Si es así se equivocan. El cine (como lugar) no es el sitio indicado para ligar. Hablar de cine sí puede dar mucho juego, como también lo daría comentar el teatro del absurdo o la pintura de Kandinsky, pero a los que nos gusta el cine nos suele molestar mucho cualquier distracción en la sala.
Creo que aciertas al decir que la provocación es un arte que requiere conocimiento y clase para tener valor. Aquí, por desgracia, no estamos disfrutando ni de lo uno ni de lo otro, y eso empobrece la charla.