Tema: Roman Polanski: revisando sus películas

Yo sabía que con "Tess", Campanilla, iba a abandonar "lo que hacemos en las sombras" (que gran película por diossss), y se iba a pasar por aquí, no falla!!!

Y también anunciar a la misma Campanilla y los foreros que estoy recogiendo firmas para hacer una moción de censura para que deje de ser moderadora, ya que sus comentarios son muy escasos y queremos más!!!!

Iniciado por mad dog earle

¡Qué callado te lo tenías, Campanilla! Siguiendo el ciclo sin pasar por aquí a retratarte.

La verdad es que sí . Pasaba únicamente a leeros y a daros las "Gracias" .

Pues tienes pendiente también Piratas y hoy o mañana comento Frenético. A ver ese comentario sobre Tess (y sobre la Kinski, por supuesto).

Vengo con los deberes hechos . Y "Frenético" la tengo vista, aunque quiero repetir. Deseando ese comentario tuyo .

A ver si hoy o mañana puedo escribiros algo . Aunque será más bien aportar alguna cosa, porque analizarla ya la habéis analizado estupendamente entre todos vosotros .

Iniciado por Alex Fletcher

Yo sabía que con "Tess", Campanilla, iba a abandonar "lo que hacemos en las sombras" (que gran película por diossss), y se iba a pasar por aquí, no falla!!!

Se me ve le plumero . (Grandísima, lo que me pude reír ) .

Y también anunciar a la misma Campanilla y los foreros que estoy recogiendo firmas para hacer una moción de censura para que deje de ser moderadora, ya que sus comentarios son muy escasos y queremos más!!!!

. Bueno, eso es más bien por otros motivos, de verdad. Moderación no quita tanto tiempo (por lo menos en mi caso que sólo modero Cinefilia y alguna cosilla más ). Pero mi día a día es un poco justito. A veces me queda muy poquito rato para entrar aquí. Debería tener más horas de ocio .

Mi odisea para hacerme con Tess es digna, no caeré en el atrevimiento de decir que de una película, pero sí de un cortometraje en clave bufa

Tras pasar por mi biblioteca habitual, donde no la tenían, me subí, en coche, a la otra biblioteca de la ciudad, que no voy nunca porque queda lejos y se aparca fatal. Allí encontré Tess ¡milagro! en sus estanterías, más cuando fui a sacarla, no encontraron el DVD: solo estaba la carátula

Me fui pues al único videoclub que queda en mi ciudad, y donde me dediqué a buscar la película por sus estanterías "Drama" y "Romance" ya que allí lo ordenan en estanterías por géneros. Sin resultados, me decidí a preguntar a la dueña, y resulta que sí la tenían, pero estaba a la entrada del videoclub, nada más entrar hay una estantería, una sección "Recomendados" con películas clásicas y nuevas que el videoclub te recomienda: allí estaba Tess, al fin

Poco sabía el reverendo lo que iba a desencadenar cuando detiene al alcohólico por el camino para hablarle, para decirle que ha estado haciendo estudios genealógicos y revelarle que el alcohólico pertenece a una estirpe de gran antiguedad y distinción. Si el buen párroco hubiera sabido lo que su declaración iba a provocar, en ese hombre, en su familia, en especial en su hija Tess, igual que una piedra arrojada al agua remueve el fondo creando numerosas ondas, quizás el buen reverendo se hubiera callado la boca en ese momento, aunque por supuesto, no habría habido película.

Leyendo hace muchos años "007 al servicio secreto de su majestad" de Ian Fleming, recuerdo que Bond comentaba cómo la heráldica y los antepasados nobles le "soltaban" la lengua a la gente, inflamaban su ánimo y les hacían hablar de su familia y su pasado sin cuidado alguno, cosa muy conveniente para un espía. La conclusión a la que Bond llegaba se refrenda en Tess, donde la posibilidad de pertenecer a una familia de rancio abolengo convierte a ese don nadie en una criatura prepotente y le llena la cabeza de absurdas ideas imposibles, que alardea en la taberna, delante de los demás hombres, que le contemplan con incredulidad y desdén, mientras él va mostrando los viejos objetos que posee y que validan su pertenencia a la estirpe de los D'Uberville.

Tess es enviada a ver a la rama de la familia con dinero (donde descubriremos en un giro irónico, que estos simplemente, son "nuevos ricos" que compraron el título, es decir, el apellido es algo que se vende cuando se necesita dinero y se compra cuando se necesita prestigio o respeto). Allí conocerá a Alec, un insensible y cínico vividor, decadente y de vuelta de todo, y allí comenzará el descenso de Tess al infierno.



No me resisto a apuntar que los pájaros a los que que Tess silba, después de que Alec la enseñe, los de la fotografía, son gorriones de java, pájaros que yo he aprendido a criar desde pequeño, los crío "a mano" y los dejo sueltos por la casa e incluso en el jardín, ya que siempre vuelven, y ahora mismo mientras escribo esto tengo a dos silbándome a mi

Tess nos es presentada como una joven inexperta e ingenua en cierta forma, pero tampoco hay duda que, desde su primer encuentro, ella reconoce el peligro que supone Alec para ella, rechaza su contacto y su cercanía y lo contempla con enorme desconfianza, hasta que es "seducida" (término de la época, lo que hoy llamamos sin ambajes violación) por él. De hecho la dicotomía de términos para hablar de lo mismo forma parte del tagline principal de la película (Vivía en un mujndo donde lo llamaban seducción, no violación. ¡Lo que ella hizo acabó para siempre con ese mundo!).

Tess huirá para trabajar en el campo, donde dará a luz y enterrará a su hijo, escenas narradas con especial gusto y sin estridencias, en lo que, sin duda, en manos de otro director, se habría convertido en un festival de lágrimas, aquí es resuelto con buen gusto y estilo. Allí Tess conocerá a Angel, aprendiz de lechero pero con alma de revolucionario.

Angel y Alec son los dos hombres que marcarán la vida de Tess, pero también son opuestos que marcan el pasado y el futuro del mundo. Así, Alec es el representante del pasado, del mundo victoriano, de una aristocracia rancia y abusiva, de costumbres y tradiciones arcaicas y absurdas, carente de valores, aburridos y decadentes, capaces de hacer y deshacer a su antojo sin pagar un precio por ello, un mundo de cacerías, herencias, tierras y mansiones, excentricidades y caprichos.

Angel en cambio, representa al futuro, las nuevas ideas que van a cambiar primero, borrar después, ese mundo victoriano, las revoluciones de quienes viven esclavizados por la gente como Alec, de los campesinos y los sirvientes, el fin de la religión como obligación del pueblo, la ruptura radical con el pasado. Polanski se complace mostrándonos la vida y el trabajo en el campo, las nuevas máquinas que van a hacer irrupción en el mundo rural y que lo cambiarán todo, el lento transcurrir de una vida penosa, el paso de las estaciones... curiosamente, ninguno de los dos hombres, a pesar de su antagonismo natural, ve a Tess como lo que es. Para Alec es un mero objeto sexual como otras tantas. Para Angel, es una virgen. Para ambos es una figura (ya sea positiva o negativa) pero no una mujer, un ser humano igual que ellos.

La película ganó 3 Oscars (de 6 nominaciones) en mi opinión, merecidísimos, dirección artística, vestuario y fotografía, esta última empezada por el grandísimo Geoffrey Unsworth que falleció, debiendo ser sustituido. Soy un gran fan de Unsworth, de sus trabajos en 2001, Asesinato en el orient Express, Zardoz, Superman (su forma de retratar el maravilloso ambiente bucólico de Smalville en las escenas en que Clark Kent es adolescente me parecen maravillosas, de lo mejor de la película).



No había visto nunca Tess. He de decir que Nastassja Kinski se come la película, su juventud, su enorme belleza, esos ojos capaz de transmitir todas las tragedias que le tocará sufrir... cuando era pequeño, mis padres se quedaron en el salón viendo "El beso de la pantera" y a mi me mandaron a la salita, cosa habitual cuando querían ver películas de terror o "subidas de tono" En la salita había una tele pequeña, portatil, y allí me puse, prácticamente sin volumen, a ver "El beso de la pantera". Vi hasta aquella escena en que la pantera le arranca el brazo al cuidador del zoo, escena que me transmitió tal terror, que apagué la tele. Pero nunca me olvidé de la inmensa belleza y de aquellos ojazos.





Nunca había visto Piratas. De ella solo sabía dos cosas, que su carátula en el videoclub me atraía muchísimo, aunque nunca llegué a alquilarla, y que fue un fracaso en su época, y un tropiezo para la valía artística de Polanski.

He preferido no leer nada de vuestros comentarios para no influenciarme, y hasta ayer que pude acabarla, solo sabía que la protagonizaba Walter Matthau. He de decir que su primera parte me parece buena, incluso muy buena. Toda la escena inicial en el bote, con los absurdos intentos de canibalismo del capitán Red, el abordaje del barco español y las muchas correrías y tropiezos de los dos pillos por cubierta, el intento de crear un motín gracias a la rata en la sopa, el fracaso del mismo y la "comida de rata" para Red y Frog, el nuevo motín... todo ello se me hizo ameno, incluso divertido. Creo que esa parte, realmente funciona.

De repente, llegan al escondrijo donde están los compinches de Red, uno de los cuales le confundirá con un fantasma, pues todos le creen muerto... y ahí, no sabría explicar porqué, la película deja de interesarme prácticamente por completo, y pasa a producirme tal sopor que la acabé con desgana.



Walter Matthau es un buen actor cómico, especialmente cuando se juntaba con Jack Lemmon, esta pareja cómica me encanta desde que vi de niño algunas de sus películas que echaban por la tele en los años 80. Pero aquí, si bien su presentación inicial en el bote naufragado, la considero aceptable (su fanatismo por el oro, su carácter religioso "de boquilla"...) y durante el primer intento de motín todavía consigue gustarme, después pierde mucho. Le falta garra, a su Red le falta carisma, parece un pirata de cartón piedra a pesar de los intentos de Polanski de dotarle de personalidad propia.

Si Matthau, buen actor cómico en general, está de "suficiente" y poco más, qué decir del resto. Su compañero, Frog, es un personaje que no dice absolutamente nada, no tiene apenas recorrido en toda la película, y parece siempre más un observador que un participante. Habría hecho falta en ese papel a alguien con brío, alguien avispado, "vivo" que hubiera sabido infundirle un carácter un poco más "lazarillo" al papel.

Qué decir de Charlotte Lewis, la socorrida sobrina del gobernador que servirá un poco de todo: rehén para rescate, enamoramiento del joven Frog... la actriz, la recuerdo como partenaire de Eddie Murphy en "El chico de oro" rodada ese mismo año, y creo que nada más, y tanto la indefinición del personaje como las escasas tablas de la actriz convierten el personaje en poco más que un personaje-florero.

Da la impresión de que Polanski amaba las cintas de piratas clásicas y que intenta aquí imitarlas, así, lo tenemos todo: batallas a cañonazos, batallas a espada, un viejo pirata fanfarrón y gruñón, el joven aprendiz inexperto y enamorado de la dama en apuros, el tesoro del que todos quieren apoderarse... pero nada de ello parece destacar por sí mismo, da la impresión de que, más que una película de piratas, es un álbum de recortes de los típicos motivos y arquetipos de películas de piratas.

Se encuentran, sin embargo, ineludibles notas "polanskianas" desde ese ya mencionado agujero en la pared por el que puede observarse el codiciado trono, al final circular, de nuevo, Red y Frog en un madero / balsa, con oro, pero escasos víveres y futuro incierto. Tenemos a Ferdy Mayne como el capitán del galeón español moribundo...

Aunque al principio como digo, promete, la película se queda en apenas nada. Parece que los años 80 no fueron una época provechosa para Polanski, Tess es del 79, pero la experiencia fue tan frustrante (y un relativo fracaso en taquilla) que el director polaco tardó siete años en ponerse de nuevo tras las cámaras, para, con un film de piratas, algo bastante arriesgado para la época, coronar un rotundo fracaso (la película apenas recaudó lo que costó). Los nefastos 80 se cerrarían con "Frenético" que revisé hace un par de años y revisaré de nuevo hoy, y los 90, en mi opinión, fueron mucho más propicios y favorables para Roman, aunque lo mejor de su carrera sigue quedándose, en mi opinión, en los años 60/70.

A mi también me dejó en shock la escena del cuidador en "el beso de la pantera", la vi de teeneger y además, el cuidador, Ed Begley Jr. le tenía mucho aprecio de la serie "A cor obert" (no se como era en castellano).



La serie fue una especie de "al salir de clase" a lo estadounidense, ya que salió una buena hornada de actores (no como en al salir de clase)

Iniciado por Charles Lee Ra

...
Los nefastos 80 se cerrarían con "Frenético" que revisé hace un par de años y revisaré de nuevo hoy, y los 90, en mi opinión, fueron mucho más propicios y favorables para Roman, aunque lo mejor de su carrera sigue quedándose, en mi opinión, en los años 60/70.

Mañana, sin falta, publico mi comentario sobre Frenético. Esta semana voy con un poco de retraso. Ya avanzo que su aportación hitchcockiana (casi de manual) me parece una película simpática, pero poco más. Desde luego, después de Tess Polanski pasó por un bajón creativo notable. Quizá como compensación conoció y se casó con Emmanuelle Seigner, con la que continúa casado y con dos hijos. Precisamente, Frenético fue la entrada de Seigner en la filmografía polanskiana.

Y yo todavía pendiente de ver PIRATAS. Eso me pasa por leer primero vuestros comentarios.

Por cierto, que ante la muerte de Stanley Donen se puede jugar a buscar puntos de contacto de Frenético con Charada, también hitchcockiana a su manera, y ambientada en París, un París más de postal que el de Polanski, eso sí.

FRENÉTICO sólo la he visto una vez (no recuerdo si en el cine - lo más probable - o por la tele) pero no tengo un gran recuerdo de ella.

Iniciado por Alcaudón

FRENÉTICO sólo la he visto una vez ( no recuerdo si en el cine - lo más probable - o por la tele) pero no tengo un gran recuerdo de ella.

No creo que la revisión te cambie demasiado esa impresión. Eso sí, se deja ver y Harrison Ford y la Seigner muestran cierta química (aunque ella demuestra que todavía era una actriz muy verde).

De las siguientes sólo llegué a ver LUNAS DE HIEL, LA NOVENA PUERTA y EL PIANISTA. Y no ha vuelto a revisarlas desde entonces.

Frenético (Frantic) (1988)



Después del sonoro fracaso de Piratas, Polanski buscó un proyecto más fácil de realizar y que le permitiera recuperar su cotización comercial. Así, con guion propio y de Gérard Brach (aunque también participaron en él, sin acreditar, Jeff Gross y Robert Towne), producción de la Warner y de Thom Mount (uno de los productores de Piratas... que parece que no escarmentó), y un equipo técnico ya habitual (repite Witold Sobocinski en la fotografía, junto al montador Sam O’Steen, el diseñador de vestuario Anthony Powell o el diseñador de producción Pierre Guffroy), además de la presencia de Ennio Morricone en la banda sonora, Polanski rodó su film “hitchcockiano”, que parece copiar directamente de los modelos del maestro inglés (o al menos algunos de los elementos más superficiales del cine de Hitchcock).

Tenemos a una pareja de norteamericanos llegando a un París que les resulta extraño, a pesar que pasaron allí la luna de miel hace 20 años. Él es el doctor Robert Walker (Harrison Ford, todo un puntazo visto desde el lado comercial, en uno de esos papeles que hubiera podido interpretar Cary Grant para Hitchcock), un médico que ha de participar en un congreso internacional, y que ni lee, ni habla, ni entiende el francés, pero como se dirá más adelante es un americano y está loco (“I’m an american and I’m crazy”), o sea, es tan temible como el médico que encarnaba James Stewart en El hombre que sabía demasiado, capaz de remover cielo y tierra para recuperar a su hijo, y es que con la familia norteamericana no se juega.

En esta ocasión el desaparecido no es un hijo (tienen dos, pero se han quedado en Estados Unidos), sino su esposa, Sondra (Betty Buckley). Pero vayamos por partes. La película se inicia con la imagen de una autopista de entrada a París, por la cual circula un taxi que los transporta desde el aeropuerto hacia la ciudad.



El taxi sufre un pinchazo, lo cual parece ser como una premonición de lo que ocurrirá más adelante. Una vez ya inmersos en el bullicio del tráfico parisino se nos muestra un camión de la basura antes de la llegada a Le Grand Hotel. Instalados en la habitación descubren que han recogido una maleta que no es suya. Mientras Walker se ducha, la mujer atiende una llamada y deja la habitación con un vestido rojo: el marido no entiende las explicaciones que le da ella debido al ruido del agua (la cámara encuadra el plano desde detrás de Walker, dentro de la ducha, en uno de los mejores efectos visuales de la película).



A partir de este momento se supone que el espectador se “ha de solidarizar” con el doctor desesperado por averiguar qué ha pasado: ni en el hotel saben dar alivio a su preocupación (necesitará encontrar al conserje del turno de mañana), ni la policía francesa parece darle más importancia (ya se sabe: si una mujer desaparece en París y abandona a su marido es que debe tener un amante), ni siquiera la embajada de Estados Unidos le presta ayuda (uno de los funcionarios, por cierto, es John Mahoney, el inolvidable Martin Crane, el padre de Frasier).

Walker solo tiene algunas pistas: la pulsera de su mujer, que haya en un callejón cercano; el testimonio de un borrachuzo (Dominique Pinon) de que al parecer la subieron a la fuerza en un coche; o el del conserje, que dice que dejó el hotel con un hombre que la rodeaba con el brazo.

Finalmente, decidirá abrir la maleta ajena para buscar allí alguna respuesta.



Una caja de cerillas (detalle también muy hitchcockiano, recordemos por ejemplo Con la muerte en los talones) de un bar parisino, el Blue Parrot, con un número de teléfono y el nombre de Dédé, le permitirá tirar de un hilo que le acabará llevando hasta la joven propietaria de la maleta extraviada, Michelle (Emmanuelle Seigner). La acción va encadenándose más o menos a fuerza de tópicos: encuentra a Dédé, un traficante de drogas, muerte en el piso; va al aeropuerto con Michelle a recuperar la maleta (reintegrada a la compañía aérea) y se encuentra con otros doctores que asisten al congreso; procura evitar a la policía porque le han amenazado con la muerte de su mujer si no entrega a los secuestradores algo que Michelle transportaba en la maleta (evidentemente, no podía faltar el MacGuffin, en este caso el Krytron, un detonador para armas nucleares), persecuciones, peleas, algún tiroteo, equilibrios en el tejado del piso de Michelle (como si, nuevamente, se tratara de Con la muerte en los talones), etc.





Todo acabará desembocado en una secuencia final situada junto a la réplica de la Estatua de la Libertad que hay en el Sena (por cierto, Hitchcock planteó también el clímax final de Sabotaje en la auténtica estatua neoyorquina... que como es sabido fue un obsequio del gobierno francés). Todo ello narrado con cierta agilidad por Polanski pero sin demasiado interés ni tensión, como un mero pasatiempo, un divertimento, aunque aquí no podemos hablar de parodia.

La película tiene varios problemas: 1) no tenemos tiempo de conocer a la mujer de Walker para que nos preocupe su desaparición; 2) los villanos, unos supuestos agentes árabes, no tienen ningún interés, y es bien sabido que un film de intriga de estas características vale habitualmente lo que valen sus villanos (por ejemplo, ese espléndido James Mason de, una vez más, Con la muerte en los talones); 3) los “otros villanos”, unos agentes israelíes, parecen dos personajes sacados de alguno de los cortos iniciales de Polanski, un par de tipos absurdos y ridículos; 4) la relación entre Walker y Michelle, aunque tiene cierta química, no va más allá, con lo que la “aventura” del doctor no acaba de adquirir un barniz erótico que sería de agradecer, además de que el comportamiento de Michelle, de manera especial en la última secuencia, resulta poco verosímil. Queda para el recuerdo una escena de baile, que parece prefigurar la de Michael Douglas y Sharon Stone en Instinto básico, al son de “I've Seen That Face Before”, tema de Astor Piazzolla interpretado por Grace Jones.



En el clímax final (bastante mal resuelto, no sé si como consecuencia de las modificaciones obligadas por la productora) se da la coincidencia del vestido rojo que visten ambas mujeres, esposa y amiga (que no amante), lo cual se prestaría quizá a algún tipo de interpretación osada, pero que me temo que el resultado final no permite.



De hecho, parece ser que la productora forzó a recortar el film en unos 15 minutos y a variar el final, final por cierto que vuelve a la circularidad tan cara a Polanski: salvada la mujer, ambos abandonan París por una de las autopistas que llevan al aeropuerto, en dirección contraria al inicio (y mientras cae la noche, a diferencia del inicio, en que empezaba el día), siendo un camión de basura uno de los últimos planos que vemos dentro de la ciudad. A diferencia de películas como Charada, también un ejercicio hitchcockiano situado en París (dirigida por el recientemente fallecido Stanley Donen), Polanski no saca partido de las típicas estampas parisinas, más bien ofrece una visión apagada, grisácea de la llamada Ciudad de la Luz. Quizá es en las secuencias puertas a dentro, tanto en el hotel, como en casa de Dédé, como en el piso de Michelle, todos ellos espacios bastante opresivos, casi asfixiantes, cuando Polanski parece encontrarse más a gusto, mientras que las secuencias en exteriores, las de acción, resultan, a mi modo de ver, poco atractivas.

En resumen, creo que la película da poco de sí, parece un trabajo alimenticio, de poca ambición creadora, pero que supongo que le sirvió a Polanski para resarcirse en parte del castañazo de Piratas. De todas formas, pasaron otros cuatro años antes de estrenar su siguiente film, Lunas de hiel, que será la película de esta semana, y que en su día, cuando la vi de estreno, no me gustó nada de nada. A ver qué nos deparará la revisión.

Muy de acuerdo con todo lo que dices. Aunque se aleja de lo mejor del director a mi me sigue pareciendo entretenida, y esa escena del baile es un contraste brutal entre la sexualidad que desprende Harrison Ford y la cara de que hago aquí de Signer:



A Polanski le gustan los bailes...

Para evitar influencias (negativas) en mi comentario sobre FRENÉTICO prefiero leer los vuestros después de incluir el mío. No quiero que me pase como con PIRATAS. Al final tantas reseñas negativas me han hecho replantearme la conveniencia de visionar la película.

En mi caso, como todo son revisiones, esa influencia "perversa" no me afecta. Eso te pasa por no haberlo seguido en su día cuando se estrenaron las películas.

(Duplicado)

Pues a mi me parece perfecto que Harrison Ford no se líe con la chavala, entre otras cosas porque daría razón a los idiotas de la embajada y porque quedaría ridículo el empeño de su odisea para encontrar a su mujer. Quizás hecho en falta un poco más de metraje que la tenga un aprecio paternal llegando al final para que quedase más creíble la pena que viven de regreso en taxi al aeropuerto.

También lo que siempre me ha llamado la atención es la diferencia de edad de la mujer del personaje de Harrison Ford, la veo muy mayor.

El apartamento de Dee Dee y el descansillo recuerdan al de "El quimérico inquilino".

Iniciado por Birkiki

Pues a mi me parece perfecto que Harrison Ford no se líe con la chavala, entre otras cosas porque daría razón a los idiotas de la embajada y porque quedaría ridículo el empeño de su odisea para encontrar a su mujer. Quizás hecho en falta un poco más de metraje que la tenga un aprecio paternal llegando al final para que quedase más creíble la pena que viven de regreso en taxi al aeropuerto.

También lo que siempre me ha llamado la atención es la diferencia de edad de la mujer del personaje de Harrison Ford, la veo muy mayor.

El apartamento de Dee Dee y el descansillo recuerdan al de "El quimérico inquilino".

Pero no lo es, de hecho es cinco años más joven que él (Ford es de 1942 y Buckley de 1947), otra cosa es que ciertamente Harrison Ford mantiene una apariencia más joven, pero también es verdad que la mujer sale muy poco.

Sobre lo primero que dices, es cierto, pero habría la posibilidad de ver otro juego entre los personajes que se refuerza con el hecho de compartir mujer y amiga vestido rojo, es como si el doctor Walker volviera viente años atrás a París, en su luna de miel, y se encontrara con Michelle. Pero como bien dices la película refuerza más el papel casi paternal de Walker, aunque haya momentos insinuantes como el baile en "A Touch of Class". No creo que si se hubieran enrollado eso comportara que su esfuerzo fuera ridículo, más bien hubiera aportado una capa más de complejidad a la historia, aunque quizá nos hubiera llevado a dudar de que alguien en esa situación esté para amoríos con una desconocida.

Por cierto, gracias a esta peli fui a ver esa estatua de la libertad a Paris a orillas del Sena (no es un sitio turístico) y es una zona igual de fría y aséptica que la de la peli. Todo lleno de rascacielos de oficinas.

Y la estatua de marras es como la hija pequeña de la de Nueva York, liliputiense a su lado. No es un lugar demasiado frecuentado, yo también fui expresamente a buscarla.

Bueno, lo cierto es que todavía voy por los comentarios de La semilla del diablo así que como no había dejado mis impresiones, aunque ya la había visto varias veces, aquí lo hago...

A mí es una película que me provoca escalofríos ya desde la primera de las tomas con esa nana siniestra que escuchamos. Además, la banda sonora de Komeda es sencillamente magistral, rara vez se ha visto el tema sectario, paranoico (¿o no?), con esa temática que tanto me gusta de persona que se siente amenazada en un entorno donde no puede confiar en nadie como en esta obra maestra.

Los actores están todos estupendos, en especial Ruth Gordon (magnífica) y me encanta tanto Farrow como Cassavetes. La chica da el pego de maravilla como persona frágil y él tiene un aspecto de cínico idóneo para el papel, que no veo en el deseado Robert Redford. Otra cosa que me encanta son las visitas al siniestro doctor Sapirstein.

Con todo, quisiera destacar algo muy curioso y es la forma en la que Polanski rueda la película. Me refiero no sólo al uso de los angulares, algo aún más presente en la genial Repulsión, sino a la forma en la que te obliga a inclinar la cabeza como deseando ver la parte que te omite voluntariamente en los planos. El director de fotografía comentó en una ocasión que cuando miró a través del visor de la cámara se encontró con que en la composición que le proponía Roman la persona que salía en el cuadro quedaba medio ocultada por una pared y le dijo ¡pero Roman, no está bien, la actriz sale cortada! a lo que el franco-polaco respondió: ¡así debe ser! Se cuenta que en los cines los espectadores movían todos la cabeza como deseando ver lo que faltaba, una forma de introducir aún más en la película a quien la está viendo. Es una obra en la que te sumerges plenamente.

Por cierto, hay algo en la película que sólo se percibe si la ves con el sonido al volumen adecuado ¿por qué se oye Para Elisa de Beethoven, me parece que era eso, muy de fondo? ya no recuerdo si había explicación porque hace 9 años que no la veo. Creo que se oía la misma música en otra película suya.

De paso, como veo que ya vais por la peli de Harrison Ford eso quiere decir que se ha dejado atrás la sublime El quimérico inquilino de momento comentaré que quien la haya visto se acuerde de ella cuando pueda ver El escritor puesto que es un "remake" como dije hace bastante. Es decir, en la de Ewan hay numerosas similitudes con la protagonizada por el propio Roman. Dejo en spoiler algunas (hay muchas más) pero hace al menos 5 años que no las veo, es lo que recuerdo:

Spoiler:

-Llega a un lugar en el que va a vivir sustituyendo a otra persona.
-A quien sustituye ha "perdido el sitio" en extrañas circunstancias.
-El lugar en el que residirán no es tan adecuado como podría parecer en un principio.
-A ambos se les intenta introducir en las costumbres del anterior, en un intento de transformarles en el otro.
-Los dos tienen relaciones con una mujer del lugar.
-Los dos encuentran pistas en los objetos personales de la otra persona.
-Hay una sensación de inquietud constante para los dos, de no poder confiar en nadie.
-Ambas peliculas tienen escenas en las que sienten su vida en peligro.

BÚSQUEDA FRENÉTICA

Este en mi segundo visionado, he disfrutado algo más que en su primero, para mi es un film que va de más a menos, pero de manera superlativa, el disfrute de no saber que está pasando, hasta que empieza haber alguna luz en el túnel, por allá a la hora y cuarto, es para mi lo mejor del film. Sino me falla la memoria, la cámara vuelve a no despegarse del protagonista, alguna escena hay sin él, pero muy pocas, por ejemplo cuando ella está con los agentes o espías israelitas (o de donde sea, me ha parecido leerlo), Harrison Ford no está presencialmente, pero está en la habitación de al lado, creo que es cuando dice la celebre frase de soy americano y estoy loquísimo, y se lleva un buen hostión.

También en su primera hora y sus problemas con el idioma, me parece muy acertado, ya que, en ningún momento, cuando se habla en francés, dichas frases son subtituladas (por la menos en mi bluray, que por cierto luce muy bien), poniéndonos más aún en el personaje de Ford. Vallet vuelve a incidir en problemas de socialización por parte de Polanski plasmado en estos detalles, diciendo que nunca se adaptó a los USA e incluso a Francia, por ser inmigrante polaco....ya es cansino este recurso para llenar hojas.

Me encanta ese Paris sucio, triste, que no sea de postal, la torre Eiffel, está pero de decoración, es un film feista, y se agradece. También pienso que Polanski domina a la perfección las escenas interiores ("Un dios salvaje" será quizá lo más extremo, ahora mismo no recuerdo ningún exterior) y cuando sale a fuera, parece que no está tan suelto ni tan fluído.

Sobre Ford, me parece fantástico, si bien es cierto tiene el mismo perfil de siempre, el de cascarrabias, el que parece que está cabreado con todo el mundo, antes incluso del incidente, tiene el mismo rostro, no veo diferencias, pero aquí funciona y mucho, no se si sonríe en algún momento en el film, quizá al inicio con alguna escena con su mujer, pero poco hay de eso. Y sobre la Seigner, tiene mucho más peso su presencia física, y sobretodo con su vestimenta, que cuando abre la boca, ahí se le nota verde aún. Ya después más veterana, tampoco me parece una estupenda actriz, para mi una Huppert de saldo (en mis principios siempre las confundía), no recuerdo una peli suya que me dejase marcado, en Huppert sólo a bote pronto me viene la ya analizada por aquí "Elle".

Esto lo que respecta a lo bueno o interesante del film, lo malo, pues a partir de que se van descubriendo las capas, no hace más que afear el film en su forma, y es también cuando el personaje de la Seigner toma más peso, sus motivos económicos no son razón para tanto riesgo digo yo, se implica demasiado sin saber muy bien porque, quizá atracción física, porque ese baile que se marca no es en busca de amistad paternal, me encanta la pose de Ford, la lucha "aferrissada" (no me sale el adjetivo en castellano sorry) entre lo que dice su cabeza y lo que dice su entrepierna.

Cuando sale a la palestra ya en su parte final, el tema del terrorismo, me digo a mi mismo, "mierda!!! esto se encamina a un "Juego de Patriotas"!!!", pero con escenas de acción chusqueras. Los terroristas por una parte, los "buenos" por el otro, y Ford , la chica y su mujer por el medio. La escena final, lo mejor que tiene es el simbolismo, porque lo demás es casi de vergüenza ajena, afea todo el film en sus formas, pero bueno es lo que hay. No se vuelve a entender la reacción de la Seigner, dándolo todo por la Kryptonita esa, exigiendo el dinero en un momento de tan anticlímax....bueno, en resumen no me creo ese personaje, sólo su vestimenta sexy (yo también celebro que no haya escena de beso).

En resumen pues, me quedo con su primera mitad, dejándome muy satisfecho por las razones expuestas, para después gatillearme lentamente hasta su final, por las razones también ya expuestas. Y ahora mi primera "lunas de hiel".

Iniciado por Mizoguchi

...
Por cierto, hay algo en la película que sólo se percibe si la ves con el sonido al volumen adecuado ¿por qué se oye Para Elisa de Beethoven, me parece que era eso, muy de fondo? ya no recuerdo si había explicación porque hace 9 años que no la veo. Creo que se oía la misma música en otra película suya.

Sí, es el "Para Elisa" de Beethoven, la típica música que se suele utilizar para mostrar que alguien está estudiando piano. No sé si es la misma música, pero también se oye a alguien practicando con el piano en The Tenant.

Iniciado por Mizoguchi

De paso, como veo que ya vais por la peli de Harrison Ford eso quiere decir que se ha dejado atrás la sublime El quimérico inquilino de momento comentaré que quien la haya visto se acuerde de ella cuando pueda ver El escritor puesto que es un "remake" como dije hace bastante. Es decir, en la de Ewan hay numerosas similitudes con la protagonizada por el propio Roman. Dejo en spoiler algunas (hay muchas más) pero hace al menos 5 años que no las veo, es lo que recuerdo:

Spoiler:

-Llega a un lugar en el que va a vivir sustituyendo a otra persona.
-A quien sustituye ha "perdido el sitio" en extrañas circunstancias.
-El lugar en el que residirán no es tan adecuado como podría parecer en un principio.
-A ambos se les intenta introducir en las costumbres del anterior, en un intento de transformarles en el otro.
-Los dos tienen relaciones con una mujer del lugar.
-Los dos encuentran pistas en los objetos personales de la otra persona.
-Hay una sensación de inquietud constante para los dos, de no poder confiar en nadie.
-Ambas peliculas tienen escenas en las que sienten su vida en peligro.

Lo tuyo con lo de los remakes es ya un clásico (como con lo de los plagios), ya lo encontraba a faltar. Los elementos que citas, más o menos, se pueden encontrar en ambos films, pero de ahí a considerar que es un remake... en absoluto. Primero, porque una, The Tenant, es la adaptación, bastante fiel como comentamos, de una novela de Roland Topor escrita una década antes que la película de Polanski. Segundo, porque The Ghost Writer es también una adaptación (en este caso no sé si fiel o no, porque no la he leído) de otra novela, de Robert Harris, escrita unos años antes que el film. O sea, una cosa es encontrar puntos de contacto entre ambos films que nos pueden hacer pensar que empujaron a Polanski a rodarlo, que se sintió atraído por una historia que le permitía seguir explorando ciertos temas tratados en The Tenant (de hecho, también hay notables puntos de contacto entre Repulsion, Rosemary's Baby y The Tenant), pero decir que es un remake simplemente no se ajusta al significado de la palabra.

Iniciado por Alex Fletcher

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Y sobre la Seigner, tiene mucho más peso su presencia física, y sobretodo con su vestimenta, que cuando abre la boca, ahí se le nota verde aún. Ya después más veterana, tampoco me parece una estupenda actriz, para mi una Huppert de saldo (en mis principios siempre las confundía), no recuerdo una peli suya que me dejase marcado, en Huppert sólo a bote pronto me viene la ya analizada por aquí "Elle".

¡Pero si no se parecen en nada, ni físicamente ni como actrices! Para mi Isabelle Huppert es una de las grandes actrices del cine francés, mejor, del cine mundial. En Elle, por supuesto, está espléndida, pero es que además tenemos sus diversas contribuciones al cine de Claude Chabrol (son muchas, pero quizá mi preferida es La ceremonia) y muchas más, porque es una actriz muy prolífica. Seigner, con los años, ha ido claramente de menos a más. Tanto en las dos últimas de Polanski, La venus de las pieles y Basada en hechos reales, como en otra espléndida película de François Ozon, Dans la maison, está francamente bien. En Frenético tenía solo 22 años y era su primer papel de relieve en una carrera que empezaba.

Sí, tienes razón mad dog earle, pero digo precisamente "remake" entrecomillado porque no se puede hablar de tal cosa, me refiero así a ello porque tiene un montón de situaciones similares pero son dos películas diferentes. De todos modos, cuando llegues a ella posiblemente encuentres alguna más, faltan varias, hay muchísimas coincidencias.

Iniciado por Mizoguchi

Sí, tienes razón mad dog earle, pero digo precisamente "remake" entrecomillado porque no se puede hablar de tal cosa, me refiero así a ello porque tiene un montón de situaciones similares pero son dos películas diferentes. De todos modos, cuando llegues a ella posiblemente encuentres alguna más, faltan varias, hay muchísimas coincidencias.

Vale, no interpreté las comillas en ese sentido, como se trata de un término anglosajón las comillas (como la cursiva) también se pueden utilizar para marcar que no se trata de una palabra castellana. Estamos de acuerdo entonces. Podemos jugar a encontrar esas similitudes cuando la revisemos.