Entrevistador: Su uso de la luz natural en estas dos películas es inusual, con la exposición normalmente hacia afuera cuando la cámara está en el interior, o hacia el horizonte si se trata de una toma exterior. ¿Por qué tanto énfasis en el contraste?
JLG: Porque yo veo contraste. Es una manera de tener dos imágenes, la una alejada de la otra, una oscura y otra soleada. Me gusta colocarme de cara a la luz, porque entonces el contraste aparece, y eres capaz de apreciar los contornos… que fue siempre el problema de la pintura europea, aunque más conscientemente desde los románticos y Delacroix. Prefiero no darle la espalda a la luz, porque la luz que viene de atrás es un atributo que pertenece al proyector. La cámara debe tener la luz de frente, como la tenemos nosotros en nuestras vidas. Recibimos y, ya después, proyectamos.
Entrevistador: Aun así, sigue usando luz artificial.
JLG: Sólo porque no tengo fotógrafos tan buenos como eran los fotógrafos de hace 50 años (…) En mi opinión, ya casi no queda ninguno, han sido eliminados por la manera en que se hace televisión, con luz por todos lados inundando los sets, y todo el mundo con el mismo tono, sin sombras, sin matices, sin nada. Uso directores de fotografía que estén dispuestos a no usar luces extra.