El crepúsculo de los dioses (
Sunset Boulevard, Billy Wilder, 1950)
Todo en esta película es perfecto, desde el principio (con el prodigioso prólogo) hasta el final (¡esa bajada de escaleras!); el guión, la fotografía, los movimientos de cámara, los actores (Gloria Swanson sobreactuada pero genial, pues le viene de maravilla al personaje)... obra maestra.
En la mansión de Norma Desmond se respira un ambiente enfermizo que sólo logrará igualar
¿Qué fue de Baby Jane?, cuya protagonista me recuerda mucho a la de esta película.
Por cierto, me gusta más que
Eva al desnudo, que fue la vencedora en la edición de los Oscar en la cual competían las dos.
La dama de Shangai (
The Lady from Shangai, Orson Welles, 1947)
Tiene una primera parte muy confusa, pero a medida que avanza la trama van encajando las piezas y da como resultado una buena película de cine negro que culmina con la el maravilloso desenlace en el parque de atracciones.
Y sigo pensando que Riya Hayworth siempre fue una actriz limitada.