Por cada análisis positivo, salen tres negativos. Para mí la negativa deriva de Frozen I hacia lo que fue Frozen II se explica en el vídeo que puse arriba, un
test screening a escasos meses de su estreno que tuvo fría acogida por parte de los niños al considerar la trama demasiado complicada, no así para los aultos que salieron satisfechos; unos niños pequeños no tan familiarizados con la primera parte.
En resumen, que a pocos meses de su estreno hubo que simplificar mucho la película -resultando un montaje final muy acelerado y en el que todo es exposición, exposición y exposición de argumento para tirar la historia hacia adelante todo el rato sin dejar descansar a los personajes, que pensaran, que recapacitaran-, hubo que añadir más comedia (la redundante escena en la que Olaf dramatiza todo lo sucedido en Frozen I ante los personajes nuevos) y mayores referencias a la primera película (mala idea, comes cronometraje a la trama de la segunda entrega). Y trocitos al final que explicaran cómo queda la relación de las hermanas tan desposeída del calor de la primera.
Incluso la supuesta joya de la corona de Frozen II, la canción
"Show Yourself", estuvo cerca de quedar fuera del montaje final.
La reflexión es evidente: ejecutar un musical animado es de una complejidad absoluta y tiene un mérito incuestionable, pero si reniegas de lo conquistado en la primera entrega, si cambias la forma de relacionarse y pensar de sus personajes de forma bastante abrupta (y Frozen II con lo acelerada que es impide afrontar sin precipitarse, sin alterar la personalidad de los personajes notoriamente esos cambios pues se necesita un desarrollo sostenido que los sustente) chirrían esos cambios en la manera distinta de ver la realidad cada uno de los personajes AHORA.
Las secuencias eliminadas del
plan A de Frozen II fueron casi todas mejores que las que se vieron en el film, el
plan B, salvar los muebles tras el
test screening, justificando y dando mayor soporte a la explicación de los actos y sus consiguientes consecuencias. Se quedó coja la película sin la aplicación del Plan A.
Como musical y complemento con el original, todo sigue basculando en torno a la herencia y reminiscencia de
Let It Go de Frozen I (hasta se permiten una pequeña broma en la escena en que Elsa reniega durante un momento de ella en Athohallan). En Frozen II,
"Into the Unknown" (que llegó ya con el tiempo apurado) y
"Show Yourself" justifican el
Plan B de emergencia, pero la primera lastra pérdidas en forma de cohesión narrativa (sustituye a la escena eliminada en que Anna es testigo del sueño de Elsa, cambiando una ESCENA MUSICAL por una NO MUSICAL, y de paso se zampa -porque ya es redundante y no necesaria la mejor canción del
Plan A,
"I SEEK THE TRUTH" (la verdadera joya oculta de ambos "planes"); y la segunda,
"Show Yourself", trata de inocularse del mismo sentido de liberación del personaje y espectacularidad en su puesta en escena de "Let It Go" en el film original, y no lo consigue, en mi opinión, pues acontece ya al final del film y no puede librarse de los errores de cálculo, decisiones cuestionables y escasa armonía que empobrece el relato. Para empeorar aún más el panorama, y aunque los dos films consten de sendos viajes por la geografía, ambo están muy diferenciados en cuanto a tono: la primera, más clásica en el sentido disneyano habitual, es una historia costumbrista en un mundo multicolor, mientras que la segunda apuesta por un sentido de la aventura (muy cuarteado) tipo juego de rol de consola, El Señor de los Anillos o Harry Potter con un plus de Marvel adrenalínico. Polos muy opuestos que manifiestan fricciones entre sí. Pasar de
Rebecca a
Harry Potter entraña riesgos.
La única manera de que Frozen II hubiese recuperado la estabilidad inicial perdida como proyecto hubiese sido
retrasarla varios meses en su estreno para acometer con tiempo los cambios y repensar bien la historia que se quiere contar (después de ver hablar a los directores, a
Kristen Bell y al productor
Peter Del Vecchio, me temo que no sienten por
Elsa el mismo sentimiento que tienen por Anna, no
asimilan a dicho personaje, y ahí es donde se nota quién fue el artífice de conseguir la complejidad de la hermana mágica y de quién supo montarla y entenderla,
John Lasseter, el gran ausente y el que consiguió que el primer Frozen fuese un éxito). Imposible detener su exhibición, más que nada porque la línea de
merchandising estaba presta a ser lanzada en temporada navideña y hubiese sido un desastre económico para Disney retrasar la fecha de estreno.
La pandemia ha hecho que
Raya y el último dragón haya tenido tiempo de perfeccionarse mediante reescrituras extra del guión, espero que para bien. Muchos meses añadidos inesperadamente para fortalecer la película; los mismos que no tuvo Frozen II, y así salió. Rápido, deprisa y decepcionante. Y difuso, muy difuso en cuanto al mensaje contradictorio del segundo film respecto al primero.
Eso para que los estudios confíen ciegamente en los
test screening, tan válidos como una encuesta a 1000 personas sobre a quién votará usted en las próximas elecciones...
https://www.youtube.com/watch?v=Y0zcX1KKoC4&feature=emb_logo
https://www.youtube.com/watch?v=oMy_TSO6g1I&feature=emb_rel_pause