Hay que verla en versión original, por supuesto, que es la que elabora el director en la fase de montaje del sonido. Evidentemente las voces no son las de los actores (la de Masina, sí, claro, pero no las de Quinn o Basehart), pero eso pasa en muchísimas películas italianas e incluso españolas (recordemos a Basehart en Los jueves milagro, o a Gwenn en Calabuch, o a Manfredi en El verdugo, o a Betsy Blair en Calle Mayor, o a Bosè en Muerte de un ciclista o incluso a actores españoles doblados por otros actores). A mí las voces de Quinn y Basehart me parecen muy adecuadas, en este caso no me quejo del doblaje porque es evidente que la versión original ha de ser en italiano. Que eso te lleve a considerar el cine norteamericano superior, me parece un tanto excesivo, francamente.