Yo recuerdo haber visto de pequeña la escena de los conejitos azules y las muñecas con dientes de cuchillas acosando a la ingenua explosiva espacial...madre, que miedo... Y de la escena del laberinto se podía haber hecho algo realmente desasosegante y fantástico, con cualquier otro director (no sé, un Lynch o un Gillian). Vadim te muestra los restos de una orgía de hippies en una especie de basurero que simplemente te produce mal rolllo.