Breves comentarios sobre las últimas películas que he visto:
La monja (The Nun), de Corin Hardy. Siguiendo la saga de los expedientes Warren, y con producción de James Wan, en esta ocasión nos desplazamos a un monasterio de monjas de clausura en la Rumanía de los años 50, a donde llegan un sacerdote especializado en exorcismos (interpretado por el mexicano Demián Bichir) y una novicia con poderes extrasensoriales (Taissa Farmiga) para investigar el suicidio de una monja y esclarecer si una presencia demoniaca está haciendo de las suyas (que lo está, por supuesto). Para la ocasión contarán con la ayuda de un joven francés (Jonas Bloquet), al que llaman Frenchie para no perder el tiempo en nombres, y que se instaló en el país porque… buscaba oro (¡???), personaje metido completamente con calzador y que se justifica solo para tener otra cara joven en pantalla (quizá para compensar la fealdad de la monja diabólica del título, interpretada por Bonnie Aarons). Aunque el inicio no deja de estar bastante bien ambientado, con cierto regusto a película de la Hammer, poco a poco irá decantándose por lo habitual: pura pirotecnia, a base de sustos y de lucha desigual contra la poderosísima monja. En fin, una más de una saga que cada vez pierde más gas.
Aprovechando que he estado viendo la primera temporada de Condor (serie más bien discreta), he revisado Los tres días del Cóndor, de Sydney Pollack, todo un clásico del cine de intriga conspiranoica de los 70. Un grupo de agentes de la CIA que se dedican a leer (bueno, como mucho supongo que a revisar) “todos los libros que se publican en el mundo” son asesinados sin motivo aparente. Solo uno consigue escapar de forma casual, Turner (Robert Redford), y relacionar el crimen con un descubrimiento que ha hecho recientemente sobre una posible conspiración interna en la CIA (una CIA bis) que tiene intereses estratégicos por el control del petróleo más allá de la posición oficial (estamos en 1975, en plena crisis del oro negro). El que comanda a los asesinos es un mercenario (Max von Sydow), un profesional que actúa solo por dinero, y que parece incluso tener simpatía por Turner. Nada que ver con la asesina psicópata de la serie (una exageradísima Leem Lubany). Turner se sirve de una desconocida (Faye Dunaway) para esconderse de sus perseguidores, con la cual tendrá un breve contacto sexual (¡es que es Redford, y son los 70! En la serie, Max Irons no pasa de algún besuqueo con la chica en cuestión). También aparecen dos secundarios de lujo: Cliff Robertson y John Houseman. Pollack cierra el film con una imagen congelada de Turner, inquietante, que nos hace dudar sobre su futuro (y de paso sobre el nuestro).
La propera pell, de Isaki Lacuesta e Isa Campo. Después de la decepcionante Murieron por encima de sus posibilidades, y antes de la premiadísima Entre dos aguas, Lacuesta y Campo realizaron este drama sobre las identidades personales que me ha sorprendido favorablemente. Gabriel/Leo (convincente Àlex Monner) es un joven que perdió la memoria hace muchos años y está interno en un centro francés de acogida de jóvenes con problemas. Creen haber encontrado a su familia, que lo perdió cuando tenía 9 años, coincidiendo con la muerte accidental del padre. Su supuesta madre, Ana (Emma Suárez), y su tío, Enric (Sergi López), lo recogen para llevarlo de nuevo a su pueblo, aparentemente situado en el Pirineo catalán (aunque parece que está filmado en Huesca). Durante todo el film se mantendrá la duda sobre si Gabriel es realmente o no el hijo de Ana, aunque hay algunas claves que permiten inclinarse por una de las respuestas. En todo caso, Lacuesta/Campo consiguen que se mantenga el interés hasta el final. Bien resuelto el aspecto lingüístico, fluyendo tanto el francés, como el catalán y el castellano, y correcto el capítulo interpretativo (tanto Suárez como López o el suizo Bruno Todeschini).