Creo que esa parte de realidad que pedís a la película —no lo digo tanto por el mínimo debate de aquí si no por lo que leo en "mundodvd" o "pasadizo"— en perjuicio de la selva y demás elementos recreados en estudio o en 3D de la película de Jackson es equívoca.
La historia imaginada por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, —cuenta la leyenda—, según parece tuvo su origen en un sueño del primero. Tanto la versión de 1933 como ésta del 2005 recurren a ese porcentaje de irrealidad, de fantasía, de cuento que no necesita tanto de visualizar una selva tal como es, o una laguna, o una isla, o una ciudad... si no más de cómo sería en un sueño o cómo puede ser imaginada. La versión del 76, de tan realista que pretendió ser en su puesta en escena —también sería discutible llamar realismo a un tipo disfrazado de mono moviéndose entre maquetas de árboles y edificios— perdió todo el encanto onírico del original.
La desmesura, la falta de vergüenza en algunos casos, de la película de Jackson han devuelto el mito al terreno de los sueños. Ése donde todo es posible, donde los dinosaurios corren en estampida, donde las selvas construyen formas imposibles, donde existen nativos que ofrecen en sacrificio rubias a un gorila gigante, donde insectos gigantes se comen a los incautos, donde un gorila es capaz de trepar a un rascacielos llevando a la chica con él y pelear con aviones en su cúspide,...
Y es tal la fantasía que el ojo humano, y el cerebro, de muchos se resiste a aceptar que eso sea posible. Dicen que todo es falso, que se nota que es un efecto especial. Siguen pidiendo que el sueño no exista, que las plantas sean plantas, que los barrancos tengan final, que que los dinosaurios no corran, que ese destartalado barco no pueda cargar con un gorila y llegar a puerto, que el hielo se quiebre, que el gorila no salte, que la chica no se enamore del monstruo, ... que todo sea un documental de National Geografic.