La existencia de criaturas gigantes es una premisa de la película. Es un punto de partida que se acepta y a partir de ahi se espera que el resto sea coherente con ello. Por tanto no es de extrañar que alguno se asombre con el irrompible hielo, aunque no es mi caso ya que no le doy mayor importancia a esa licencia.

A ver cuando nos enteramos que el cine fantástico tiene dos componentes: real e imaginaria (a + bi), que conviven paralelamente. Kong parte de lo imaginario; el hielo es real. Una cosa es cine fantástico, y otra cine increíble. No la he visto aún, pero esos detalles los perdono si existe un importante aporte de creación y arte. Igual que le perdono a la original (que ni el viento la toque :amor ) la vertical y bestial caída de la pareja al mar preñado de riscos, o que el Empire State no se desmorone por una sobrecarga tan considerable como la de Kong en su cúpula.

PD: Por cierto, la del 76 no era un tipo metido en un pijama de mono; era el propio Rick Baker. No obstante, yo también me quedo con la del 33 sin dudarlo un segundo.