Reconozco que no me resultó una experiencia demasiado gratificante, aunque sin duda el esfuerzo de Fassbinder es digno de elogio. Tampoco recuerdo que la novela de Alfred Döblin me resultara demasiado apasionante, no es lo que se dice una lectura "fácil". En cambio, Fanny y Alexander sí es una serie muy generosa con el espectador. También Secretos de un matrimonio, aunque de una manera distinta por lo crudo del planteamiento (se dice que después de emitirse por la televisión sueca se incrementó el número de divorcios y Bergman cuenta que muchas personas le consultaban sus problemas matrimoniales...¡pobres ilusos!).