).



No obstante, la actitud de Harvey es dubitativa, porque declara al inicio de la vista preliminar que considera al acusado inocente lo que llevaría a cancelar el juicio, sin que haya mediado más que una conversación con el reo de la cual pocas conclusiones se podían sacar.

Me parece muy forzado que la continuidad de los cargos electos de su cuerda, que, se dice, limpiaron de corruptos la ciudad (aunque ellos mismos tengan algunos asuntillos turbios), se plantee como el precio a pagar a la hora de decidir sobre la culpabilidad de Waldron, de manera que el dilema es: o lo condenamos o perdemos la silla con su cuota de poder correspondiente. No es algo nuevo en el cine negro americano, pero aquí me parece mal argumentado. Además, en otra vuelta de tuerca, al día siguiente Harvey defiende la continuidad del juicio, y pasa a actuar, de hecho, como defensor de Waldron, hasta el punto que el abogado defensor (pagado por la oposición encabezada por Wade) queda completamente anulado.



La sesión judicial tiene varios puntos, a mi modo de ver, un tanto inverosímiles y efectistas. Uno es el testimonio de la camarera (Cara Williams), tan descarada que resulta caricaturesca;



otro es el numerito de la pistola, de un dramatismo forzadísimo, que me resulta difícil de creer que pasara en un juicio;



y finalmente el suicidio, en plena sesión, de Paul Harris. A eso hay que añadir la insistencia en dedicar planos individuales a uno de los asistentes, Jim Crossman (Philip Coolidge, otro de los actores que debutaban aquí en el cine), al que al inicio del film hemos visto discutir con el padre Lambert,



y que, debido a la reiteración a la que recurre Kazan a la hora de mostrárnoslo, la película “lo condena” como culpable del crimen, con el añadido justiciero de su muerte en un accidente de tráfico posterior (casi como si del comentario final de Hitchcock en un episodio de Alfred Hitchcock presents se tratase). Demasiadas cosas acumuladas en un final un tanto torpe… y con todo, nominación al Oscar.

A pesar de mis críticas, me parece un film discreto pero atractivo, sobre todo por lo que representa de cambio visual en el cine de Kazan, y por formar parte de esos films de posguerra norteamericanos rodados en escenarios urbanos naturales, aunque desde luego no lo incluiría en una selección de lo mejor de ese “neorrealismo americano”.

No me resisto a acabar con un comentario gracioso sobre el subtitulado del DVD editado por Fox: cuando la policía busca infructuosamente un sospechoso, hay un diálogo entre el jefe de policía (Lee J. Cobb) y el fiscal (Andrews), en que este le presiona diciendo que se le dan dos semanas de tiempo para detener a alguien a quien acusar. El policía responde preguntándose a quién piensan llamar después de esas dos semanas, ¿a Nick Carter? Carter era un popular personaje de pulp fiction, llevado también a las tiras de cómic y al cine (Eddie Constantine lo interpretó en varios films franceses).



Pues bien, los responsables de los subtítulos, supongo que creyendo que Carter no era un personaje suficientemente conocido, lo sustituyen por… ¡Batman! Y todos tan contentos.

¡Ah!, y una pregunta: ¿alguien sabe a qué demonios viene el título de la película, Boomerang! (y detalle para Alcaudón: con signo de interrogación o no)?

Creo que mi comentario va a ser, en buena parte, una iteración del tuyo, amigo mad dog earle.

Tampoco he sido yo capaz de determinar a santo de qué el título de BOOMERANG!, con admiración final dado que así aparece en los títulos de crédito.