ALEMANIA AÑO CERO sí que la he visto. Una película terrible, por cierto.
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Y también UMBERTO D. Problemente en programas como Cineclub o La Clave.
Para mi gusto, Ladrón de bicicletas se queda un poco en docu-drama lastimero sobre la durísima vida de las clases obreras en la Italia de la posguerra. Pero Alemania, año 0 me parece una metáfora brutal del panorama europeo de por aquellos años, de la esquizofrenia homicida y fratricida que pareció apoderarse de gran parte de la población europea de aquella época. Gente que mataba a miembros de su propia familia, como había pasado entre los diversos países de Europa, e incluso en algunos países de unos contra otros. El hermano, poco antes un héroe, y ahora un criminal. El padre, emblema del viejo mundo, agonizante. La hermana, que se prostituye a los americanos, símbolo de lo poco que la guerra había dejado, y con lo que los del Bienvenido, Mr. Marshall, no tardarían en arramblar ("Europa era un inmenso mercadillo donde todo estaba chamuscado", que diría Big Daddy en La gata sobre el tejado de cinc). Y los responsables de todo éso, los que habían sembrado aquellas ideas venenosas -nunca mejor dicho- que destruyeron a toda una generación y marcaron a las supervivientes, no responsabilizándose de éso.
Desoladora.
Recuerdo lo que comentaba George Sanders (que trabajó con Rossellini en TE AMARÉ SIEMPRE) sobre el por qué sus películas eran tan austeras: sencillamente porque era un agarrado. :cortina
Revisada Civil War (voy a destiempo sí, esto tocaba hace un mes pero me daba pereza porque había revisado todo un año atrás) y mantengo mis impresiones de cuando la vi en el cine (y eso que no suelo llevarme del todo bien con mis versiones del pasado :D).
La idea es interesante, que los superhéroes se peleen tiene -para mí- todo el sentido. El motivo, no obstante, sigue sin convencerme, hubiera preferido algo más dramático, no tanto para mi disfrute sino porque pienso que sería más contundente: que Rogers se apunte a un lado pasa pero lo de Iron Man naciendo a través de lo del chaval aquel.... Le ha puesto nombre a algo que sabía de sobras que podría haber ocurrido.
La pelea me resulta algo insulsa, forzada, artificial en los FX (son buenos pero un aeropuerto que casi parece la sala de peligro de X-Men por lo aséptico que resulta...), aunque aciertan los Russos al mostrarnos un nivel de violencia contenida porque todos saben que no pueden matarse. No obstante eso apuntala lo light de ese momento.
Zemo mola mucho por su concepción pero sus motivaciones no tanto. Pero la idea de que su venganza sea que se enfrenten entre ellos me va. Ese tipo de villanos son peores que el tarado-fuerte de turno.
Lo mejor es el tramo final, buscan resonancia emocional (aunque me llama poco) y sobre todo que los 3 tengan motivos: Iron Man por lo de sus padres (mola que cite sólo a su madre), Rogers porque es su deber y Bucky es su amigo, y este porque se defiende.
La película se toma un poco más en serio de lo que debería, le falta algo de, sangre? Y no me refiero a lo viscoso y rojo :D
Así de memoria:
1. Avengers
2. Guardians 1
3. Cap America 1
4. Age of Ultron
5. Winter Soldier
6. Iron Man
7. Ragnarok
8. Guardians 2
9. Civil War
10. Ant-Man
11. Thor 2
12. Thor
13. Incredible Hulk
14. Iron Man 3
15. Iron Man 2
(debería revisar Homecoming, aún debo pensar donde pongo Infinity War y me falta Dr Strange).
REVISANDO CLÁSICOS: EL CINE NEGRO.
THE KILLER IS LOOSE (1956, EL ASESINO ANDA SUELTO) de Budd Boetticher.
Crown Productions, Inc. / United Artists Corp.
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Aunque el nombre de Budd Boetticher esté íntimamente asociado al western, género en el que elaboró sus propuestas más estimulantes (SEVEN MEN FROM NOW (1956) y el "ciclo Ranown" (THE TALL T (1957), DECISION AT SUNDOWN (1957), BUCHANAN RIDES ALONE (1958), RIDE LONESOME (1959) y COMANCHE STATION (1960)) no hay que olvidar tampoco un par de piezas de cine negro, para nada despreciables, como son la hoy comentada y THE RISE AND FALL OF LEGS DIAMOND (1960, LA LEY DEL HAMPA), en un momento en que el género iniciaba un claro declive aunque cual ave fénix todavía ofrecería obras tan soberbias como SLIGHTLY SCARLET (1956, LIGERAMENTE ESCARLATA) de Allan Dwan, WHILE THE CITY SLEEPS (1956, MIENTRAS LA CIUDAD DUERME) y BEYOND A REASONABLE DOUBT (1956, MÁS ALLÁ DE LA DUDA) de Fritz Lang, TOUCH OF EVIL (1958, SED DE MAL) de Orson Welles, PARTY GIRL (1958, CHICAGO, AÑO 30) de Nicholas Ray o UNDERWORLD, U.S.A. (1961) de Samuel Fuller.
Notoriamente breve en su metraje (tan sólo 73 minutos, algo, por otra parte, habitual en el tipo de cine en el que se solía manejar Boetticher) pero con un buen reparto (Joseph Cotten, Rhonda Fleming, Wendell Corey), EL ASESINO ANDA SUELTO (por una vez un título ajustado al original), rodada justo antes de la magistral SEVEN MEN FROM NOW, es una atractiva mezcla de subgéneros, en este caso el de psicópatas asesinos y el policial.
Cuando el banco en el que Leon Poole (Corey) es atracado éste reacciona y trata de evitarlo arriesgando su vida para detener a uno de los atracadores. Aparentemente convertido en un héroe por su gesto, en realidad el amigo Poole había sido el cerebro del mismo. Cuando la policía se dirige a su casa para deternerlo, por accidente, la mujer de Poole resulta muerta durante el tiroteo. Un destrozado Poole (un individuo solitario, introvertido y que tanto de niño como de adulto (cuando luchó en la Segunda Guerra Mundial) fue objeto de burla ("buling" que dirían ahora) por sus compañeros) jura vengarse en la mujer (Fleming) del policía (Cotten) que la mató.
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Condenado a diez años de prisión, por su buen comportamiento a Poole le es permitido hacer trabajos en el exterior y en un descuido aprovecha para fugarse, matando además a uno de los policías que le custodiaban.
El único objetivo de Poole es llegar hasta el hogar de los Wagner y aplicar la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente.
Si bien Boetticher (o sus guionistas, vaya usted a saber) trata de equilibrar las dos tramas que vertebran la historia, de un lado la vida doméstica del polícia Sam Wagner (un, como siempre, excelente Joseph Cotten) con su mujer Lila (la bellísima (y pelirroja (aunque aquí no lo apreciemos ya que la película es en prístino b/n) Rhonda Fleming (que ese mismo año intervendría también en las citadas LIGERAMENTE ESCARLATA y MIENTRAS NUEVA YORK DUERME) que además está esperando su primer hijo y de otro las peripecias del psicópata (y además miope (ojo, lo uno no conlleva lo otro)) encarnado con convicción por Wendell Corey, lo cierto es que la parte dedicada a este es notoriamente más interesante y nos proporciona un buen retrato de un ser atormentado cuyo amor casi patológico por su mujer (la única persona que le amaba sinceramente) le acaba por trastornar completamente y que encuentra en la venganza el único camino de redención posible a una vida que ya no tiene mayor interés para él.
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Destacar como decía la excelente fotografía en b/n y formato panorámico del gran Lucien Ballard (el operador favorito de Sam Peckinpah).
El tema de la venganza llevado de una forma lógica y sistemática (en la mente del asesino, por supuesto) hasta sus últimas consecuencias.
Una película ciertamente triste.
Feliz tarde.
:digno
Interesante film que no he visto. ¿Qué edición has visionado? ¿Esta o de importación? La presencia de Cotten es siempre una garantía, pero además tenemos a Wendell Corey, excelente actor que nunca llegó a ser una estrella.
Yo abomino de las ediciones patrias (salvo excepciones (A Contracorriente, Regia, Versus)). El material procede de la excelente edición de ClassicFlix:
https://s3-us-west-1.amazonaws.com/c...png?1497735984
https://www.classicflix.com/products...iller-is-loose
A Wendell Corey le recuerdo especialmente por su papel en la magistral REAR WINDOW (1954, LA VENTANA INDISCRETA) del maestro Hithcock.
http://i.imgur.com/ilXGnfY.jpg
Y recordad que en su día hice una página homenaje a la guapísima (y todavía viva (¡a sus 94 primaveras!)) Rhonda Fleming:
https://www.mundodvd.com/homenaje-a-...rsario-135899/
http://www.doctormacro.com/Images/Fl...%20The)_01.jpg
Y, como bien dices, Joseph Cotten siempre está perfecto en sus composiciones.
https://christinawehner.files.wordpr...0-cdc7d41f.jpg
:)
Wendell Corey compartió reparto con la gran Barbara Stanwyck en varios títulos a revisar, como The Furies, de Anthony Mann, o The File on Thelma Jordon, de Robert Siodmak, además de aparecer en un papel menor, también junto a la Stanwyck, en Sorry, Wrong Number, de Anatole Litvak.
https://i.pinimg.com/originals/a7/ea...ba9f14563e.png
http://www.filmnoirblonde.com/wp-con...lma-Jordon.jpg
Ayer vi la nueva Tomb Raider y no ha estado nada mal, los efectos bien hechos..., solo que hay 2 cosillas que no me gustaron, una es que iba tan rápido que a veces te hace salir de la película o da esa sensación y que no respeta una norma básica de ese tipo de descubrimientos, "no tocar nada" y lo peor es que lo hacen varias veces y a la primera, en vez de intentar no tocar nada y que llegue el gilipollas de turno y lo haga, pero no, ni advertencia y a pisar la trampa.
Excepto eso y una Lara no tan entrenada como la de Angelina Jolie, el resto ha estado bastante bien.
Es un producto menor pero simpático, con una Alicia Vikander más "terrenal" que la recauchutada Angelina Jolie.
:)
LA PRIMERA (Y AUTÉNTICA) "STAR WARS"
O
REVISÁNDO CLÁSICOS: LA CIENCIA FICCIÓN.
THIS ISLAND EARTH (1955, REGRESO A LA TIERRA) de Joseph Newman (y Jack Arnold).
Universal-International Pictures Co., Inc.
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Considerada con toda justicia la primera "space opera" de la historia del cine, THIS ISLAND EARTH (inédita hasta este mismo año en salas comerciales en nuestro país (aunque ya se pudo ver por la televisión y con el mismo título que finalmente se la ha atribuido)) es como diría la querida amiga Olsen, un "guilty pleasure". Una película ciertamente menor pero resultona y que supo llevar con notable acierto (tengamos en cuenta que estamos en los años '50, cuando todo se hacía de forma artesanal) la popular (en aquella época) novela (en realidad un "fixup" de relatos) de Raymond F. Jones THIS ISLAND EARTH (1952) publicada en nuestro país dentro de la popular colección Nebulae (nº 41, 1957) como ESTA ISLA, LA TIERRA...
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Portada de la primera edición norteamericana.
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Portada de la primera edición en castellano.
Más recordado por sus westerns (de los que podríamos destacar títulos tan atractivos como THE OUTCASTS OF POKER FLAT (1952), PONY SOLDIER (1952, LA ÚLTIMA FLECHA), FORT MASSACRE (1958) o A THUNDER OF DRUMS (1961, FORT COMANCHE) [revisitación de SHE WORE A YELLOW RIBBON (1949, LA LEGIÓN INVENCIBLE) de John Ford (¡!)]) o incluso por sus incursiones en el cine negro (de los que la colección "Los esenciales del cine negro" editó dos: 711 OCEAN DRIVE (1950) [BB 1047] y DANGEROUS CROSSING (1953, TRAVESÍA PELIGROSA) [BB 1065]), Joseph (M) Newman (1909-2006) pasará no obstante a la posteridad por esta (su única) incursión en el género de la ciencia ficción tan de boga por aquellos maravillosos años.
Producida por William Alland (al que debemos obras mayores del género como las dirigidas por el gran Jack Arnold) THIS ISLAND EARTH, rodada en rutilante Technicolor de tres bandas y formato panorámico (algo que se obvió en la (por otra parte) irreprochable edición de L'Atelier 13 Pictures (LA 019, 2007)) es una película donde el héroe es guapo e inteligente (a lo que hay que añadir la extraordinaria voz de barítono de su protagonista Rex Reason (Cal Meacham)) además de buen piloto y que sabe usar los puños (al igual que su homólogo Flash Gordon en los suplementos dominicales a color) y la heroína es igualmente hermosa (Faith Domergue (Ruth Adams), una de las "protegidas" del magnate Howard Hughes) y también inteligente (aunque, eso sí, siempre buscando la protección del macho alfa)). El extraterrestre "bueno" lo interpreta el shakesperiano Jeff Morrow (Exeter) que luce una horrible peluca blanca sobre su más que protuberante frente.
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Aquí se nos narra el enfrentamiento entre dos razas alienígenas, los habitantes de Metaluna (bonito nombre, por cierto) y sus enemigos, los malvados zahgons, los cuales, usando meteoritos pretenden destruir el citado planeta. Para tratar de evitarlo, los primeros envían una expedición a la Tierra para conseguir aliados que les ayuden en su lucha. Necesitan generar más plutonio para poder mantener el "campo de fuerza" que impide la completa destrucción de su planeta natal.
Es bonito el detallo de cómo los extraterrestres se ponen en contacto con el protagonista. Si éste es capaz de montar la máquina que le han enviado por piezas (¡más de 2.000!) y hacerla funcionar, se convertirá en un candidato a formar parte del selecto grupo de científicos que forman parte de un proyecto (en principio) secreto.
Tal vez el gran Jack Arnold (al que, por otra parte, se le atribuye el rodaje de las escenas que transcurren en Metaluna) nos hubiera ofrecido otra pequeña joya dentro de un género, la ciencia ficción, que tanto amaba. Pero hay que reconocer el buen hacer de Joseph Newman, un artesano sin gran personalidad, pero que sabía llevar a buen puerto los encargos con los que le tocaba bregar. Y más en este caso cuando el proyecto partió del propio Newman que fue quien adquirió los derechos de la novela y contrató a un guionista (Edward G. O'Callaghan) para la elaboración del libreto, todo ello bajo el cobijo de una pequeña productora. Pero pronto se dió cuenta que la historia requería de inversiones superiores (sólo en rodaje en Technicolor encarecía notablemente el presupuesto) por lo que finalmente la Universal-International acogió bajo su ala protectora el proyecto dado que en aquella época era el estudio más dedicado al género.
En fin, que me enrollo como las persianas.
Una deliciosa película. Un pequeño clásico de la ciencia ficción. Una década (la de los años '50) pródiga en obras maestras dentro del género (y mi favorita junto a los años '70). Una bonita manera de pasar el tiempo delante de la televisión.
Ah e incluye alguna de las imágenes más icónicas que nos ha legado el género:
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https://i.pinimg.com/564x/e2/44/e8/e...d3a969d5df.jpg
Junto con esta, of course:
Spoiler:
:cortina
O cómo George Lucas quiso adaptar al cine Flash Gordon, el idolatrado cómic de su infancia, cosa que no pudo hacer, porque los derechos del personaje eran demasiado caros. Al final esto lo hizo poco después Dino de Laurentiis, con los resultados que todos conocemos :cafe...
Por cierto que otro rendido admirador de la Sci-Fi cincuentera, Tim Burton, homenajeó el diseño de las criaturas en su irregular Mars Attacks!
http://cdn1us.denofgeek.com/sites/de...?itok=HHZjEEBX
Aunque según parece, unas cartas coleccionables que corrían por los 50' también tuvieron mucho que ver:
http://www.snakkle.com/wp-content/up...hoto-split.jpg
(lo pongo aquí por si hay alguien de BCN: varios de los clásicos de Hitchcock en el Phenomena durante el mes de julio, a 6€) (que eso en BCN es barato de narices :D)
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The Breakfast Club (John Hughes, 1985)
https://upload.wikimedia.org/wikiped...kfast_Club.jpg
Tengo la impresión de que la reviso cada X años (la última vez parece que 2011), como en distintas fases de mi vida, sin verla de forma regular como hago con otros casos. Pero la adoro bastante.
Probablemente la mejor película de high school de la historia y, por supuesto, nada que ver con otros ejemplos del género.
Segundo film del gran John Hughes como guionista y director tras Sixteen Candles, repitiendo con dos actores de aquella, Anthony Michael Hall, y Molly Ringwald, un caso bien curioso: una estrella en los ochenta, la mar de generacional, con gran futuro, la chica tenía algo...Pero por razones varias su fama quedó encapsulada en la década de los 80.
The Breakfast Club tiene una premisa la mar de simple: cinco estudiantes de un instituto de Chicago (ciudad, o mejor dicho, áreas urbanas cercanas de la misma, que siempre protagonizaban los films de Hughes, Solo en Casa inclusive), son castigados a pasar un sábado encerrados en la biblioteca, al cargo de un profesor poco amable. Estamos a marzo de 1984.
https://www.youtube.com/watch?v=ZF--IfvbioQ
The Breakfast Club juega con los estereotipos a varios niveles: desde el dibujo de personajes, por ejemplo. Los cinco responden a tópicos, arquetipos sin aparente fisura alguna, algo plenamente consciente (aunque no escapa al maniqueismo): el deportista, la princesa, el empollón, el delincuente y la rara.
Apenas es necesario que abran la boca, tan sólo con la escena de los padres dejando a los chicos en la puerta del instituto hay de sobras:
-Claire (Ringwald) llega en un BMW (parece un serie 6 ó 7), acompañada por su padre, que parece manejar mucho dinero; Brian (Hall) llega en un modesto vehículo, acompañado por su madre y su hermana, una le riñe cual niño, la otra se mofa de él; Andy (Emilio Estevez) llega en un todoterreno estadounidense acompañado de su padre, rudo, y recordándole que como falle no podrá ir a la universidad; Allison (Ally Shhedy) llega en un Cadillac, no vemos quien la lleva, pero cuando la pobre avanza un paso para ver si se despiden de ella, arrancan y la dejan ahí tirada; Bender (Judd Nelson) llega a pie, solo, casi le atropella el coche de los padres? de Allison pero le da igual.
Esos estereotipos marcan las primeras escenas de la película por parte de Bender, el delincuente, follonero, malote, el cual lanza sin pudor todo lo que puede contra ellos (salvo Allison que se tira la primera mitad de la película sin abrir la boca), provocando sus primeras charlas, el inevitable encontronazo de machotes con Andy, las burlas hacia Brian y especialmente hacia Claire, en este caso aún más motivado dado el atractivo de esta.
Detalle: cuando el profesor Vernon (Paul Gleason) acude al escuchar unos ruidos, nadie delata a Bender pese a que le odian. Después de todo, Vernon es un adulto y es profesor, es el enemigo, no es tribu.
https://www.youtube.com/watch?v=7OFROViP0J0
Conforme avanza la mañana los cinco alumnos siguen intercambiando opiniones y variando sus actividades: comen (ahí Hughes perpetúa el tópico de forma exagerada pero certera; Claire come sushi, Andy mil calorias, Bender no tiene nada, Brian sopa y Ally se hace un megunje rarísimo),Bender les convence para ir a su taquilla a buscar una bolsa con marihuana y tras el consumo de la misma se sueltan un poco más, claro, y terminan teniendo la charla clave, en la que confiesan porque les han castigado: algunos de ellos realizando pequeños actos de rebeldía contra, precisamente, lo que se supone que son.
La comida:
https://www.youtube.com/watch?v=u3mupIlFIYQ
El momento de la charla, bravo en la dirección y actores:
https://www.youtube.com/watch?v=Ml0zRkknbWo
Esa es la idea: la presión familiar, y de la escuela (en eso se asemeja a Risky Business) perpetúa lo que todos creen que son, pese a que cada uno sabe que vive en parte una farsa, no pueden evitar ver esos estereotipos en los demás. Y en esa mañana crean un vínculo, que se supone será duradero, entre cinco personas completamente distintas.
Hugues no pretende aleccionar, juega mucho con los tópicos pero en niveles que no puedes discernir si cae en ellos o lo hace para que tu mismo empieces sintiendo lo que sienten ellos. La película es la mar de entretenida sin recurrir a entretenimientos varios pese a que cada parte tiene su momento de acción entre actos (marihuana y un par de momentos que escuchan música), y por encima de todo es profundamente efectista pero, ahí viene lo bueno: no me importa.
Es decir, los diálogos, que son crema, son impropios de adolescentes, demasiado serios y dramáticos, pero están tan bien usados, lanzados, los cinco son un acierto de casting tan letal, que no te importa; sus pequeños dramas se encierran en su propia dimension, en su edad, y tampoco te ríes de ello; y las concesiones cómicas (el papel en el pantalón de Vernon), el gusto de Hughes por salidas de tono sexuales o los momentos musicales, que tienen su punto ridículo, tienen su pase.
https://www.youtube.com/watch?v=ZbGlWN6Z0OA
Añadimos una lograda BSO, con el famoso Don't You de Simple Minds abriendo con los créditos y varios temas no demasiado conocidos, evitando la sensación de BSO trampa (como lo era la de Risky Business a nivel de temas comerciales, NO a nivel de BSO propia, que en eso era brillante, con Tangerine Dream).
Es una película muy especial.
¡Menudo ciclo te estás pegando, amigo Synch! :abrazo
Hace tiempo escribí, junto con varios compañeros, un mini-especial sobre la obra de John Hughes, uno de los mejores directores americanos que dieron los años 80, muchas veces injustamente menospreciado por dedicarse a un género menor como la comedia juvenil, pero siempre desde un prisma tan personal que cualquier comparación con las típicas comedias de adolescentes resulta insultante.
Lo que en su día dije de "El club de los cinco":
Una película que marcó a una generación y que, estilos aparte, en muchas cosas de su texto sigue siendo atemporal, y lo será siempre porque trata sobre personas antes que sobre cualquier otro tema.
El cine adolescente fue todo un subgénero que empezó (como lo conocemos) en los 70 con Desmadre a la americana y generó toda una locura de copias, sagas y secuelas falsas desde todos los puntos del globo; un rollo que se iba retro-alimentando y que, con modificaciones estéticas básicas, fue aumentando su vida comercial en los años 90 e incluso hoy en día.
Podríamos hacer una división simplista entre las que tenían de fondo el lema sexo-drogas-rock&roll (casi siempre con tramas que giraban o bien en torno a montar una fiesta salvaje y generalmente prohibida, o en la pérdida de la virginidad) y otra clase de películas que se centraban en la lucha del individuo libre de los 80 contra la Autoridad, el Sistema, o como queráis llamarlo. Ambos subgéneros no son excluyentes, de hecho es muy normal encontrarlos juntos, y cuando me he puesto a subdividirlos, me he dado cuenta de que una subdivisión es innecesaria.
También hay que decir que muchas de esas cintas no aguantan un examen o revisionado hoy en día, porque eran cintas de consumo rápido pensadas para ver y olvidar de forma fulgurante, para el mercado de vídeo y para un público poco exigente... Pero El club de los cinco es la más clara y gran excepción a la regla; es una de las afortunadas que sigue sobreviviendo en la memoria de los viejos, y en algunos miembros de la nueva generación que la van descubriendo.
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El club de los cinco es un tratado sobre la adolescencia, y más concretamente, aunque no excluyente, sobre los adolescentes americanos de los años 80, era de la abundancia (para algunos) donde los chicos de las clases medias-altas, estuvieron más mimados, y más colmados (materialmente) que casi ninguna otra generación anterior, mientras que los de clase baja carecieron más que nunca de todo lo indispensable. La invasión del ocio electrónico, los videojuegos, el vídeo, la tele por cable… cambiaron la forma de vivir de muchos jóvenes, que descubrieron cosas que sus padres no hubieran podido imaginar.
Pero la película no es tanto un examen de clases (aunque algo de eso haya, no creo que fuera importante para Hughes) como un examen de cualquier sociedad occidental civilizada, sobre la asignación (y aceptación) de roles sociales en la juventud.
Los títulos de crédito son toda una declaración de intenciones: fondo negro y letras amarillas, nada vistosas, con el Don’t You de fondo; títulos de crédito muy sobrios y contenidos, alejados de los festivales de colorido y animación que solían tener estas películas en los créditos, estilo Porky’s. Es el primer aviso de que vamos a ver algo especial.
La historia arranca (después una cita de David Bowie) trasladándonos hasta el Instituto Shermer de Illinois (Shermer es una ciudad ficticia, típicamente americana, que Hughes volvería a retratar en otras películas) donde una de las formas de castigo para los alumnos que cometen faltas graves es obligarlos a pasarse todo el sábado encerrados en el instituto (una idea genial, y la pesadilla de cualquiera a esa edad) bajo la supervisión de algún adulto del centro, y dedicando su tiempo a escribir ensayos que a nadie le importan y que seguramente, nadie leerá. Un modelo de ayuda a la adaptación, a la productividad y la reinserción, vaya.
Es por la mañana, y cinco castigados llegan al colegio (ya la forma en que llega cada uno empieza a dibujar el retrato de su rol); ellos son Andrew (Emilio Estevez) un héroe deportista del instituto, perteneciente a la típica familia WASP, muy poco motivado; Claire (la novia que todo adolescente americano y, porque no, español, quiso tener en su casa en los 80, Molly Ringwald) la reina de los bailes estudiantiles, la niña de papá, de clase alta y que siempre brilla allá donde va; Brian (el ubicuo Anthony Michael Hall) un nerd, empollón, obsesionado con las notas altas debido a la presión paterna; Allison (Ally Sheedy) una inadaptada que nunca habla y a la que nadie jamás presta atención, y en fin, Bender (Judd Nelson) el rebelde de clase baja, y futuro delincuente sin esperanzas de salir de ello. Los cinco estarán bajo la atenta, paternal, educativa y estimulante vigilancia del señor Vernon (Paul Gleason) el director del centro. Seguro.
La dirección de actores es soberbia, desde el momento que los cinco aparecen en pantalla, todo está estudiado: cada gesto, cada mueca, corresponde al rol que interpretan en la película. Y desde ese mismo momento, Hughes insiste en recordarnos dichos roles, a través de cualquier detalle: por ejemplo, el modo de sentarse en la biblioteca (que hace las funciones de sala de castigo, y que no se parece a la biblioteca de ningún colegio que yo haya conocido) donde la princesa del instituto y el deportista se sientan juntos (son los únicos socialmente integrados o sea, iguales) mientras los otros tres se sientan totalmente separados, y los de clase baja directamente, en la última fila. La aparición del señor Vernon deja claras las reglas del juego desde el principio: es el enemigo, que no va a ofrecerles ayuda en su tarea, y que se considera demasiado importante para estar allí un sábado vigilando a cinco mocosos de mierda cuando podría estar jugando al golf o sobando. Su actitud es hostil desde el principio; chulesca y nada pedagógica, negándose a contestar (e incluso a escuchar) las preguntas que le van planteando los alumnos.También en ese momento queda claro el odio especial que siente hacia Bender, en lo que incluso podríamos ver un cierto toque clasista (el director desprecia a todos sus alumnos, pero solo siente esa hostilidad hacia uno de ellos, casualidad o no, el único que proviene de un estrato marginal).
La película sigue esas reglas durante un rato (están vigilados de cerca, los cinco chavales solo hablan memeces y comentarios sin importancia) pero para que empiece de verdad, hay que hablar con libertad, por lo que pronto el director tiene que desaparecer de escena, y volver solo cuando de verdad haga falta. Así, al principio, los cinco se comportan como críos, manteniendo las distancias y lanzándose pullitas (el delincuente metiéndose con la chica bien, burlas generalizadas hacia el empollón, ignore absoluto hacia la anti-social, el deportista defendiendo a la que es de los suyos) pero irán moviéndose de esas posiciones poco a poco. Eso no significa que no dejen de pelear (de hecho, diría que cuanto más se pelean, más se acercan) o de desearse (casi desde el principio surge el triángulo sobre Claire (Ringwald) por la cual competirán los dos “machos alfa” del colegio, el deportista y el matón).
Como suele pasar en el cine de Hughes, lo que puede parecer positivo es en realidad, negativo, y lo que parece feliz, es amargo. Así, por cada pequeño momento que tienen los protas para conocerse y comprenderse, para salirse de ese rol del cual van derribando barreras, más difícil parece que esa nueva condición vaya a sobrevivir más allá de ese sábado. Poco a poco, primero a través de experiencias cotidianas (el almuerzo que comparten en la biblioteca, muy revelador sobre algunos de los chavales y momento clave) o como se comportan con los dos adultos de la peli (el director y el conserje del colegio) van dando pie a una relación auténtica donde todos puedan desprenderse de sus “caretas“que se acaban viendo como una auténtica mortificación para todos, una mierda innecesaria, impuesta socialmente, que solo les trae infelicidad.
En el cine de Hughes, sobre todo en sus películas de adolescentes, hay muy pocos adultos, y los que salen están muy clasificados. Por un lado, el adulto que representa a la autoridad (normalmente amenazador, y un obstáculo para los protagonistas) el adulto ridículo del que uno solo puede reírse (no tanto alivio cómico como auténtica crítica a la madurez mal entendida) y por último, el menos constante, pero más interesante, el adulto estratificado en la adolescencia. En este sentido, mi personaje favorito de El club de los cinco no es ninguno de los cinco del título; es, ha sido siempre, el conserje, Carl (interpretado por John Kapelos, actor muy ochentero que repetiría en el cine de Hughes).
El conserje, de quien nada sabemos pero mucho podemos adivinar; en el inicio de la película, vemos su foto (como estudiante, mucho más joven y con pelo) enmarcada en un cuadro de honor de “Estudiante del año”. Pero en el presente de la película, le conocemos de conserje, un tipo al que le mola ponerse filosófico pero también es pragmático, muy, muy sarcástico, y en el fondo, se dibuja una historia amarga, la suya. Me puedo imaginar esa historia, un pasado donde fue “alguien” (o por lo menos, la promesa de alguien) expectativas que seguramente no llegaron a cumplirse, experiencias que lo desengañaron, y un futuro que le obligó a volver al único sitio donde había sido “alguien” aunque fuera desde lo más bajo, un trabajo de conserje sin futuro.
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Clave es también su conversación con el director Vernon, y que nos ayuda a entender a este villano que a lo mejor, en el fondo, no lo sea tanto. Seamos sinceros; ¿Cuántos profesores como Vernon hemos conocido? Gente que se dedicó a lo que parecía una carrera universitaria fácil, una vida profesional fácil, vacaciones de verano… para luego darse cuenta de que se carece totalmente de cualidades humanas (no ya académicas) para enseñar, para motivar y estimular. Acaba uno echándole la culpa de sus elecciones a otros (los alumnos, en este caso) frustrándose y amargándose, y llegando a convertirse en cabrones retorcidos. Yo personalmente, he conocido a unos cuantos.
La tragedia de Vernon es que él, como sus estudiantes, es otro rol, lleva su propia máscara. Esa actitud de desprecio y burla no es más que una tapadera para no revelar una sensibilidad oculta (realmente le importa, y mucho, la percepción que de él tienen sus alumnos). Hay un momento genial en el que se enfrenta a Bender cuando los dos están solos, y enumera (sin venir mucho a cuento) las cosas que tiene: un hogar, un buen salario, una casa… un momento en que desnuda las miserias de una vida donde solo cuenta lo material, prestigio, estatus, dinero en el banco.
Pero, a partir de cierto momento la película va dejando los momentos de entretenimiento más espectaculares, destinados a entretener al público y se centra: los cinco protas se sientan en un círculo en la biblioteca, como si estuvieran de hoguera en pleno campamento, y comienzan a explorar su interior. De todas sus confesiones, pienso que es la de Andy la más perturbadora: el chico sano americano, un puro estereotipo, el deportista popular envidia de todo hijo del vecino, un triunfador, que es en realidad un triste pelele, infeliz, aterrorizado por la figura de su padre y al mismo tiempo, queriendo impresionarlo a toda costa, incapaz de pensar o hacer nada por sí mismo.
El club… sigue por unos derroteros bastante amargos, pero prefiero centrarme ahora en otros aspectos, y dejar esas reflexiones para el final, más que nada por no spoilear a nadie la película, aunque dudo que haya mucha gente que no la conozca y tenga intención de hacerlo, pero por si acaso.
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A El club de los cinco, a día de hoy, se le han achacado varias imperfecciones por las cuales se le suele fusilar en algunos ámbitos; imperfecciones que no creo que sean tales, al menos no todas.
En primer lugar, el excesivísimo culto del que goza en su país (infinitas series y películas le han rendido homenaje, mi favorito, personalmente, el de Futurama. Aquel día casi lloro, y los que conozcáis la serie, sabéis de qué hablo).
En segundo lugar, mucha gente se vale de la poca credibilidad de la propuesta para cargarse toda la película. Cinco adolescentes vigilados por un adulto que se escapan de su sala de castigo, corren por ahí, fuman marihuana, causan destrozos en el instituto, y hasta se ponen a bailar, sin que el vigilante adulto se entere de una mierda. ¡No es creíble!, dice mucha gente. Bueno, no quiero entrar en el debate de que la suspensión de incredulidad es algo sin lo cual no se puede disfrutar del 90% del cine, y prácticamente nada del cine fantástico. Pero a John Hughes, esa credibilidad se la sopla; él lo sabe, su público lo sabe. Solo hay que ver Todo en un día, que es una gran bofetada contra cualquier realidad; o Dieciséis velas, que es un cuento de hadas adolescente actualizado; ¿alguien probó a crear una Kelly LeBrok con su Spectrum? A mi no me salió :cuniao
Y si hablamos de su labor como guionista, ¿alguien se creyó la premisa de Solo en casa? ¿Pero qué clase de padres son esos? ¿Dónde está la asistencia social cuando se la necesita? ¿Por qué no le retiraron la custodia del mocoso a sus padres? Pero al margen de esas cuestiones, Solo en casa fue una de las películas más taquilleras de principios de los noventa, y no creo que nadie preguntara.
Pero son los ochenta, y no todo han de ser reflexiones existenciales, coñe! La película intenta combinar su texto con otras atracciones que estimulen al público adolescente del momento y lo mantengan pegado a la pantalla; el triángulo amoroso, en un principio solo a través de miradas, luego ya, convertido en una pelea abierta entre los dos “pretendientes” que esperan cualquier excusa para echarse la bronca, liarse a hostias y así impresionar a su pretendida. También está el misterio de la marginada Allison, que nunca habla, y de la que no sabremos su motivo para estar ahí castigada hasta el final de la película; tenemos agresiones verbales e incluso físicas, intento constante de romper las reglas establecidas del castigo (sobre todo por Bender, que poco a poco va arrastrando a sus compañeros con él) todo muy Hughes. Carreras por los pasillos del instituto a ritmo de temas ochenteros, fugas imposibles de la sala de castigo que ni James Bond hubiera conseguido, fumeteo de hierbas raras, psicotrópicas e ilegales (una escena clave, otra más, en la que después del consumo todos se rebuscan en sus respectivas carteras/bolsos, en un intento de intimar). Curiosamente, a esa escena la sigue otra que siempre odio, el “subidón” que le da a Andy después de fumarse un porro, que le lleva a bailotear por toda la biblioteca, una escena que rompe el ritmo, y que me sobra totalmente.
La suspensión de incredulidad es vital; los protas DEBEN salirse del control impuesto, para interactuar con libertad. Puede que otro guionista/director hubiera conseguido hacerlo de manera más sutil, pero la verdad, viniendo de Hughes esa libertad de romper las propias reglas de la película me parece más una declaración de intenciones que un fallo narrativo.
Si los cinco estuvieran sentados en la biblioteca, reñidos cada vez que abren la boca, la película hubiera terminado en cinco minutos, más o menos. Yo creo que es EVIDENTE que a Hughes se la suda el director del colegio, salvo cuando lo necesita: por ejemplo fijaros en esas escenas en que los cinco corren huyendo de él, y pasan corriendo POR DETRÁS SUYO a centímetros. En un instituto vacío, con los ecos que debe haber en esos pasillos, ¿el director Vernon no se da cuenta de que están pasando detrás suyo como elefantes en una cristalería? Pues no. De hecho al final bailan al son de una canción de tocadiscos que es imposible que no se oiga (al margen de la dichosa credulidad, esa escena es otra que me sobra bastante, fruto de su tiempo y de la necesidad de meter numeritos musicales, que aquí está bastante forzada).
Otra crítica que he llegado a escuchar, y que me hace descojonarme, es aquella que diu “es que la peli va sobre cinco críos americanuchos que no son más que arquetipos… ¡que falta de originalidad”. Perdonadme los presentes que pienses así (si los hay) pero eso solo demuestra que no se ha visto la película, o se ha visto con las gafas de los prejuicios puestas.
La película lo que hace es cogerse a cinco arquetipos americanos, perfectamente identificables en su día (y hoy, que cojones… y no hace falta, quitando algunas cosas, limitarse a los EEUU) y desmontarlos hasta llegar al punto en que lo que no son, desde luego, es arquetipos. Los cinco representan perfectamente las ansiedades del adolescente occidental, y en ese punto, no creo que la película haya envejecido ni un solo segundo, todo está ahí: el miedo a madurar, entendiendo la madurez como el final de la vida y el empezar de una distinta, desconocida, aterradora, cual pérdida de la propia identidad y sustitución por Otro, el adulto; el sexo (un auténtico motor para los personajes en momentos clave de la peli) la presión social, lo importante de las apariencias, las relaciones con los padres (curiosamente, las veamos desde el punto de vista del que las veamos, los cinco quieren impresionar a sus padres, aunque algunos desde luego, no se merezcan ese esfuerzo por parte de sus hijos). Si algo conecta a los cinco personajes, es la angustia. Algunos lo tienen todo y otros nada, pero al final todo son apariencias, a todos les faltan las mismas cosas.
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La última gran crítica a El club de los cinco su final “happy ending al estilo americano” y aquí empiezan los SPOILERS para quien no quiera seguir. Y es que calificar a esto de final feliz es ser un cabrón. De final feliz, nada. El matón acaba ennoviándose con la princesa; el deportista, con la anti-social (del geek no se dice nada…. Ni creo que nadie se extrañara de que ni lo tuvieran en cuenta a la hora de emparejar personajes, vamos. El Brian de Anthony Michael Hall parece escapado de la saga La venganza de los novatos). Los cinco parecen llegar a un acuerdo: no dejarán de ser amigos más allá de ese sábado, y darán la cara delante del resto de los compañeros cuando llegue el lunes siguiente.
¿Alguien se lo cree? De verdad, acordaos lo que era ser adolescente. ¿Alguien es capaz de tragarse que al lunes siguiente, se cruzarán entre ellos y no bajarán la cabeza? La película tiene el gran acierto de no enseñar ese momento, pero estoy convencido de que al llegar el lunes, cada uno llevará puesta su careta, y no admitirán quitársela. Ese John Bender, puño en alto, de fondo una pista de ¿rugby? Del instituto, que ha sido tan copiado y referenciado, y que siempre se ha visto como el triunfo de la individualidad sobre la masa y la presión social… madre mía, a mi me da una pena tremenda. Están todos condenados a fracasar pero todos. Su triunfo es el triunfo del momento, un segundo en el que fantasear y ser romántico, lo suficiente para que la fábula agridulce no le siente mal a los que pagan las entradas. Por supuesto, el niño que hay en mí quiere creer lo contrario. Me dice: oye, al lunes siguiente, los cinco amigos seguirán siendo amigos, y el resto de los compañeros lo aceptarán, y si no da igual porque lo que importa son ellos cinco, y al final se casarán todos juntos y se irán a vivir la luna, y a comer perdices”.
Desgraciadamente, han pasado ya unos buenos veintitantos años desde que vi por primera vez El club de los cinco, y por lo que sé del género humano, y de la presión de la sociedad sobre uno a esas edades, dudo mucho que el cuento termine así. Ese pequeño momento de gloria final no es más que un instante de rebeldía. Una nota romántica al pie del libro. La amistad es muy importante en la vida, y la película entera va de eso, pero me pregunto hasta qué punto cada uno de esos cinco adolescentes cambiaría lo que tiene (todos tienen un grupo de amigos, excepto Allison, una familia que los respalda materialmente, aunque la vida familiar en lo emocional sea miserable…) por esa amistad.
En muchos tramos veo que hemos dicho casi lo mismo :P
Coincido en que el cine de Hughes sabe sumergirse en el mundo adolescente o infantil que describe y que no por ello sientas que no te pertenece pese a que tengas ya una edad lejana a la de los protagonistas.
Algo que me da tirria del cine y TV de adolescentes, que no es más que estos hablando dramáticamente, ordenadamente, como adultos interpretando teatro (y que el de mi firma logró evitar con los gloriosos diálogos de Buffy, como bien sabes), aquí sucede, vaya si sucede, pero no me importa debido a la dirección de actores y sobre todo al contenido de esos diálogos, avanzando en cada etapa, sin redundancias, hacia el mensaje final.
A veces regreso a ese sábado de marzo de 1984, por placer.
A mi tampoco me gusta la escena de Andy haciendo el chorras por la biblioteca, aunque la del baile la tolero más, ni que sea por Ally y Molly :D
Acabo mi ciclo de la Pantera Rosa a falta de la película inaugural, que me la reservo para Blu ray.
Como llevo haciendo, sin orden ni concierto. Bueno, pues sesión doble:
La Pantera Rosa Ataca de Nuevo (Blake Edwards; 1976)
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Aquí ya desbarra la franquicia en la forma más bizarra posible. Después de los eventos vistos en el "Regreso de la Pantera Rosa", Dreyfus acaba ingresado en un psiquiátrico y no sólo no se vuelve un completo perturbado mental sino que Edwards decide convertirlo en un villano que podría pasar por uno de cómic y de las películas de, por aquel entonces James Bond de Sean Connery. Dreyfus se encarga de reclutar al grupo de delincuentes más variopintos del Planeta para matar a Clouseau de una vez por todas y apoderarse del mundo.
Como ya pasara en la primera Pantera, en la que Clouseau era un secundario, aquí casi tiene más protagonismo dreyfus que el propio Clouseau, puesto que el guión parece que está pensado para exhibición de Herbert Lom, aunque obviamente Sellers como Clouseau sigue igual de brillante que en las anteriores entregas.
Aquí no aparece el Diamante salvo en los excelentes títulos de crédito; una animación maravillosa. Sigo pensando que la animación de la mayoría de las películas de la pantera Rosa (etapa Sellers, con añadidura de la Maldición) son verdaderas obras de arte. En esta, Edwards homenajea al mundo del cine tocando prácticamente todos los géneros. Podemos ver por ejemplo homenajes al musical con "Cantando Bajo la Lluvia" o "Sonrisas y Lágrimas" (algo que no de extrañar porque la mujer de Edwards en aquel momento era Julie Andrews); el cine de Monstruos de la Universal con King Kong, el cine de Hitchcock; y hasta al Batman de Adam West . Una verdadera gozada :babas
https://www.youtube.com/watch?v=s4vO2w5lXaI
Y ojo al final, con un guiño al Tiburón de Spielberg. Qué maravilla.
https://www.youtube.com/watch?v=_ed_9HeLQHY
Se nota, como ya pasara en "el Regreso de la Pantera Rosa", la buena factura técnica y el uso de localizaciones naturales ( se nota con respecto al poco presupuesto que tenía "Nuevo Caso del Inspector Clouseau", que me daba mucha sensación de cerrado, de decorados no del todo atinados, mucho rodaje en estudio y repetición de planos).
Me gusta mucho el tono gótico y lúgubre del castillo de Dreyfus (quizá un homenaje y un guiño de Herbert Lom a las películas de terror de la universal, al Fantasma de la ópera o a Drácula). Además es evidente el homenaje a Bond, el tono comiquero y aventurero, parodiando Edwards a través del personaje de Dreyfus a una especie de Dr, No o un megalómano de cómic, como podría ser Lex luthor.
De nuevo claro, Peter Sellers borda a Clouseau, demostrando una capacidad camaleónica innata y un humor físico y verbal que pocos cómicos han sido captar tan bien como lo hacía él. Disfrazándose de Quasimodo (para partirse de risa la escena en la que sale levitando por la ventana); haciéndose pasar de dentista para entrar en la guarida de Dreyfus; o interpretando dos personajes (obviamente con un doble de espaldas) en la escena del hotel, que es además mi escena favorita. Genial :mparto
https://www.youtube.com/watch?v=SnXtuktNdlM
De Clouseau no tengo niguna queja, aquí lo que no me acaba de funcionar es Dreyfus. La primera parte sí me convence, pero en cuanto se convierte en un megalómano, no es Dreyfus, es otro (que en la Venganza de la Pantera Rosa volvería a ser de nuevo el Dreyfus que conocemos). Aunque sea muy divertido el personaje, no me acaba de convencer, me parece raro para ponerlo en el contexto de la propia saga (si se llamara de otra forma, ni se notaría). También, veo falta de coherencia en la historia, parece que va a trompicones, y que todo es tan surrealista que te lo tienes que creer.
Me ha gustado más de lo que esperaba, los títulos de crédito son mis preferidos de la saga, aunque sea mejor película que otras, no es de mis favoritas.
Nota: 7
Y la otra:
Tras la Pista de la Pantera Rosa (Blake Edwards; 1982)
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En esta, voy a ser muy breve, porque tampoco hay mucho que contar.
Ultima película de la Pantera Rosa de Sellers, que no es más que un homenaje póstumo del mismo Edwards al Inspector Clouseau de Sellerrs. Aquí no aparece Sellers vivo (había muerto en el 80), siendo la película compuesta de dos partes: una primera que no es más que una sucesión de gags y escenas descartadas de las anteriores películas de la saga; y una segunda que nos narra la investigación de la desaparición de Clouseau por parte de una periodista de investigación, que se dedica a investigar a todas las personas que han sido relevantes en la vida de Clouseau, incluyendo una de la casa de Clouseau entrevistando a su padre, o un flashback curioso de su infancia o juventud.
Lo único salvable es volver a disfrutar del Inspector Clouseau de Peter Sellers; aunque el detestaba al personaje, el personaje iba a ser destinado a Sellers de por vida; Ni Kirk alyn ni Steve Martin no han logrado ni hacerle sombra. Y claro, los títulos de crédito. Desgraciadamente, ni Mancini se salva de la quema, puesto que es otro reciclaje desecarado de su obra.
Como he hecho en todas, dejo los créditos animados:
https://www.youtube.com/watch?v=Ob7TTTT_pHw
Por cierto, la viuda de Sellers demandó a Blake Edwards por utilizar archivo sin su consentimiento. Por lo visto ganó.
Nota: La pongo un 5 por Sellers, sino iba para Septiembre de cabeza :cuniao
A falta de la Pantera Rosa, el Ranking quedaría así:
-El Regreso de la Pantera Rosa (7,5)
-La Pantera Rosa Ataca de Nuevo (7)
-La Venganza de la Pantera Rosa (6,5)
- El Nuevo Caso del Inspector Clouseau (6)
-La Maldición de la Pantera Rosa (5,5)
-Tras la Pista de la Pantera Rosa (5)
Una pequeña puntualización: King Kong no es de la Universal, es de la RKO :cortina. Que, por cierto, tuvo su propio ciclo de cine fantástico, allá por los 30' y 40' muy interesante (el ya citado King Kong, El malvado Zaroff, La mujer pantera...).
Felices sueños desde mi cripta.
Vista Doctor Strange por primera vez, con las mismas sensaciones que Ant-Many que muchas otras del MCU. Es decir, está bien, pero ahí falta algo, supongo que ese algo que mantiene el MCU en esa frecuencia en la que al conjunto le va mejor que a la suma de las partes.
Destaco, claro, a Benedict Cumberbatch (no quiero ni pensar como le habrán doblado aunque aquí esconde su acento, claro) y Rachel McAdams, que creo puede con este papel sin esforzarse demasiado.
Destaco también que si bien Ant Man tenía un punto ochentero en su propuesta (pero con diálogos flojos, humor escaso...), Dr Strange es totalmente una historia de origen bien narrada, pero sin sangre. La misma que (no) destila Mads Mikkelsen, que no, con su porte y tal no basta.
Lo que no me convence es el tema magia y como Stephen consigue sus poderes: está en una clase probando a hacer, nada, porque no sabe hacer nada. Entonces la jefa lo manda al Everest y consigue salir solo de ahí, y entonces empieza el clásico montaje de toda peli de origen en el que el futuro superhéroe avanza en sus poderes. Ok pero como lo hace? Es el problema de la magia en tantas y tantas películas o series. Potter lanza un hechizo, por qué? Apunta con la varita y dice el conjuro... Sólo es eso?
Por contra el uso de la deconstrucción de la realidad (muy Inception) y el jugueteo temporal me han gustado.
Así de memoria:
1. Avengers
2. Guardians 1
3. Cap America 1
4. Age of Ultron
5. Winter Soldier
6. Iron Man
7. Ragnarok
8. Guardians 2
9. Civil War
10. Ant-Man
11. Dr Strange
12. Thor 2
13. Thor
14. Incredible Hulk
15. Iron Man 3
16. Iron Man 2
(debería revisar Homecoming, aún debo pensar donde pongo Infinity War y me falta Dr Strange).
Revisada Jaws anoche. Hace poco pude escuchar la BSO en una edición cojonuda gracias al compañero Branagh/Doyle, así que acompaño la review con ella :D
Normalmente la revisaba cada año. Es lógico: es una de mis cinco-diez películas favoritas y probablemente de las que más he visto en mi vida (junto a Regreso al futuro, T2 y Star Wars como trilogía). Inclusive dos veces en el cine, en el primer Phenomena con 1800 personas en diciembre de 201 y una segunda vez en 2015. Desde entonces no la he vuelto a ver. hay que jod....
Como ya la he comentado mil veces por aquí voy a espasmos:
-El prólogo: no deja de sorprenderme con su eficacia. El mejor que he visto en mi vida. No tanto en su función narrativa, sino porque acojona. Spielberg no se detiene con esos personajes, son el cebo, pero esa primera subjetiva bajo Chrissie es sensacional, siempre apoyado por el uso de la BSO de Williams, esa sensación de que va a ocurrir algo, de que la presa aguarda y observa. El ataque da pavor (siempre pienso en como estará el cuerpo de Chrissie de cintura para abajo cuando el escualo le da un respiro y se sujeta en la boya, probablemente desgarrada o peor).
La muerte del pequeño Kintner: el modo en el que Spielberg construye la escena es pura tensión a baja velocidad. Los planos del tipo jugando con el perro, el pequeño Kintner yendo a bañarse con la colchoneta, Brody tan preocupado con lo que ocurre en el mar que no atiende a nadie... El perro desaparece (un bocado antes de la presa del día) y se sucede el ataque. El plano del chaval siendo despedazado con litros de sangre saltando por los aires es devastador. Siempre me ha impactado mucho.
Los dos estúpidos que tratan de cazar al escualo: cómo es posible que sepa perfectamente que le va a dar tiempo a subirse a la madera y sin embargo cada vez que lo veo no lo parece?
La llegada de Hooper: activa una nueva fase del film, es el conocimiento universitario y urbano sobre la ignorancia y atrevimiento de las gentes de Amity. Además es un personaje curioso, casi como el actor que lo interpreta: genial lo de autoinvitarse a la casa de los Brody y comerse su cena :D Cuando veo como Brody sirve el vino siempre me entran ganas de tomarme una copa con ellos. Antes se sucede una escena familiar con un momento delicioso de John Williams.
Ben Gardner: es lo mismo que con la famosa escena final de Friday the 13th. Esto acojona SIEMPRE porque la cabeza de Gardner aparece un instante antes que el impacto sonoro. Por eso te asustas.
El segundo ataque en la playa: ahí es donde, si puedo sacar algo del film, es donde apuntaríamos al maniqueismo (que estaba ya en la novela), pues aunque el Alcalde y demás se entiende (que no comprende) que actúen así, ahí ya se busca que el primero sea el mal-capitalista y Brody el único sensato.
Quint: que los últimos 50 minutos sean en alta mar, en la Orca, con Quint-Hooper-Brody es una maravilla y ayuda a que los 120 minutos pasen volando. Tampoco se trata de un estudio de personajes pero se aprecia que Gottlieb y Spielberg mantengan el comportamiento de los tres acorde con lo que son, sin evoluciones porque ni hay tiempo, ni es la circunstancia, y el único momento es en plena borrachera.
La paz del cadáver del tiburón despedazado, envuelto en sangre. Williams casca una maravilla con cuerdas para adornar el plano que certifica la muerte de la gran bestia.
Lástima que los tiburones no actúen así, o que a poco que pienses Bruce (uno de los 3 escualos falsos) no se parezca a un tiburón blanco (y menos de ese tamaño) (en el propio film salen unos de verdad, filmados en Australia, y el cambio es total), y la fama que obtuvieron tras la película.
A fin de cuentas, el pobre Bruce estaba comiendo en su propio super. Bien por él :D
Min 3:27:
https://www.youtube.com/watch?v=1I4PtFJlXpg
Min 0:46
https://www.youtube.com/watch?v=0PWu7KnECsE
Min 1:13
https://www.youtube.com/watch?v=OzewQ66gsSc
Min 2:09:
https://www.youtube.com/watch?v=GqbU00uNiAY
Min 0:56:
https://www.youtube.com/watch?v=RMFyoBf0CWI
Min 0:16:
https://www.youtube.com/watch?v=2I91DJZKRxs
A mí me encantó eso que comentaste de que en el primer ataque, los silencios de la música son las pausas entre cada acometida del tiburón; que a saber como estará la chica, si partida por la mitad o algo peor (no lo vemos). Cada vez que la ataca, suena un golpe orquestal de viento metal. Bien visto. Eso es narrar con la música (porque no hay dialogo en toda la secuencia).
La saga Indy mejor te la llevas a Spielbergpost, o mejor, la podemos poner en ambos hilos. Ya lo que tu veas.
:abrazo
https://www.youtube.com/watch?v=yrEvK-tv5OI&list=PL5ui4b8NspEIF3rc654fnoKj2C50OnyN9
En 1941 Williams parodia su musica para Jaws en Chrissie Takes Another Swim. :D. No recuerdo si la escena a la que acompaña también
Cierto, de hecho en el min 1:37 del vídeo que has enlazado se puede ver: probablemente tenían gente que les explicó como ataca un tiburón y este, que suele ser curioso y tiende a probar si algo es comestible (el resto ya es pura ficción, es un animal letal pero no Michael Myers), es factible que primero trate de catar la presa, así que primero le da un toque a Chrissie y nos sorprende a todos los que estamos por encima de la línea de flotación del agua: ella y nosotros. Es como si este tema tuviera las dos voces: la amenazante del tiburón y la sorprendente de Chrissie y el espectador, fundidas finalmente en la orgía de ataque y sangre final.
Joder, es el mejor prólogo que he visto en mi vida (cuento LOTR 1 como intro-resumen, más bien).