Si y no. Existe una cosa llamada
spotting sessions donde el director, junto con el compositor (y a menudo el productor y el montador), van viendo la película y deciden donde va a haber música, de que tipo y cuales son las razones para su uso en cada caso (narrativas, dramáticas, emocionales, descripción psicológica de los personajes...). Componer una música de primera categoría, bonita, que quede bien con las imágenes, lo puede hacer casi cualquiera con un mínimo de talento como compositor. Ahora,
hacer cine con dicha música es algo muy distinto. Y todos sabemos que Williams es un
compositor cineasta de primera clase, por ello está donde está.
Williams, por tanto, podía haber peleado con el director un uso más dramático y narrativo de la música, y de hecho acabó hastiado porque se desvirtuó el uso del motivo de dos notas del Tiburón por insistencia del director (#) en aras de una mayor espectacularidad sinfónica, motivo por el cual decidió no volver para Jaws 3.
Pero al mismo tiempo, Williams reconoció que la película, teniendo más o menos la misma base argumental, no tenía nada que ver con su ilustre precedente (forma elegante de decir que no era gran cosa) , y por tanto, aún no teniendo lugar para set pieces fundamentales en el discurso musical como
Man Against Beast o
The Shark Cague Fugue,
o momentos dramáticos y de suspense con toques de terror como The Indianapolis Story (que además ayuda a entender la forma de ser de Quint), participar en Jaws 2 sería una buena forma de ampliar el estilo post romántico iniciado en SW el año anterior, al mismo que le ofrecía la oportunidad de escribir nuevos temas para un mismo concepto, afrontando el reto de no repetirse estilísticamente.
Dada pues la mayor simpleza del material a todos los niveles (formal, dramático, narrativo), optó por centrarse en una música meramente descriptiva, por un lado, de las secuencias de acción, y por otro, de la belleza del mar, factor este que derivó en uno de los temas mas bellos de su repertorio.
Así las cosas, la de Jaws 2 resulta ser una composición que se limita a
engalanar y a acompañar, pero tratándose de Williams, esto se traduce en una partitura bella y vibrante, muy diferente de la entrega anterior. Más espectacular y elaborada (en cuanto a orquestaciones), menos austera e incisiva.
Podría incluso decirse que refleja la película: Jaws 2 es muy disfrutable para pasar un rato entretenido viendo como un tiburón se carga gente, sin darle demasiadas vueltas, y su partitura es una música exquisita de uno de los mejores compositores americanos de la segunda mitad del siglo XX. Nada más (¡y nada menos!).
El que busque algo más, ahí tiene Jaws 1.
De hecho, voy más allá, Jaws 2 es lo que hubiese sido Jaws 1 de no haberla dirigido Spielberg. Estoy convencido.
(#): (De
Filmtracks, cito extracto)
Most unfortunately, Williams cheapens the use of the rhythmic motif in this score; whereas his previous effort only utilized the theme to represent the blood pressure of the shark itself, its applications here are more stereotypical in that they are included in scenes not actually featuring the shark

. Vaya rollo te he soltado, perdona.
