La voz de Scarlett Johansson es, sin duda, uno de sus puntos fuertes, pero a mí, curiosamente, no me gustó en
Her, me pareció demasiado afectada, hasta el punto que se me acabó haciendo insoportable.
Sobre eso del cine de los 60 es curioso ver cómo hay una serie de nombres clave en la historia del cine que no pasan por su mejor momento en el panteón cinéfilo y en cambio aun en los 70 e incluso en los 80 eran "lo más", caso de Fellini, Antonioni o Bergman (con Bergman intentamos hace un tiempo una reparación en
Revisitando a Ingmar Bergman, y me gustaría hacer lo mismo con Fellini), todos ellos integrables en eso que Frank Zito ha denominado "cine intelectual europeo" (etiqueta que huelga decir que no me gusta), aunque también hay que recordar que al menos estos tres empezaron a dar sus primeros pasos durante la posguerra y realizaron numerosos films en los 50 encuadrables en géneros populares (los melodramas de Antonioni; el cine "social" de Fellini, o esos dramas bergmanianos que reflejaban amores casi siempre dificultados por las circunstancias sociales). En fin, no será por oportunidades de revisar su cine, porque tenemos casi todo Bergman publicado, y lo mismo se puede decir de Fellini o de Antonioni, mientras que en cambio en otros tiempos los cinéfilos lo teníamos francamente difícil para ver algunas de sus películas, a no ser que pilláramos algún pase en filmotecas o en la 2 a las tantas de la noche.
Por supuesto animo a ver ese cine (y el de Visconti, Rossellini, Renoir o muchos otros nombres clave en la historia del cine), sin necesidad de entrar en los nuevos cines de los 60, con la
nouvelle vague como símbolo, ciertamente mucho más envejecidos quizá porque nacieron con una vocación de ruptura demasiado explícita y militante y el tiempo los ha puesto en su lugar.