No sé de dónde sacas que ese texto en particular me desagrada. Lo cité en mi comentario porque me pareció relevante para enmarcar la película. Lo que me desagrada son muchos aspectos de la película en sí, por lo que tiene de timorato acercamiento al estamento militar, en este caso naval. Yo mismo resalté que Wouk era exmilitar de la Marina, y no parece que escribiese la novela precisamente para arremeter contra la Navy. Con todo, la novela no la he leído (según dices, tampoco tú, salvo menos de una cuarta parte), por lo que me ahorro juicios sumarios sobre la relación entre novela (y la posterior obra de teatro) y película, aunque se encuentran numerosas referencias apuntando a notables diferencias entre una y otra.
Pareja que fueron matrimonio, fruto del cual nació Miguel Ferrer, inolvidable para todos los que admiramos Twin Peaks. Un Miguel Ferrer que, como es fácil de adivinar viendo el nombre de la madre, era primo de George Clooney.
Discrepo por completo. Ciertamente, hay ambiguedades en el guion (si no las hubiera, sería meramente un panegírico, un panfleto, y no lo es, aunque apunta maneras), pero de ahí a señalar a la Marina como culpable me parece que hay una distancia enorme. Para algo tenían a un comodoro como asesor técnico.
Pues es algo que deberías justificar mucho más, en mi opinión. No veo nada en la película que invite a llegar a esa conclusión. Desde las fanfarrias militares a los agradecimientos y rótulos preventivos, pasando por el discurso final de José Ferrer en la celebración, no me parecen que sean acusatorios de la Marina en absoluto. Al contrario, la Marina tiene sus defectos, por supuesto, porque es una institución humana, pero en ningún caso se cuestiona el estamento en sí. El que sí queda completamente cuestionado, infamado hasta la caricatura, es el "intelectual", el personaje de MacMurray. Es la manzana podrida que pone en peligro el Caine.
De todas formas, te quedas solo en el "mensaje". Hay muchos más detalles poco acertados en el film, como por ejemplo la ridícula relación amorosa entre el alférez Willie Keith (el malogrado Robert Francis) y la "cabaretera" que interpreta May Winn (nombre del personaje que la actriz adoptó como nombre profesional).
Y reitero, como ya hice en mi comentario, que Bogie tendía a la sobreactuación cuando retrataba a personajes desequilibrados. Por muy espectacular que resulte su testimonio en el juicio, con las bolitas de marras (secuencia que le mereció elogios múltiples y que, en buena medida, ha cimentado la fama del film), a mí me parece una interpretación excesiva, incluso diría que contraproducente, si es que realmente se quiere encontrar un "mensaje" en la película.