Pero, como siempre digo, eso es más bien culpa de la juventud, no de las películas. Yo tengo 25 años, y flipo con Casablanca o Häxan, como también flipo con Transformers o Los Vengadores.
El cine que es bueno de verdad, lo fue ayer, lo es hoy, y lo será mañana. Otra cosa es que los nuevos espectadores estén cada vez peor acostumbrados y sólo busquen lo fácil.
Bajo mi punto de vista, el gusto y las preferencias cinéfilas no están condicionadas por la generación que te ha tocado vivir, sino por el paladar mejor o peor educado.