Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Iniciado por Frank Zito

OUTLANDER (2008) de Howard McCain

Simpática cinta de psicotrónica premisa: el extraterrestre Jim Caviezel va en persecución interestelar tras un monstruo, cayendo ambos en tierra y tiempos de vikingos, y fundiéndose el último –como era de esperar- con el mito de los dragones. El director McCain maneja tal historia con bastante solvencia técnica y habilidad e inteligencia, basculando entre lo ligero y humor, con más seriedad y dramatismo cuando es necesario. Tomando elementos de aquí y allá (“Depredador”, “El guerrero nº 13” y un par de calcos de “El dragón del lago de fuego”: la caverna con “dragoncitos” y especialmente –visualizada igual en ambas- la muerte flamígera del religioso), un producto no del otro mundo y con un diseño del bicho no especialmente memorable, pero de agradable entretenimiento.

Sin olvidarnos de la [infame] El caballero del dragón .

Iniciado por Alcaudón

VON RICHTHOFEN AND BROWN (1971, EL BARÓN ROJO) de Roger Corman.



The Corman Co., Inc./United Artists Corp.

Atractiva cinta bélica que narra las historias paralelas del alemán Manfred von Richthofen (interpretado por el apolíneo John Phillip Law) y el canadiense Arthur Roy Brown (Don Stroud, un rostro típico de la época al que me cuesta ubicar en una película concreta sin recurrir a la IMDB) que recuerdo haber visto con deleite en mi ya lejana juventud (¡divino tesoro! ) y que ha envejecido con cierta dignidad (de hecho es con toda seguridad la mejor película de Corman junto, of course, con sus "adaptaciones" de las obras de Poe (y Lovecraft)), con espectaculares escenas de combates aéreos (muy bien rodados por la 2ª unidad, como hacían, por otra parte, todos los directores, desde John Ford a Mariano Ozores) y que cuenta con un sólido guión y la fotografía de un veterano de la Hammer como Michael Reed, que colaboró con el gran Terence Fisher en dos de sus mejores películas de los años '60 (THE GORGON (1964, LA GORGONA) y DRACULA: PRINCE OF DARKNESS (1966, DRÁCULA: PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS).

Se agradece una película sobre la Primera Guerra Mundial, mucho menos tratada en el cine que la Segunda, aunque con obras maestras como la inmarcesible ALL QUIET ON THE WESTERN FRONT (1930, SIN NOVEDAD EN EL FRENTE) del injustamente olvidado Lewis Milestone (alguna reseñita sobre este autor va a caer pronto... ) o la obra maestra de Kubrik PATHS OF GLORY (1957, SENDEROS DE GLORIA).

De cómo se pasa de ser caballeros del aire a sálvese quién pueda y todo vale en el amor y en la guerra.

Aquí sigo la recientísima edición en BD de Divisa, en su sello Hollywood Classics, que por una vez recomendaría ver doblada (yo SIEMPRE las veo en V.O.S.E.) ya que hay un momento de la película al inicio en que en la V.O. las imágenes están desincronizadas de los diálogos (dura como 1 minuto, algo menos) y te saca bastante de la película, así como el hecho de que algunos actores hablan con sonido directo y otros están doblados, con lo cual la mezcla de sonido es algo disonante.

Felices sueños

A mí me parece una película soberbia y efectivamente las escenas de combates aéreos son muy buenas, para mí extraordinarias. Una de los films que más me gustan de Corman, sin duda, y uno de sus trabajos más logrados.

Vista Deadpool, bueno que decir, la película tiene de todo eso seguro, ya de entrada solo por ser de Marvel me gusta aunque he de decir que el principio de la película es como de coña y realmente así lo es, es sin duda la mas sarcástica de Marvel, no es un peliculon pero la disfrutas por su espectacularidad, para mi gusto es casi lo único que me gusta de ella, demasiadas referencias sexuales y tacos, exceso de explicación de lo que pasa o había pasado, por lo general la película como digo esta bien y la disfrutas, intentare pillar el steel cuando salga en MM y si no lo pillo esperare a una primo de 2x1, a esta película le doy un 6/10.

TESTIGO DE CARGO.

Impredecible, descabellada y teatral. Es una historia judicial de pura intriga que se sustenta casi exclusivamente en la narración. Es una pieza clave histórica referente del subgénero judicial.

Leonard Vole es un joven acusado del asesinato de la señora French, una rica anciana con la que entabla amistad. Pero asegura que no tiene nada que ver, resulta que sólo hay una testigo que pueda comprobar su inocencia, y esa es su mujer. La cinta nos muestra exclusivamente la perspectiva del abogado defensor interpretado por Charles Laughton, y da el primer vuelco cuando se conoce que el acusado es el heredero de una fortuna, situándolo como sospechoso principal. El tramposo desarrollo de la historia se irá complicando absurdamente hasta el punto en el que resulta paródico.

La mano maestra de Billy Wilder ofrece una dirección sublime aunque no es su mejor obra. Despuntan momentos graciosos que contrastan con la dramática crónica judicial. La curiosa narrativa crecerá descontroladamente culminando en un final ridículo e imprevisto.

ANATOMÍA DE UN ASESINATO.

Flemática, irregular y excesivamente larga. Es un drama procesal escénico casi documental de cómo se comportan testigos, abogados y juez ante pruebas poco concluyentes.

El teniente militar americano Frederick Manion asesina fríamente al presunto violador de su mujer. Su mujer decide contratar al abogado rural Paul Biegler para que defienda a su marido en un juicio con jurado. Al existir pocas evidencias, pruebas y testigos, Biegler decide apoyar su causa en los problemas psiquiátricos de el acusado. El film es casi exclusivamente el propio juicio y las frías actuaciones hacen imposible empatizar con el asesino y con su mujer. Tras presentar todos estos elementos en el primer tercio, la historia no sorprende de ninguna forma y va perdiendo fuelle a medida que avanza, llegando a ser redundante y previsible hasta el punto de llegar a hartar.

La dirección es muy austera y poco elaborada y sin apenas composición fotográfica. La falta de climax destruye el poco interés que genera pensar en los hechos y consecuencias por los que se celebra el juicio.

Iniciado por Jane Olsen

Sin olvidarnos de la [infame] El caballero del dragón .

Outlander tiene una buena Base,se podria haber realizado algo bastante mas ambicioso IMHO,
y El Caballero del Dragon pues que quereis que os diga...lo que son diseños Artisticos etc me parecen obras de arte,
lastima que no todo esta al mismo nivel.

Amigo muchogris, ANATOMÍA DE UN ASESINATO de Otto Preminger es un pedazo de obra maestra inmarcesible. Y uno de los mejores trabajos de James Stewart. Y, probablemente, una de las mejores películas sobre juicios de la historia del cine.

Iniciado por Alcaudón

Amigo muchogris, ANATOMÍA DE UN ASESINATO de Otto Preminger es un pedazo de obra maestra inmarcesible. Y uno de los mejores trabajos de James Stewart. Y, probablemente, una de las mejores películas sobre juicios de la historia del cine.

Eso esperaba cuando me puse a verla, pero es que bajo mi punto de vista me parece mediocre en muchos aspectos. Lo único decente es James Stewart. Las americanadas, ambiguedades, incoherencias, el teatreo y la carencia de ritmo me hacian imposible intrigarme lo mas mínimo en una historia de lo mas plana. Y es imposible empatizar con los personajes, ya que sus incongruencias desentonan revelando personalidades e intenciones ilógicas. Eso sumado a que no se crea expectación de ninguna forma mezclando perspectivas le quita todo el interés creado inicialmente. La verdad es que no entiendo que tiene de especial este film. Aunque Testigo de cargo se estrenó mas tarde, me parece perfecta porque parodia de una forma brillante las típicas pelis judiciales americanas en las que tienen que hacer numeritos para convencer al jurado. Y Anatomía de un asesinato me parece una mas.

Iniciado por muchogris

Eso esperaba cuando me puse a verla, pero es que bajo mi punto de vista me parece mediocre en muchos aspectos. Lo único decente es James Stewart. Las americanadas, ambiguedades, incoherencias, el teatreo y la carencia de ritmo me hacian imposible intrigarme lo mas mínimo en una historia de lo mas plana. Y es imposible empatizar con los personajes, ya que sus incongruencias desentonan revelando personalidades e intenciones ilógicas. Eso sumado a que no se crea expectación de ninguna forma mezclando perspectivas le quita todo el interés creado inicialmente. La verdad es que no entiendo que tiene de especial este film. Aunque Testigo de cargo se estrenó mas tarde, me parece perfecta porque parodia de una forma brillante las típicas pelis judiciales americanas en las que tienen que hacer numeritos para convencer al jurado. Y Anatomía de un asesinato me parece una mas.

Si acaso las típicas películas judiciales británicas (como lo era, por ejemplo, El proceso Paradine), puesto que la acción transcurre en un juzgado de Londres, el sistema judicial es distinto al norteamericano y además la película se basa en un relato de Agatha Christie, que ya había sido transformado en obra de teatro por la misma autora y que tuvo un gran éxito a nivel internacional.

En cuanto al film de Preminger, si por alguno cosa la historia del cine destaca a este director es precisamente por la minuciosidad de su dirección y la obsesión de su trabajo con los actores. La historia se basaba en un juicio real, de ahí probablemente que Preminger intentara reproducir al máximo los aspectos que rodearon el caso, sin recurrir a flashbacks: nunca "vemos" lo que pasó, sólo sabemos lo que dicen los afectados. A mí me encanta Lee Remick y el reparto me parece excelente, aunque admito que siempre he encontrado excesivamente histriónica la actuación de George C.Scott.

Vistas el fin de semana: Frank, de Lenny Abrahamson. Un joven teclista se une a una extraña banda musical cuyo peculiar líder esconde su rostro bajo una descomunal cabeza de cartón (interpretado por Michael Fassbender). El grupo se instala en la campiña irlandesa para grabar un disco, pero pasan los meses sin lograrlo. Finalmente, gracias al éxito de los vídeos caseros que el teclista sube a Internet, reciben la oferta de actuar en Estados Unidos. Curioso film, divertido y triste a partes iguales. A pesar de lo estrambótico de la propuesta, se deja ver sin que la verosimilitud chirríe en exceso. Al parecer, los guionistas se inspiraron en parte en el cantante Daniel Johnston.
Dheepan, de Jacques Audiard. Una vez más, el director francés entrega un film sólido, muy bien construido, tenso e impresionante. Una falsa familia tamil (un “matrimonio” con “su” hija), huidos de la guerra civil en Sri Lanka, consiguen instalarse en Francia, en un conflictivo suburbio, donde a él le ofrecen el trabajo de portero de un bloque de pisos. La zona es un nido de delincuentes y de traficantes de droga, lo cual genera una serie de tensiones que van a finalizar en una secuencia violentísima que recuerda sin duda Taxi Driver. Quizá la secuencia final resulta un tanto forzada:

Spoiler:

después de haber pasado por el infierno francés, la familia, ahora sí convertida realmente en tal, se ha instalado en Inglaterra, en un barrio tranquilo y apacible. El contraste es tan grande que uno duda de hasta qué punto es real, a no ser que la intención de Audiard sea disuadir a los posibles refugiados de instalarse en Francia. Aun así, me parece un excelente film.

Agente Contrainteligente (AKA The Brothers Grimbsy)

Pena me da ver a Louis Leterrier, responsable de productos disfrutables como El Increible Hulk o Ahora Me Ves, trabajando para Sacha Baron Cohen, quien ha tenido pelis mucho mejores que la que he tragado. Es una comedia tan zafia, de tan poca chicha, con algun momentillo que si que es divertido (o minimo, para soltar una sonrisa), eso si, Annabelle Wallis es un bombonazo, lastima que semejante producto no tenga el minimo de gracia que sus responsables, pensarian que tendria.

Bazofia.

Iniciado por Alcaudón

Amigo muchogris, ANATOMÍA DE UN ASESINATO de Otto Preminger es un pedazo de obra maestra inmarcesible. Y uno de los mejores trabajos de James Stewart. Y, probablemente, una de las mejores películas sobre juicios de la historia del cine.

A mí me pareció un tostón, casi una especie de recreación dramatizada de un juicio . En lo que no estoy muy de acuerdo es en la valoración que hace de Testigo de cargo, yo me lo pasé pipa con esa película , y mira que no soporto a Tyrone Power, y mira que el personaje de la Dietrich no puede ser menos verosímil.

Yo he revisitado este finde Masters del Universo (y de paso, he hecho unos cuantos dibujos bastante deleznables sobre el tema masteril ). Probablemente estemos ante uno de los mayores pufos del cine de los ochenta, y de la historia del cine en general. Si a mí me llegan a llevar al cine a ver esa película con 8-11 años, probablemente me habría llevado un berrinche de los gordos y habría dicho que es la mayor tomadura de pelo de la historia. A ver, que si, que la Cannon era baratona. A ver, que sí, que tenía problemas de pasta . Pero es que en ningún momento se molesta en disimular su condición de pastiche, que ni siquiera cumple con el propósito con que fue creado, y encima de notarse que faltaba presupuesto, se ve que faltaban ganas. Títulos de crédito copiados de los de Superman. Una banda sonora que parece un clon de la de Star Wars. Un castillo de Greyskull cuyos interiores parecen la Estrella de la Muerte. Olvídense de ver los coloristas villanos que acompañaban a Skelletor: el 90 por ciento son una suerte de stormtroopers random, a los que hay que sumar a la Duquesa de Alba, al primo malo de Mr. Proper, a un lagarto desechado de la serie V y a una cosa con pelos. Gwyldor es quizá el alivio cómico más insoportable de la historia (si dejamos de lado al inefable Jar Jar Binks).

La película empieza con un rollo de voz en off en que te hablan de la lucha del bien con el mal, de la luz y las tinieblas, con una matte painting del castillo de Greyskull que parece casí una plataforma petrolífera abandonada. Mal asunto, cuando una peli empieza así, el noventa por ciento de las veces sabes que lo que vas a ver va a ser un rollo. Entra Skelletor en escena (un Frank Langella que da la impresión de ser el único que se lo debió pasar en grande haciendo esta película): muy cabreado y asustante, dando zancadas (¡qué bien anda Frank Langella !) y pegando cacharrazos en el suelo con el báculo de obispo. Suena igual que Drácula, pero levantado ése día de muy mala leche y puesto hasta las trancas de anfetas. Con todo, ése Skelletor con capa de terciopelo, ademanes draculianos injertados en el Fantasma de la Ópera, frases lapidarias y que da la impresión de disfrutar como un enano haciendo la puñeta, es de lo poquito salvable de la película. Y además tiene las mejores frases y momentos ("háblame, He Man, de la soledad del bien. ¿Es comparable a la soledad del mal?"). A años luz de ese Skelletor en plan mamarracha que salía en los dibujos de Filmation . Pero resulta que Skelletor tiene que buscar la famosa llave cósmica -una de las dos que hay, él tiene la otra- para ganar la batalla definitiva y proclamarse...¡Máster del Universo..! Y para ahorrar costes, la película toma aquí probablemente la peor decisión que podía haber tomado y lo que hace que sea definitivamente una cosa fallida: hacer que los eternianos viajen a nuestra época, lo que nos deparará una sucesión de escenas ridículas y tópicas a la par que se nos muestra cómo se vivía en la feliz América de la era Reagan. No faltarán la típica parejita pastelosa de chavalines jóvenes que se enrollan ni el típico policía que se cree muy duro y suelta frases del tipo: "Fulano, haz café que va a ser una noche larga". En el momento en que se trasladan al nuestro mundo, la película pierde todo el poco interés que tenía, y cuando una película de éstas te aburre, mal asunto. Apenas consigue éste reavivarse algo en el confuso y atropellado tramo final.

Dolph Lundgren tiene el carisma de un farol apagado, y sus cambios de peso y forma físicas son ostensibles a lo largo de la película (hubo varias pausas largas en el rodaje por falta de presupuesto). ¿Seguro que no había un actor un poquito mejor para hacer de He Man? Meg Foster como Evil Lyn puede pasar pero sin pasarse, y de lo demás (entre los cuáles está una jovencita Courtney "Mónica Geller" Cox), mejor no decir nada. Con todo, a día de hoy mantiene un cierto encanto nostálgico y camp.

Revisada una de las películas más atípicas dentro de la amplia obra de Alfred Hitchcock: Valses de Viena. Estrenada en 1934, corresponde al momento más bajo de popularidad y de éxito comercial del maestro inglés, justo antes de El hombre que sabía demasiado, film que relanzó su carrera. La película adapta una opereta romántica que había tenido una exitosa carrera en el londinense Teatro Alhambra, teatro que estaba a punto de desaparecer (en su lugar se construyó el famoso cine Odeon de Leicester Square). Hitchcock es muy duro con el film en su entrevista con Truffaut, considerándolo uno de sus peores trabajos, un “musical sin música”, en palabras suyas, aunque música haberla hayla. Se nos cuenta el proceso de creación del celebérrimo vals “El Danubio azul”, firmado por Johann Strauss hijo, en tono de comedia de enredos. El joven compositor recibe la ayuda de una condesa bon vivant, que lo protege, lo que provoca los celos del marido y de la joven novia de Strauss, la hija de un famoso pastelero vienés. Además, se nos cuenta el conflicto generacional entre Strauss hijo y Strauss padre (encarnado por Edmund Gwenn), celoso también del posible éxito de su hijo y temeroso de que ponga final a su carrera.

Hitchcock hace lo que puede con una historia muy poco atractiva, que al parecer realizó exclusivamente por encargo y para pagar las facturas. Aun así, hay que reconocer la profesionalidad del británico, ya que introduce variados elementos narrativos que permiten que el film sea algo más que una comedieta de gorgoritos y trajes de época. Por ejemplo, la manera como ilustra el proceso de composición del vals “El Danubio azul”, por medio de la asociación de una serie de sonidos; o el suspense que crea en la secuencia del estreno del vals o, posteriormente, en la visita airada del marido de la condesa que cree que su mujer está en el piso del compositor. El final, con un Strauss padre que reconoce el éxito del hijo, también se resuelve con elegancia. Flojea el reparto y el sentido del humor hitchcockiano no consigue en esta ocasión salvar algunas secuencias algo torpes como comedia. Siempre he pensado que las mejores muestras de humor hitchcockiano se dan en films que no tienen nada de cómicos.

Iniciado por Jane Olsen

A mí me pareció un tostón, casi una especie de recreación dramatizada de un juicio ...

Creo que precisamente esa era la intención de Preminger: otorgar al film un marcado carácter realista. Hay un detalle curioso referido al uso de ciertas palabras y que ahora nos puede hacer reir. En imdb se comenta:

Part of the controversy surrounding this movie was because it included use of the words "bitch", "contraceptive", "panties", "penetration", "rape", "slut" and "sperm".

Iniciado por mad dog earle

Creo que precisamente esa era la intención de Preminger: otorgar al film un marcado carácter realista. Hay un detalle curioso referido al uso de ciertas palabras y que ahora nos puede hacer reir. En imdb se comenta:

Part of the controversy surrounding this movie was because it included use of the words "bitch", "contraceptive", "panties", "penetration", "rape", "slut" and "sperm".

Sí, mi madre me comentó que en su día, esta película había sido un escándalo , de ésas gravemente peligrosas.

El escándalo.

Se podría haber titulado perfectamente también La calumnia. Aburrido y anticuado melodrama de ambientación decimonónica basado en una novela de Pedro Antonio de Alarcón sobre un señorito de mala vida que esconde, bajo esa mala vida, un terrible secreto que lo lastra y que lo convierte en el fondo, en un infeliz. Sólo que este secreto en realidad se basa en una calumnia...calumnia que sin embargo le perseguirá y amenazará, junto con sus propios pecados del pasado, cuando intente cambiar de vida. Con estos materiales se podría haber tejido una buena historia, pero por desgracia las acartonadas interpretaciones, la moralina típica de la época y los rimbombantes diálogos lastran el conjunto de modo lamentable. Con todo, la ambientación de la época está lograda, y la dirección de José Luis Saénz de Heredia presenta algún que otro momento visualmente brillante.

REVISANDO CLÁSICOS: EL BIOPIC

THE LIFE OF EMILE ZOLA (1937) de William Dieterle.



Warner Bros. Pictures, Inc.

Tercera de las cuatro colaboraciones entre el director William Dieterle y el actor Paul Muni (DR. SOCRATES (1935, EL DOCTOR SÓCRATES, THE STORY OF LOUIS PASTER (1936, LA TRAGEDIA DE LOUIS PASTEUR), THE LIFE OF EMILE ZOLA (1937) y JUAREZ (1939)), las tres últimas junto con el productor favorito del primero, Henry Blanke (con obras maestras del calibre de JEZEBEL (1938, JEZABEL), THE ADVENTURES OF ROBIN HOOD (1938, ROBIN DE LOS BOSQUES), EL OLD MAID (1939, LA SOLTERONA), THE SEA HAWK (1940), THE SEA WOLF (1941) o THE MALTESE FALCON (1941, EL HALCÓN MALTÉS) y el director de fotografía Tony Gaudio (THE ADVENTURES OF ROBIN HOOD (1938, ROBIN DE LOS BOSQUES), THE LETTER (1940, LA CARTA) o HIGH SIERRA (1941, EL ÚLTIMO REFUGIO)). Y además tenemos al gran Max Steiner (ahí es nada, GONE TO THE WIND (1939, LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ) y otro porrón de obras maestras a sus espaldas) en la partitura.

Excelente ejemplo de película de denuncia, sólo posible en una compañía como era la Warner, el estudio más volcado en la temática reivindicativa y social e impensable en una época como los años '40 durante la Caza de Brujas donde el cine de denuncia era, en el mejor de los casos, mal visto y en el peor, directamente cortado de raíz.

Con el peculiar Paul Muni al frente del reparto, a la vez alabado y denostado, un auténtico actor del Método antes de que éste fuese siquiera creado, que entró en la Warner en 1933 con un contrato de 100.000 dólares para rodar dos películas por año y con el derecho a rechazar cualquier guión que no satisfaciera sus intereses.

Centrado en la vida del famoso escritor francés Emile Zola y su vital contribución al esclarecimiento del famoso caso Dreyfus (un oficial acusado de filtrar documentos secretos a los alemanes por el simple hecho de ser judío), la película sirve como un contundente mensaje contra la injusticia, el racismo y la intolerancia, hecha por un Zola ya entrado en años y con una vida ya acomodada y aburguesada, que no obstante, abandona y se vuelca, aún a riesgo de ser encarcelado, para denunciar un sistema corrupto, podrido hasta la médula y anclado en las más rancias esencias del clasismo y la intolerancia.

El parlamento final de Zola delante del jurado (un largo plano en una sola toma) es a su manera, tan contundente y elocuente como la famosa diatriba del gran Charles Chaplin en la premonitoria THE GREAT DICTATOR (1940, EL GRAN DICTADOR), uno de los mejores ejemplos de cine apasionado, visceral, levantador de conciencias y de fe en los seres humanos que nos ha legado el 7º arte.

Ganó, merecidamente, el Oscar a la mejor película, el mejor guión y al mejor actor de reparto (un excelente Joseph Schildkraut, como un digno Capitán Alfred Dreyfus). Grandes tiempos para el mejor cine. Ese que queda en el recuerdo. El que no pasará nunca.

Una excelente obra a recuperar y un gran, gran director a reivindicar (después de todo sólo rodó un buen montón de obras maestras).



P.D. Aquí sigo la modesta edición de Los Imprescindibles de El Corte Inglés (2012), que incluye libreto. La imagen correcta, con falta de nitidez, pero sin molestar y un subtitulaje digno.

Y, por favor, que ALGUIEN en ALGÚN país edite de una p... vez LA TRAGEDIA DE LOUIS PASTER. Recuerdo un lejanísimo pase televisivo cuando era niño. Es curioso que ahora que hay tantas cadenas y tanta programación ya nadie se preocupe por el cine clásico como antes. Mira que no me hinché a grabar las películas de la 2 en V.O.S.E. de grandes (y olvidados) clásicos de cine en mi querido VHS...

Iniciado por Alcaudón

Es curioso que ahora que hay tantas cadenas y tanta programación ya nadie se preocupe por el cine clásico como antes. Mira que no me hinché a grabar las películas de la 2 en V.O.S.E. de grandes (y olvidados) clásicos de cine en mi querido VHS...

Sólo por haber dicho éso, te voy a dar puntos de reputación de ésos. Por lo visto, ahora sólo interesa el júrbo y el pasteleo . Y éso que ahora tenemos tropecientos canales y no sólo dos y no hay censura . Por lo menos que se sepa...

REVISANDO CLÁSICOS: EL CINE NEGRO

BRUTE FORCE (1947) de Jules Dassin.



Mark Hellinger Productions, Inc. / Universal-International Pictures Co., Inc.

Película independiente del gran Mark Hellinger, primero como productor para la Warner (THEY DRIVE BY NIGHT (1940, LA PASIÓN CIEGA) o HIGH SIERRA (1941, EL ÚLTIMO REFUGIO) y luego por su cuenta (la excepcional THE KILLERS (1946, FORAJIDOS), la hoy mencionada y THE NAKED CITY (1948, LA CIUDAD DESNUDA)), es uno de los mejores ejemplos no sólo del cine carcelario, sino del cine negro en general de los años '40 y estrenada en un año (1947) de los más combativos contra la repulsiva Caza de Brujas, con obras como BODY AND SOUL (1947, CUERPO Y ALMA) o CROSSFIRE (1947, ENCRUCIJADA DE ODIOS), auténticas piezas maestras del cine de denuncia social y que supusieron para sus autores, en muchos casos, su inclusión en la Lista Negra.

Con un soberbio libreto del posteriormente (excelente) realizador Richard Brooks, una fotografía de mano del maestro William Daniels (el favorito de Greta Garbo) y una soberbia partitura del inmarcesible Miklos Rozsa, cuenta además con un reparto absolutamente excepcional, encabezado por los antogónicos Burt Lancaster y Hume Cronyn, aparte de un buen montón de caras conocidas del cine de la época, todos ellos soberbios, en una producción modélica y difícil de olvidar.

Contundente alegato contra la política de mano dura en las prisiones norteamericanas, donde el sádico personaje encarnado por un inconmensurable Cronyn actúa con total impunidad y donde se trenza un relato fatalista (ecos de FORAJIDOS...), pero plenamente reinvidicativo y con un claro mensaje antifascista y antitotalitario que sería cortado de raíz por los inquisidores y que tardaría en volver a aparecer en el cine USA hasta mucho tiempo después.

Elegante puesta en escena de Jules Dassin (que tuvo que abandonar los EEUU, la tierra de la libertad, en 1953), con cuatro piezas maestras dentro del género (BRUTE FORCE, THE NAKED CITY (LA CIUDAD DESNUDA), THIEVES' HIGHWAY (1949, MERCADO DE LADRONES) y NIGHT AND THE CITY (1950, NOCHE EN LA CIUDAD).

Otro pedazo de obra maestra a re-descubrir. Una pieza imprescindible. Y un alegato perfecto contra la inhumanidad y a favor de la dignidad que merece ser visto, una y otra vez.

Vista por primera vez Rojo y negro (1954), de Claude Autant-Lara, adaptación de la célebre novela de Stendhal del mismo título. Como sea que hace ya muchos años que la leí, no estoy muy seguro del grado de fidelidad de la versión cinematográfica, pero sí es fácil de comprobar cómo Autant-Lara y los guionista Jean Aurenche y Pierre Bost prescinden de la delirante parte final (los que conozcáis la novela ya sabréis a qué me refiero).
Autant-Lara entrega una adaptación pulcra, con cierto aire academicista, de larga duración (unos 185 minutos), que narra el ascenso y caída de un arribista, Jean Sorel, en la Francia postnapoleónica. Sorel, admirador de Napoleón, seminarista de origen humilde, asciende socialmente primero como instructor de los hijos de un representante de la burguesía provinciana y después como secretario de un noble parisino. En la primera familia mantiene una relación adúltera con Madame de Rénal, la esposa de su patrono, el alcalde de la población. En París, se convierte en amante de la hija del marqués de la Mole, una joven caprichosa y atrevida. Finalmente, cuando el matrimonio con la joven de la Mole está cerca de consumarse, Madama de Rénal vuelve a aparecer en forma de carta de denuncia. Ese hecho desencadena los trágicos sucesos que cierran la narración (y la película, aunque muy suavizados en la versión fílmica, tal como he apuntado antes).
Autant-Lara y los guionistas Aurenche y Bost eran en el momento del estreno (1954) los destinatarios de algunos de los más envenenados dardos de los jóvenes airados de la crítica francesa, como François Truffaut. La animadversión fue mutua, así que Autant-Lara mantuvo siempre una viva confrontación con los miembros de la llamada nouvelle vague. Luego, protagonizó algunos episodios muy polémicos, como encabezar las listas del Frente Nacional de Le Pen al parlamento europeo en 1989 o distinguirse por algunas declaraciones antijudías. Autant-Lara murió con 98 años en el 2000.
A mí, a pesar de todo, me ha parecido un film correcto, especialmente destacable por las interpretaciones de Gérard Philipe (un actor de un gran magnetismo, que desgraciadamente murió muy joven), como Jean Sorel, y de Danielle Darrieux (que, por cierto, ya ha cumplido los 99 años!! ¿No le dedicas un homenaje, Alcaudón? Que no sólo de actrices de Hollywood vive el cinéfilo), como Madame de Rénal

Por oposición, he revisado un film realizado sólo 10 años después, Bande à part (1964), por Jean-Luc Godard, quizá el máximo representante de la denominada nouvelle vague, ese movimiento cinematográfico que se creó en parte por reacción ante el cine francés que representaba por ejemplo Autant-Lara. Confieso que, a estas alturas, y después de muchos intentos, sigo sin poder hacerme con el cine de Godard. Admiro a Rohmer y a Resnais y Varda (aunque en estos dos casos es discutible su inclusión en el movimiento) y me gustan muchos films de Malle o Chabrol, directores más irregulares, incluso hace poco revisé completa la filmografía de Truffaut donde encuentro algunos films destacables (a pesar de que me parece un director muy sobrevalorado). Pero con Godard no puedo, y eso que Bande à part no es uno de sus films panfletarios y politizados. La película nos cuenta, en una mezcla genérica entre comedia y cine negro de serie B, las desventuras de dos cretinos y una lela (con el rostro permanentemente boquiabierto de Anna Karina), dedicados a lo largo del metraje a decir y hacer auténticas memeces, que cómo no rematan con un intento de robo de lo más patético. Vista hoy (más de 50 años después) la película quizá pueda conservar cierto interés como la aproximación pop a una época y a una generación, como retrato desprejuiciado del París de inicios de los 60, sus calles, sus bares, sus gentes, servido todo ello con un notable desparpajo y sin sentido del ridículo alguno. Pero Godard ha de dejar siempre su huella, en este caso en forma de insufribles comentarios en off, enunciados por él mismo con su irritante voz ceceante. Lo siento, pero es empezar a oír el acento zopas de Godard, pretencioso y afectado, y el film me expulsa. Me encantaría que alguien defendiera esta película, con algo más que el discutible recurso de referirse a Anna Karina, que si en Vivre sa vie me parece que consigue resultar conmovedora, aquí me resulta bastante insoportable.

Iniciado por mad dog earle

Por oposición, he revisado un film realizado sólo 10 años después, Bande à part (1964), por Jean-Luc Godard, quizá el máximo representante de la denominada nouvelle vague, ese movimiento cinematográfico que se creó en parte por reacción ante el cine francés que representaba por ejemplo Autant-Lara. Confieso que, a estas alturas, y después de muchos intentos, sigo sin poder hacerme con el cine de Godard. Admiro a Rohmer y a Resnais y Varda (aunque en estos dos casos es discutible su inclusión en el movimiento) y me gustan muchos films de Malle o Chabrol, directores más irregulares, incluso hace poco revisé completa la filmografía de Truffaut donde encuentro algunos films destacables (a pesar de que me parece un director muy sobrevalorado). Pero con Godard no puedo, y eso que Bande à part no es uno de sus films panfletarios y politizados. La película nos cuenta, en una mezcla genérica entre comedia y cine negro de serie B, las desventuras de dos cretinos y una lela (con el rostro permanentemente boquiabierto de Anna Karina), dedicados a lo largo del metraje a decir y hacer auténticas memeces, que cómo no rematan con un intento de robo de lo más patético. Vista hoy (más de 50 años después) la película quizá pueda conservar cierto interés como la aproximación pop a una época y a una generación, como retrato desprejuiciado del París de inicios de los 60, sus calles, sus bares, sus gentes, servido todo ello con un notable desparpajo y sin sentido del ridículo alguno. Pero Godard ha de dejar siempre su huella, en este caso en forma de insufribles comentarios en off, enunciados por él mismo con su irritante voz ceceante. Lo siento, pero es empezar a oír el acento zopas de Godard, pretencioso y afectado, y el film me expulsa. Me encantaría que alguien defendiera esta película, con algo más que el discutible recurso de referirse a Anna Karina, que si en Vivre sa vie me parece que consigue resultar conmovedora, aquí me resulta bastante insoportable.

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Me encanta cuando en esta sección se reseñan películas que nos han gustado, pero me gusta aún más cuando se reseñan las que no ...

ARMA DE DOBLE FILO (1969) de Sam Fuller.

Título maldito de Fuller, que sufrió cortes y cosidos de los productores, pero aún con todo una muy disfrutable posmodernización del noir situada en Sudán, con elementos típicos del autor: personajes turbulentos y no precisamente positivos, violencia y sordidez (conceptual y visual) no mainstream, puesta en escena inquieta, humor negro (ese final …), triángulo amoroso y femme fatale de raíz clásica … ; y a todo esto el éxotico toque de la localización, de un tesoro sumergido y tiburones poco amigables. A un paso del trash pero notable (para mi gusto) por su desvergüenza y virulencia.




MALONE (1987) de Harley Cokliss

Un exmercenario Burt Reynolds llega en su viaje por América rural, a un taller para arreglar su coche. Allí se enfrentará a un grupo de locos supremacistas patrióticos que dominan la región (aunque se extienden en otros grupúsculos por la mitad del país) y quieren echar a un hombre y su hija de su casa. Thriller característico de su década, solventado con eficacia por Cokliss, y bastante violencia gráfica. El prota podría haber sido perfectamente Charles Bronson. Entretenida.




ORO (1974) de Peter Hunt.

La fiebre del oro en Sudáfrica, confabulaciones de las compañías mineras para enriquecerse (aún más) a costa de las vidas de los trabajadores. La verdad es que no está nada mal, más que nada por la labor de Hunt, uno de esos “artesanos” por encima de la media (ya era él posiblemente lo mejor de “007 Al servicio secreto de su majestad”; además la notable cinta aventurera “Caza salvaje”), con cierto grado de sofisticación y estilo en la puesta en escena (por j. un comienzo de “realismo minero” muy bien filmado), Por lo demás, Roger Moore como (dudoso) ingeniero con modos 007 (again el Sr. Bond), una sorprendente escena con bomba y niñas inocentes y una resolución de la trama quizá demasiado previsible.

Yo prefiero el GODDARD de THE CABIN IN THE WOODS (2012)...

Iniciado por Alcaudón

Yo prefiero el GODDARD de THE CABIN IN THE WOODS (2012)...

¿Y no el de Másters del Universo ..?

No recuerdo haber visto dicha película... Soy más bien una cinéfago de cine clásico o sea , el que ya nadie (parece) ver...

A mi también me gusta el cine clásico, pero no sólo de pan vive el hombre . Y a los Másters del Universo los comentaba poco antes en este mismo hilo .