Vista
Tous les matins du monde anoche en Filmin tras recomendación de Branagh/Doyle (bueno, de su mujer) (no me preguntéis como hemos llegado ahí).
No tenía ni idea de la existencia de esta película francesa de 1991. Está basada en un libro, del mismo nombre, y que toma a los músicos reales del Siglo XVII, Monsieur de Sainte-Colombe y Marin Marais, para contarnos en un flashback total (toda la película) la historia de como el segundo fue pupilo del primero en sus años de duelo por la temprana muerte de su mujer.
Gerard Depardieu interpreta al Marais adulto, tanto en la intro ya con sus años a cuestas, como en su faceta adulta (pero anterior a la versión de si mismo que cuenta la historia), pero buena parte de la película nos lleva a los años posteriores al fallecimiento de la esposa de Colombe, refugiándose en la Viola, viviendo con sus hijas, a las que posteriormente instruye musicalmente y finalmente aceptando a regañadientes tutelar al joven Marais.
Del primer segmento, cuando las niñas tienen aprox menos de 10 años, a cuando ya son mujeres, con un Marais interpretado por el hijo de Depardieu (lo cual ayuda a que se de uno de los casos de parecido real más logrados incluso comparando con rejuvenecimiento CGI actual), destaco un aire a film casi mudo. La tragedia de Colombe se narra a través de los silencios, el tedio vital de la vida del músico (cuando no está tocando) y sobre todo el despertar sexual de la hija mayor, Madeleine (la otra, Toinette, es más viva), con una sensacional Anne Brochet.
En el segundo segmento creo es muy abrupto meter a Depardieu padre pues pasan como ¿10? años y él pasa de la versión de 20 años a la versión del Depardieu padre, mientras que Madeleine es la misma Brochet... Pero compensa porque Brochet está aún más sensacional dejándose morir, con un momento musical acojonante cuando
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El momento clave, una charla sobre la música entre Colombe y Marais, está muy logrado en su progresión dialogada.
La BSO, con temas clásicos y también nuevos, es a cargo de Jordi Savall que ofrece un recital de Viola con ese toque casi áspero, trágico, del instrumento. Destaco también a las sopranos Montserrat Figueras y Mari-Cristina Kiehr que entiendo son ellas quienes cantan en el temazo que suena en la iglesia aprox a mitad de película.
Creo, Branagh/Doyle, que esta película debe recordarte a Passion por su crudeza sentimental, con Madeleine muy a lo Fosca.