Tema: Humphrey Bogart: revisando sus películas (1941-1956)

Iniciado por Alcaudón

Detesto a S. M.

Iniciado por Alex Fletcher

Si Verhoeven iguala el nivel de Elle con su nuevo trabajo, me doy por satisfecho.....eso sí, el tema promete: VERHOEVEN ---> MONJAS. Que se puede esperar?

Y la pereza que me da ver Matrix he vuelto, es inmensa!!!!! Yo creo que para ir calentito a dormir mejor ver la de Verhoeven

Yo también estoy con el hype por las nubes con Benedetta. La de Matrix la compraré por completismo, pero no por ver si se toman unas pastillas de colores u otras.

Alicia en el País de las Maravillas...

Se hace revisión de la revisión? lo digo porque hoy en el mercadillo he conseguido en BD el halcón maltés, lástima que llegó 3 semanas tarde!!!! Veo que la edición patria es de CINECOM, tengo miedo, pero la mía es más grande, de la Warner.

Si te apetece, por qué no? Eso me recuerda a cuando era más jovencito e iba al cine. Antes, al menos, te podías quedar a ver otra sesión. Más de una peli me tragué dos veces seguidas. Recuerdo Paseando a Miss Daisy, toda la tarde emocionado

Iniciado por Alex Fletcher

Se hace revisión de la revisión? lo digo porque hoy en el mercadillo he conseguido en BD el halcón maltés, lástima que llegó 3 semanas tarde!!!! Veo que la edición patria es de CINECOM, tengo miedo, pero la mía es más grande, de la Warner.

Si se trata de The Maltese Falcon se puede revisar "non stop" tantas veces como el cuerpo aguante. "Es un sueño".

Tengo casi finiquitado el comentario de CASABLANCA pero estoy reventado y tengo ganas de cenar.

Aprovecharé después para verme la siguiente del ciclo, ACTION IN THE NORTH ATLANTIC (1943), de Lloyd Bacon, para así ponerme mañana/pasado con el comentario y ponerme al día.

Por cierto, Bacon también dirigió la que será mi siguiente entrega del ciclo Bette Davis, la excelente MARKED WOMAN (1937), con un magnífico guion del luego director Robert Rossen.

Seguimos a la escucha.

07. CASABLANCA (1943, ídem)



Director: Michael Curtiz.

Producción y distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.

Productor: Hal B. Wallis.

Guion: Julius J. y Philip G. Epstein y Howard Koch, a partir de la obra teatral de Murray Burnett y Joan Alison.

Fotografía: Arthur Edeson, en blanco y negro (1.37:1).

Dirección artística: Carl Jules Weyl.

Decorados: George James Hopkins.

Música: Max Steiner.

Montaje: Owen Marks.

Reparto: Humphrey Bogart (Rick Blaine), Ingrid Bergman (Ilsa Lund), Paul Henreid (Victor Laszlo), Claude Rains (Capitán Louis Renault), Conrad Veidt (Comandante Heinrich Strasser), Sydney Greenstreet (Ferrari) y Peter Lorre (Ugarte).

Rodaje: del 25 de mayo al 3 de agosto de 1942.

Duración: 1 h 38 m 24 s. (Copia en DVD editada por Warner en 2003); 1 h 42 m 34 s. (Copia en BD editada por Warner en 2008).

Estreno: 23 de enero de 1943, con preestreno el 26 de noviembre de 1942.







...

París (1940) > Casablanca (1941) > Lisboa (1941)…

…

Here we go again…

Punto n.º 1:

Siempre he considerado al húngaro Michael Curtiz [Manó Kertész Kaminer] (1886-1962) como uno de los mejores directores del Hollywood clásico a pesar de que nunca ha cotizado al alza en la bolsa de los amantes al Séptimo Arte.



De hecho, siempre me ha parecido sorprendente el que mucha gente ensalce sus películas y en cambio le niegue el pan y la sal haciendo ver que las mismas son fruto exclusivamente del estudio para el que trabajaba, en este caso la Warner Bros. de Darryl F. Zanuck, Hal B. Wallis y Steve Trilling… y, por supuesto, Jack L. Warner, bajo cuyo mando estaban los anteriores.

Un ejemplo perfecto para demostrar la absoluta confianza que el estudio tenía en él es el hecho de firmó la mayor parte de las películas que la Warner rodó en (el extraordinariamente costoso) Technicolor en los años ‘30 y ‘40.

De esta forma Curtiz filmó 7 de los 10 primeros largometrajes facturados con dicho procedimiento por la Warner entre 1937 y 1943, el año en que se estrenó (oficialmente) la cinta hoy comentada.

A saber…

GOLD IS WHERE YOU FIND IT (1938), ROBÍN DE LOS BOSQUES (1938) [con William Keighley], DODGE, CIUDAD SIN LEY (1939), THE PRIVATE LIVES OF ELIZABETH AND ESSEX (1939), DIVE BOMBER (1941), CAPTAINS OF THE CLOUDS (1942) y THIS IS THE ARMY (1943).

Como podéis ver entre ellas se encuentra al menos una de las grandes obras maestras del cine de aventuras…



E incluso si nos retrotraemos todavía más en el tiempo Curtiz rodó las dos últimas películas en Technicolor de dos tiras, dos muy estimulantes cintas de corte fantástico y/o de terror como son EL DOCTOR X (1932) y LOS CRÍMENES DEL MUSEO (1933) y que ya tuve tiempo de comentar, long time ago, en “el otro rincón”…

En palabras de su colega William [Wilhelm] Dieterle (1893-1972):

“Cuando un director no era bastante rápido o causaba problemas, lo reemplazaban generalmente por Mike [Curtiz].

Mike lo hacía todo. Podía terminar una película a las once de la mañana y comenzar las siguiente a las 13 horas. Tenía un talento extraordinario; no siempre sabía a dónde se dirigía, pero tenía tal instinto de lo que era el cine, que siempre llegaba. Yo, no. Sin guion era un inútil”.

- Extrato del (magnífico) libro “William Dieterle: Antifascismo y compromiso romántico” de Hervé Dumont (Festival Internacional de Cine de Donostia/San Sebastián y Filmoteca Española, 1994). -

Prueba de su extraordinaria fecundidad es el hecho de que durante su etapa Warner (de 1926 a 1954) rodó la friolera de 87 (¡!) películas.

Tan sólo en 1943 estrenó de una tacada CASABLANCA, MISSION TO MOSCOW y THIS IS THE ARMY.

Punto n.º 2:

Independientemente de la valoración que haga cada uno CASABLANCA y LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1940) pueden considerarse con toda justicia como los ejemplos supremos del mejor cine romántico de todos los tiempos.

Dado que he dedicado el punto n.º 1 a su director, me gustaría hablar en este otro de la que puede considerarse con toda puridad (al igual que en el caso de la otra cinta mencionada) la persona a la que cabe atribuírsele el mayor grado de autoría de la película, sin menoscabo como decía del extraordinario trabajo de Curtiz y sus colaboradores.

Me refiero, lógicamente, al excelente productor Harold Brent Wallis (1898-1986), bajo cuyo ala protectora surgieron buena parte de las mejores cintas que facturó el estudio creado por los hermanos Warner. durante los años 1933 a 1944.



- Curtiz, Bergman, Wallis -

Paradójicamente, el enorme éxito de público y de crítica de la película hizo que Wallis tuviera que abandonar la compañía.

Jack L. Warner no le perdonó a Wallis que fuese este y no él quien recogiese no sólo el premio a la mejor película sino (especialmente) el prestigioso Irving G. Thalberg Memorial al mejor productor en la ceremonia del 2 de marzo de 1944 en la que CASABLANCA se llevó 3 (película, director y guion adaptado) de las 8 estatuillas a las que optaba.

Pero antes de esa salida por la puerta de atrás todavía tendremos oportunidad de disfrutar de una pequeña joya como será la entrega n.º 10 del presente coleccionable, PASAJE A MARSELLA (1944) – aunque en realidad sería la 11ª… - , a la que siempre (y equivocadamente) se ha considerado como una copia de CASABLANCA, quizás porque Wallis, sabiamente, volvió a contar con buena parte del reparto y del equipo técnico de la anterior (Bogart – lógicamente -, Rains, Greenstreet, Lorre; Robinson, Weyl, Hopkins, Steiner, Marks).

Por todo ello y sin ánimo de empequeñecer, como decía, la formidable puesta en escena de Fleming (y compañía) y de Curtiz en las respectivas LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ y CASABLANCA, los dos nombres más importantes que jamás debemos olvidar son los que aparecen a continuación en los títulos de crédito...





Punto n.º 3:

Un guion simplemente perfecto.

En el verano de 1940 Murray Burnett y Joan Alison escribieron la obra teatral “Everybody Comes to Rick’s” pero que jamás llegó a pisar las tablas.

Gracias a la genial intuición del lector de guiones de la Warner, Stephen Karnot, la misma fue adquirida rápidamente por el estudio por la (no tan) módica cantidad de 20.000 dólares.

Recordemos que la obra ni siquiera se había estrenado.

A Aeneas MacKenzie y Wally Kline les cupo el honor de pergeñar el primer tratamiento de la misma.

A continuación la dupla Epstein (Julius J. y Philip G.) se encargaron del primer libreto.

Debido a que los gemelos estaban colaborando a la vez en los guiones de la serie de documentales WHY WE FIGHT (1942-1945), de Frank Capra, no pudieron dedicarle el tiempo necesario para completarlo.

De esta forma entraría en juego Howard Koch, a quien se le atribuyen los contenidos más netamente políticos de la historia.

Sin embargo, al poco de iniciarse el rodaje se unió el prestigioso Casey Robinson y cuya contribución – anónima – fue decisiva puesto que fue él quien potenció superlativamente el romanticismo que destilaba la historia de (des)amor entre Rick (Bogart) e Ilsa (Bergman).



También colaboró, aunque efímeramente, Lenore Coffee.

Y, por supuesto, Hal Wallis, quien ideó el diálogo final entre Rick y Renault (Rains) y que incluye una de las líneas más hermosas que uno ha podido escuchar dentro (o fuera) de una sala de cine…

“Louis, presiento que este es el comienzo una hermosa amistad”.

A pesar de lo que pueda parecer los guionistas no se sucedieron unos a otros sino que todos ellos intervinieron en distintas fases de la preproducción e incluso durante el propio rodaje.

Si nos atenemos a lo que cada uno de los arriba citados ganó como medida de su contribución al libreto final la cosa quedaría tal que así:

Epstein, 15.208 dólares cada uno

Robinson, unos 6.000 dólares (incluidos en el concepto “cambios en el guion”)

Koch, 4.200 dólares

MacKenzie, 2.150 dólares

Kline, 1.983 dólares

Coffee, 750 dólares

Punto n.º 4:

Un reparto insuperable.



Aprovechando que estamos manejando cifras la indicación de lo que cada uno de los protagonistas se llevó al bolsillo es indicativo del caché de cada uno en aquel momento, aunque ello no tenía por qué implicar el que su nombre se encontrara por delante de los títulos de crédito.

Sigo el orden de los mismos:

Bogart, 36.667 dólares

Bergman, 25.000 dólares (3.125 por semana, durante 8 semanas)

Henreid, 25.000 dólares

Rains, 22.000 dólares (4.000 por semana, durante 5 semanas y media)

Veidt, 25.000 dólares (5.000 por semana, durante 5 semanas)

Greenstreet, 7.500 dólares (3.750 por semana, durante 2 semanas)

Lorre, 2.333 dólares (1.750 por semana, durante 1 semana y un tercio)

De hecho, podemos comprobar cómo la máxima estrella del cine mudo alemán (junto a Emil Jannings), el gran Conrad Veidt (1893-1943), fue el mejor pagado de todos ellos, más incluso que el trío estelar.



Lástima que apenas pudiera disfrutar de las mieles del éxito puesto que falleció el 3 de abril de 1943, apenas dos meses después del estreno (triunfal) de la película.

Por cierto, Veidt protagoniza uno de los escasos gazapos que se le pueden atribuir a la película (aparte del ya mencionado por Roy Earle de la gabardina de Rick) como es el hecho de que se presente sin su escolta - toda una temeridad por su parte - al aeropuerto donde se supone que Victor Laszlo (Henreid) va a partir rumbo a Lisboa.



Sólo de esta forma Wallis pudo culminar su jugada maestra de reunir a los cinco protagonistas en un mismo escenario y que los dos arriba citados pudieran huir de las garras de los alemanes.



Como curiosidad, el personaje que encarna el siempre genial Peter Lorre y que es el que servirá de pistoletazo de salida de la trama al robar (y asesinar previamente) a los dos correos alemanes que portan los visados que necesitan Victor e Ilsa para poder seguir con su lucha fuera de la influencia germana lleva un nombre… vasco, como es Ugarte.



Es más, Ugarte es un barrio del pueblo donde yo nací, Valle de Trápaga/Trapagaran y en el que viví hasta que recientemente me ubiqué en la capital, Bilbao.

https://www.trapagaran.net/es-ES/Tur...as/Ugarte.aspx

A la cama no te irás sin saber una cosa más…

Greenstreet, el otro secundario de lujo, no tiene tanta importancia en la trama como Ugarte pero siempre es un placer ver a este orondo actor sea cual sea el papel que represente...



... y su inveterada manía de acabar con toda (molesta) mosca que se cruce en su camino...

Como bien decís, Heinreid, un actor un tanto inexpresivo todo sea dicho (y eso a pesar de coprotagonizar otra de las obras maestras del melodrama como es LA EXTRAÑA PASAJERA (1942), de Irving Rapper, junto a – quién si no – Bette Davis), no encarna tanto a una persona de carne y hueso como a un ideal.



- Por cierto, la estación parisina en la que Rick y Sam (Wilson) cogen el tren hacia Marsella es la misma que la que podemos ver en dicha película. -

Por eso las miradas de Ilsa hace él son de índole completamente distintas de las que se cruza con Rick.

Y en verdad que es emotiva la escena en la que todos los clientes del café cantan al unísono “La Marsellesa”.

Pero que todo el mundo lo tenga claro.

Independientemente de los contenidos antifascistas de la película y que son capitales para el devenir de la historia lo que siempre nos quedará no es París, que también, sino la maravillosa historia de amor entre dos seres que se necesitan desesperadamente.



Me resulta ciertamente incomprensible que ni Bogart ganase el Oscar al mejor actor y todavía menos que Bergman ni siquiera fuese nominada, aunque sí lo fue por una cinta mucho menor (aunque tampoco despreciable) como POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS (1943), de Sam Wood…

… y donde pudimos verla por primera vez en rutilante Technicolor y con su espléndida melena recortada...



El productor de la mencionada LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, David O. Selznick, que la tenía bajo contrato, la cedió a la Warner por 25.000 dólares, los mismos que ganaría la actriz por su participación en la película.

El papel de Ilsa fue el lanzamiento al estrellato de la actriz sueca – que aquí encarna a una noruega – y que pronto se convertiría en una de las principales musas de Alfred Hitchcok, en títulos como RECUERDA (1945), ENCADENADOS (1946)...



... o ATORMENTADA (1949).

En ese sentido deviene capital la extraordinaria fotografía en blanco y negro de Arthur Edeson que mima el rostro de la actriz hasta convertirlo prácticamente en el de una diosa.

Y una sonrisa capaz de derretir un témpano. Incluso el corazón (aparentemente) de hielo de Rick...



Si Laszlo es un icono de la libertad frente al totalitarismo, Ilsa lo es de la pureza de los sentimientos frente a la sinrazón del mundo en el que les ha tocado vivir a los protagonistas.



Pocas veces se ha visto en la pantalla una pasión (contenida) como la que se da entre Rick/Bogart e Ilsa/Bergman.

Nunca Bogart estuvo mejor ni Bergman más arrebatadora.



CASABLANCA convirtió en estrella a Bergman del mismo modo que EL ÚLTIMO REFUGIO lo había hecho antes con Bogart.

O una “hermosa amistad” como la que se da entre el primero y Louis, seguramente el personaje más poliédrico de la película.



Louis, de hecho, es uno de esos “villanos con encanto” que pueblan la filmografía del mago del suspense, como pudimos comprobar cuando revisamos la magistral ENCADENADOS, donde Bergman y Rains volvieron (felizmente) a reencontrarse.



Y tampoco nos olvidemos de la (no tan) relativa importancia del personaje encarnado por el afroamericano Sam, el pianista que no sólo es el paño de lágrimas de Rick sino también quien una, desuna y vuelva a unir a la pareja.



Este es otro nexo de unión entre CASABLANCA y LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ.

Recordemos qe la actriz de color Hattie McDaniel le arrebató la preciosa estatuilla a su compañera de reparto, Olivia de Havilland, que encarnaba a la inolvidable Melanie Hamilton.

Y tal vez el más claro de todos ellos.

La inmortal música de Max Steiner (1888-1971), uno de los mejores compositores de bandas sonoras de la Historia del Cine.

El arrebatado romanticismo que impregna ambas partituras eleva las cintas a unos niveles pocas veces alcanzados.

Curiosamente, a Steiner no le gustaba la canción “As Time Goes By” de Herman Hupfeld y que procedía del musical “Everybody’s Welcome” (Sam S. Shubert Theatre, Nueva York, 13 de octubre de 1931) e intentó sustituirla por una de su propia cosecha.

Difícil imaginar CASABLANCA sin la presencia de una canción que ha pasado a la eternidad.

E imposible olvidar esta perfecta simbiosis entre el cine más combativo y el romanticismo más exacerbado que jamás se haya visto en la gran pantalla.

Y cada vez que la veo siempre albergo la esperanza de que esta vez Ilsa no se marche y permanezca con Rick hasta el final de sus días.



Esa es la magia del cine.

Hay grandes películas.

Hay obras maestras.

Pero sólo hay una CASABLANCA.

Bonita review, Alcaudón. Me ha gustado. Casi tanto como la película. De pequeño, la primera vez que la vi no estaba preparado aún. Pero creo que algo queda en el subconsciente y que hace que años más tarde, vuelva a retomar, esta vez sí, con mucha más fuerza su visionado y con mucha más pasión.
Yo creo que esa es la palabra clave: la película rezuma pasión, pero no la fogosidad sensual (que también en algunos momentos) sino la pasión por unos ideales, la pasión por encontrar el lugar en el mundo de cada uno, la pasión por luchar contra los totalitarismos, y hasta la pasión por volver, aunque sea por un momento, a ser felices.

Por cierto, aquel año el premio a mejor actor concedido por la Academia fue a parar a manos de Paul Lukas por Alarma en el Rhin (junto a la Davis). Ya conté la anécdota de que Lukas se hospedó durante un tiempo en una de las casitas donde mis abuelos eran los porteros. Por allí pasaron otros ilustres del Hollywood de la época, desde guionistas, algún actor más o director. La mayoría eran desconocidos para la gente de aquí, y esa tranquilidad era precisamente lo que andaban buscando.

Una película, por cierto, que ya comenté ya sabéis dónde... cuando vivíamos días de vino y rosas...

CASABLANCA es el ejemplo supremo de cómo se puede rodar una película arrebatadoramente romántica sin que los protagonistas apenas se lleguen siquiera a rozar.

Iniciado por Alcaudón

Una película, por cierto, que ya comenté ya sabéis dónde... cuando vivíamos días de vino y rosas...

CASABLANCA es el ejemplo supremo de cómo se puede rodar una película arrebatadoramente romántica sin que los protagonistas apenas se lleguen siquiera a rozar.

Cierto. Que aprendan los de Pasión de gavilanes Cada vez que uno lo piensa, creo que es más evidente que aquello llegara a ser finalmente esa obra maestra (aquí no creo que tengamos duda sobre la denominación).

Iniciado por Alcaudón

Una película, por cierto, que ya comenté ya sabéis dónde... cuando vivíamos días de vino y rosas...

CASABLANCA es el ejemplo supremo de cómo se puede rodar una película arrebatadoramente romántica sin que los protagonistas apenas se lleguen siquiera a rozar.

Y pensar que los protagonistas iniciales (según creo recordar) eran George Raft, Ann Sheridan y Ronald Reagan... para el papel de la chica también se pensó en Hedy Lamarr.

Iniciado por tomaszapa

Por cierto, aquel año el premio a mejor actor concedido por la Academia fue a parar a manos de Paul Lukas por Alarma en el Rhin (junto a la Davis). Ya conté la anécdota de que Lukas se hospedó durante un tiempo en una de las casitas donde mis abuelos eran los porteros. Por allí pasaron otros ilustres del Hollywood de la época, desde guionistas, algún actor más o director. La mayoría eran desconocidos para la gente de aquí, y esa tranquilidad era precisamente lo que andaban buscando.

Sí, que lo comentaste, que bien, una pena que no haya documentos gráficos de ello, vamos fotos, fotos, fotos...

Lo cierto es que Bogart fue el actor que Wallis siempre tuvo en mente para encarnar al inolvidable Rick a pesar de la oposición de Jack Warner que lo detestaba - el sentimiento era mutuo - pero al que reconocía su tirón en taquilla.

Y lo mismo en el caso de los otros protagonistas.

En el caso de Bergman y como era norma en Selznick este solía vigilar celosamente la cesión que hacía de sus estrellas a los grandes estudios.

Por su parte Henreid aceptó el papel con la condición de que su nombre apareciese junto al de los dos anteriores, con el mismo tamaño de letra y por tanto precediendo al título de la película.

O sea que es un bulo ampliamente extendido el que Raft, Sheridan y bla bla bla fuesen la primera elección por parte de la Warner.

Por cierto, ayer me vi ACTION IN THE NORTH ATLANTIC y he de admitir que me gustó bastante. Además es una película que no creo haber visto antes aunque ya sabéis que la memoria es frágil.

Esta noche intentaré ponerme con el comentario aunque hoy me he despertado muy pronto sin ningún motivo especial lo que me ha permitido finiquitar la crónica anterior y mañana me tengo que levantar pronto porque tengo extracción de sangre...

... y eso que mi padre siempre decía que no tenía sangre en las venas...

Por cierto, huevos con... bacón en los rincones Davis y Bogart dado que el director de igual apellido (Bacon) se encargó de la dirección de la muy atractiva MARKED WOMAN (1937) que será, rodillas mediante, mi próxima entrega para la sección que lleva la querida amiga hannaben.

Iniciado por cinefilototal

Sí, que lo comentaste, que bien, una pena que no haya documentos gráficos de ello, vamos fotos, fotos, fotos...

Es que lo de Paul Lukas hace la tira de años. De los años 50 sería. Lo que me contaba mi padre de Lukas es que era un hombre muy educado y elegante. Por cierto, una vez vi hace muchos años, alguna foto de Anthony Quinn, que era amigo de un poeta que había en estas casitas, y en ella aparecía con el servicio de la casa donde estaba de invitado. Lo que recuerdo es que le sacaba medio metro a todos los demás. Era altísimo y muy sonriente, siempre de broma.

08. ACTION IN THE NORTH ATLANTIC (1943)



Director: Lloyd Bacon.

Producción y distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.

Productor: Jerry Wald.

Guion: John Howard Lawson, basado en una historia de Guy Gilpatric.

Diálogos adicionales: A. I. Bezzerides y W. R. Burnett.

Fotografía: Ted McCord, en blanco y negro (1.37:1).

Dirección artística: Ted Smith.

Decorados: Clarence Steensen.

Música: Adolph Deutsch.

Montaje: George Amy.

Reparto: Humphrey Bogart (Teniente Joe Rossi), Raymond Massey (Capitán Steve Jarvis), Alan Hale (“Boats” O’Hara), Julie Bishop (Pearl O’Neill), Ruth Gordon (Sarah Jarvis), Sam Levene(Abel “Chips” Abrams), Dane Clark (Johnnie Pulaski), Peter Whitney (Whitey Lara) y Dick Hogan (Cadete Robert Parker).

Rodaje: del 3 de septiembre a finales de noviembre de 1942.

Duración: 2 h 07 m 26 s.

Estreno: 12 de junio de 1943.









Si antes hablaba del menosprecio de la crítica, que no del público, hacia la figura del húngaro Michael Curtiz, qué decir del todavía más desconocido Lloyd Bacon (1889-1955) (que no sé por qué siempre tiendo a confundir con Frank Lloyd (1886-1960), quien por cierto llegó a producirle una película al mismísimo Alfred Hitchcock... ) quien acabaría sus días como director filmando en 3-D los (protuberantes ) encantos de la morena Jane Russell – una actriz, por cierto, bastante mejor de lo que uno pudiera esperar – para una ya casi desahuciada RKO (THE FRENCH LINE (1953)).



Como bien indicó mad dog earle Bacon trabajó con Bogart en siete ocasiones (que casi parece el título de una película de Buster Keaton…).

MARKED WOMAN (1937) – próxima entrega del coleccionable Bette Davis, al menos para un servidor -, SAN QUENTIN (1937), RACKET BUSTERS (1938), THE OKLAHOMA KID (1939) – uno de los escasos westerns, afortunadamente, en la carrera de Bogie -, INVISIBLE STRIPES (1939), BROTHER ORCHILD (1940) y la cinta hoy comentada.

Como podéis comprobar, ninguna de ellas estrenada en salas comerciales en nuestro país.

De todas ellas destaca muy por encima la primera, en la que además Bogart hace por una vez de bueno encarnando al fiscal del distrito y que cuenta además con un magnífico guion de Abem Finkel y (especialmente) Robert Rossen.



De todas ellas, al menos que yo sepa, la Warner sólo editó en DVD en nuestro país la segunda, curiosamente titulada como el original SAN QUENTIN y no como SAN QUINTÍN, que hubiera sido lo lógico... si la lógica rigiese el mercado audiovisual autóctono...



También guardo un grato de recuerdo de una de esas mal llamadas “películas de propaganda” como es ERAN CINCO HERMANOS (1944) y que llegué a grabar en VHS cuando se emitió – en V.O.S.E. (¡qué tiempos aquellos!) - a altas horas de la madrugada en una de las dos cadenas públicas estatales.



Y tampoco podemos olvidarnos de dos ejemplos del mejor cine musical de los años ‘30 como son LA CALLE 42 (1933) y DESFILE DE CANDILEJAS (1933), ambas incluidas en el reciente dossier que la revista “Dirigido por…” dedicó al cine musical (n.º 523, diciembre de 2021).





Lo primero que me llama la atención de la película es que me ha parecido una producción de más empaque – vamos, de más presupuesto – que CASABLANCA, seguramente por la profusión de escenas bélicas que trufan la historia y que, por cierto, están magníficamente rodadas.

Buena parte del mérito cabría atribuírselo a la doble dupla Don Siegel / James Leicester y Jack Cosgrove / Edwin B. DuPar, así como al espléndido montaje de George Amy.



Lo cierto es que es sobresaliente la combinación de tomas en estudio, maquetas y filmaciones de la época y que la convierten no tanto en una película como antes decía “de propaganda”, que lo es, como de cine bélico en toda regla.

También es destacable el excelente retrato que hace del enemigo, nada manierista teniendo en cuenta que estamos en plena Segunda Guerra Mundial y que está focalizado en ese submarino alemán que persigue con encono al buque mercante a cuyo mando se encuentra el capitán Jarvis (Raymond Massey, a quien acabamos de ver en el rincón Lang en la espléndida LA MUJER DEL CUADRO (1945)) y su segundo, el teniente Rossi (Humphrey Bogart).

Por ello me gustaría destacar el espléndido trabajo de Wilhelm von Brincken (1881-1946) como capitán del submarino alemán, sin duda uno de los mejores de todo el reparto, Bogie incluido.



Y, como bien dice el amigo mad dog earle, en la película los alemanes hablan en su idioma y en la (excelente) copia a la que he podido acceder tampoco se subtitula lo que dicen, aunque bien es cierto que tampoco es algo que impida disfrutarla por igual e incluso le da un plus de credibilidad que echábamos de menos en títulos recientes de mayor prestigio.

La cuestión de a quién atribuirle los méritos del guion, especialmente en cuanto a los diálogos, está todavía lejos de resolverse, como la posible colaboración en la realización del gran Raoul Walsh.

Al parecer Lawson – como bien decía Roy Earle, uno de los Diez de Hollywood, o sea, los más rojos de los rojos * – escribió el primer guion y tomando como base el relato de Gilpatric (que, al parecer, fue creado ex profeso para la gran pantalla).

* No me extraña que la película tuviera tantos problemas durante la Caza de Brujas. ¿Os habéis fijado en la profusión de color rojo del póster que encabeza el comentario?



Por su parte Burnett, uno de los padres de la novela negra, se encargó de las escenas de acción, por lo que cabían atribuirle más méritos que al anterior, al menos desde mi punto de vista por lo arriba indicado.

Bezzerides se encargaría de pulir el trabajo de ambos y refundirlo en el guion de rodaje final.

ACTION IN THE NORTH ATLANTIC es una película coral y de hecho el personaje encarnado por Bogart casi pasa a un segundo plano frente a de sus tripulantes, a los que dan vida actores de la categoría de Alan Hale (el compañero de correrías habitual de Errol Flynn), Sam Levene (cuyo papel más recordado tal vez sea el del teniente de policía amigo de Burt Lancaster en la magnífica FORAJIDOS (1946), de Robert Siodmak), Dane Clark (protagonista de la bellísima MOONRISE (1948), de Frank Borzage) o Peter Whitney (al que volveremos a ver en LOS SOBORNADOS (1953), una de las grandes obras maestras (palabra del niño Jesús, amigo Fletcher) de Fritz Lang).



Y, por supuesto, el siempre impecable Raymond Massey, el padre de Caín, o sea James Dean, en la magistral AL ESTE DEL EDÉN (1955), de Elia Kazan.



El breve interludio entre el hundimiento del primer barco en el que navegan los protagonistas, el “Northern Star” (¿no ha comentado alguien recientemente una película de igual título en ya sabéis dónde? ) y ese otro al que llegan a buen puerto, el “Seawitch”, o sea, a la ciudad soviética de Murmansk, permite atisbar siquiera levemente cómo es la vida de los marineros en tierra firme entre un viaje y otro, o en este caso, entre una misión y otra.

Difícil reconocer en Ruth Gordon, la esposa de Steve (Massey), a la futura bruja (en el pleno sentido de la palabra) de la obra maestra de Roman Polanski, LA SEMILLA DEL DIABLO (1968). Y es que 25 años nos contemplan.



Julie Bishop, por su parte, encarna a la flamante costilla de Joe (Bogart) y su personaje apenas tiene relieve, aunque es una actriz francamente atractiva y a la que no recuerdo de otros títulos, anteriores o posteriores.



Aunque las más de dos horas que dura la película pudieran parecernos excesivas lo cierto es que Bacon (o Walsh, o Siegel, o el que se tercie) dosifican muy bien la acción, con secuencias tan magníficas como ese juego al gato y al ratón entre el submarino y el buque mercante y que hemos visto en tantas producciones posteriores.

Quizás la espectacularidad de las acciones bélicas – mi enhorabuena igualmente al trabajo conjunto de Smith y Steensen en la escenografía – prevalezca sobremanera sobre las historias particulares de los protagonistas pero yo creo que no es así.

En resumen.

Una película que me ha sorprendido muy agradablemente y que, como decía, no recuerdo haber visto nunca.

Creo que es la cinta que menos presencia en pantalla tiene su actor principal pero a Bogie no se le ve incómodo por ello, más bien todo lo contrario.

No es por ello un buen ejemplo de película Bogart al uso pero sí un excelente entretenimiento en una época predigital que ya nos parece tan lejana.

Buenas noches y, buena suerte, que mañana me toca madrugar.

Bueno, yo a las 8:00 lo llamo madrugar.

Vosotros mismos.

P.D. La semana que viene toca la primera fuga del actor del estudio que le encumbró. Una película, por cierto, de la que el húngaro André De Toth (que ejerció de director de 2ª unidad en la misma) hizo una nueva versión en clave de western y nada despreciable, por cierto, como es LAST OF THE COMANCHES (1953), por lo que ya atisbo otro (¡otro! ) programa (iba a decir problema) doble a la vista…

Agur.











Un pequeño regalo para el querido compañero cinefilototal para que se recupere pronto de sus dolencias...

Ciertamente, Last of the Comanches tiene bastante de remake en clave de western de Sahara, pero en este caso no tengo a mano ninguna copia del film de De Toth, por lo que no haré un programa doble. Queda en tus manos, Alcaudón.

O triple dado que hay una "versión" anterior como es LA PATRULLA PERDIDA (1934), de John Ford.

Iniciado por Alcaudón

O triple dado que hay una "versión" anterior como es LA PATRULLA PERDIDA (1934), de John Ford.

Según las normas que Mad formuló previo al ciclo , directores menores quedan descartados.

Iniciado por Alcaudón

O triple dado que hay una "versión" anterior como es LA PATRULLA PERDIDA (1934), de John Ford.

La de Ford es bastante diferente. Hace mucho que no la reviso. Destaca el papel de Boris Karloff.

Iniciado por Alex Fletcher

Según las normas que Mad formuló previo al ciclo , directores menores quedan descartados.

Cada vez que pasa por debajo John Ford, Alex le pega un collejazo

Por cierto, Guy Gilpatric recibió una nominación al Oscar a la mejor historia. El premio fue a manos de Clarence Brown por La comedia humana. Película que recuerdo con mucho agrado y que vi hace bastantes años en TCM. Ojalá se editara en alta definición por aquí, aunque fuera...ya sabemos.

Por haber hay hasta una cuarta versión - y que iría cronológicamente en el segundo puesto - soviética de 1937 pero me temo que será difícil encontrar copia alguna here, there and everywhere...