Un nuevo visionado del remake de la homónima película de los 80 dirigida por el malogrado Herbert Ross, al que han dedicado el remake, y protagonizada por unos, por aquel entonces, jóvenes Kevin Bacon, LOri Singer, el desaparecido hermano de Sean Penn, Chris y Sarah Jessica Parker.
El guión es prácticamente el mismo, salvo algunos añadidos en la historia. Por poner algun ejemplo: ese inicio, que en la original salen los pies bailando y ya pasa a la presentación del personaje de Ren MacCormack, en el remake lo mismo, aunque vemos también las caras de algunos actores secundarios y luego aparece el accidente de coche que provocará la creación de unas leyes para eliminar la música y los bailes en el pueblo de Bomont. Del accidente pasamos al sermón del Reverendo Shaw Moore, encarnado por un notable Dennis Quaid delante de sus feligreses, en el que se encuentran su mujer y su joven hija Ariel, encarnadas por Andie MacDowell y la guapa Julianne Hough respectivamente. La segunda en su primer personaje protagonista, al menos aparece más que en Burlesque.
Hay un salto en el tiempo de tres años, y es cuando hace acto de presencia el joven Ren MacCormack interpretado por el actor y bailarín Kenny Wormald. Cuando conoce a Ariel, al principio no la ve con buenos ojos, la ve como la niñita de papá, pero no tardará en sentirse atraída por ella. Y ella lo mismo.
El chaval llega al instituto sin conocer a nadie hasta que se topa con Willard (Miles Teller) con el que no tardará en hacer buenas migas.
Aunque tiene un problema, le encanta bailar y la música, cosa que ya le ocasiona un problema en su primer día.
Con su tozudez y su saber hacer, intentará devolver la música y los bailes a Bomont, pero no lo hará solo. Contará con la ayuda de varios habitantes del pueblo, y de sus amigos Willard, Ariel y Rusty (interpretada por Ziah Colon) la novia de Willard. Claro que, no todo va a ser un camino de rosas, se topará con el desacuerdo de varios personajes del pueblo como son el Reverendo, que no ve con buenos ojos todo lo que está pasando, y por otro lado, la presencia del “novio” de Ariel, Chuck Cranston (Patrick John Flueger) y sus compinches, que son más malotes que pegarle a un padre.
Aunque, en este nuevo visionado me sigue pareciendo un muy buen remake, no puedo evitar fijarme en algunas secuencias con fantasmadas incluídas, sobretodo el salto que pega el personaje de Kenny Wormald al pelear con Chuck.
Una gran y pegadiza banda sonora equiparable a la del original de 1984. En mi opinión, claro está. Al menos, tiene varias canciones en común:
Footloose de Kenny Loggins, Bang Your Head de Quiet Riot (es una pena que en el CD del remake no aparezca), Holding Out for a Hero, Let’s Hear It for the Boy, Dancing in Dee’s Sheets y Almost Paradise (todos versionados, no son las originales).
Y de las nuevas canciones me quedaría con Fake I.D., por que me gusta mucho el ritmo y la letra, además de que es muy pegadiza.
Para quién no la haya visto, bien merece su visionado. La verdad es que no lo lamentará.