Según Variety, el presupuesto fue de 100 millones...
https://variety.com/2019/film/featur...in-1203300260/
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Según Variety, el presupuesto fue de 100 millones...
https://variety.com/2019/film/featur...in-1203300260/
Correcto, es cierto que hoy en día a gran parte de la gente el cine se la empieza a pelar más y más. Amigos míos, hace una década, iban al cine a pasar el rato porque era la única manera de ver algo diferente. Ahora la peña está saturada de series y películas que pueden ver con escasos 8 euros de netflix, etc.
Pienso que la gente más fiel a las salas, y que sigue yendo, es la prefiere ver un cine más de autor. Al menos es lo que aprecio yo cuando voy a los cines "alternativos" de Madrid.
También es cierto que estrenar la película casi a la vez que Spiderman y Matrix ha tenido que perjudicarla. Al final, tanto los jóvenes como los padres con niños preferirán estas últimas que un musical.
Vamos, que todo esto lo digo desde la barra del bar, pero es lo único que se me ocurre.
Pues vista ayer… y es una verdadera delicia, tanto visual como musicalmente. No tiene nada que envidiar a la mítica película de Robert Wise. Es más, creo que son perfectamente complementarias, pues el planteamiento de Spielberg ante este proyecto es de absoluta devoción y referencia al clásico de los sesenta. Todo en el rezuma ese aire, desde la puesta en escena hasta la forma de actuar. Todos los intérpretes están muy bien, y no hay una sola canción que no sea maravillosa. La orquestación es muy buena, y las coreografías espectaculares.
Imprescindible disfrutarla en el cine para apreciar todo su encanto. Corred a verla, insensatos :agradable
Un saludo.
Está claro que a Spielberg, a su currículum, a su prestigio, no le afecta. Pero seguro que le apena la situación. Él está en un punto de su carrera en el que hará el proyecto que le apetezca o puede que dos situaciones similares hagan que se jubile, pues hacer una película, bien hecha, no es una cuestión menor a cierta edad.
El fondo de la cuestión no es si afecta o no a Spielberg, que no tiene nada que demostrar; el debate y la preocupación, al menos la mía, es cómo se hunde un proyecto de tanta calidad, que no es precisamente un lobo solitario del cine independiente. West Side Story tiene que hacer ruido.
Hacerla coincidir con Spiderman o Matrix es otra cuestión. Pero es que ni si quiera entra en el dilema, porque los números son tan malos, de debacle absoluta, que no se trata de una cuestión de con quien haya coincidido, es que se trata de un rechazo total del público. Y ese es el problema grave.
Que no sea rentable West Side Story va a quedar como una anécdota al final, especialmente si luego atesora reconocimientos. El problema que es casi nadie ha elegido ver West Side Story de Steven Spielberg en ningún cine en ningún país.
Y creo que se debe al fenómeno de empezar a consumir subproductos con tanta frecuencia, que la gente ya no distingue lo que es bueno, de lo que es malo.
A mí desde luego me duele en el alma que una película como West Side Story no tenga éxito en taquilla. El público actual está demostrando estar a la altura de los productos que consumen.
Emocionado con esta pelicula que me ha llevado al cine despues de varios meses.
Solo que en mi ciudad nada de V.O., con lo que me he perdido mucho de este titulo.
Segun creo sera Disney Plus quien estrenara en streaming y no sera mucho mas alla de mitad de febrero, asi que esperare a entonces para poder disfrutarla en su V:O. que creo que es como realmente se concibe el visionado de este titulo.
No he visto la película y no dudo del trabajo de Spielberg, que siempre tiene unos mínimos de calidad.
Pero puede que el tema de que no lleve a más público a las salas también puede deberse (en parte) al rechazo que supone un remake o una nueva adaptación de una obra ya anteriormente consagrada.
No es lo mismo un remake de "Lo que el viento se llevó", que de "La isla del tesoro". De la primera tenemos algo ya icónico, de la segunda, yo como aficionado al tema (mi novela preferida) tengo recuerdos de varias adaptaciones y ninguna definitiva.
Por eso es probable que el público potencial de este producto tenga un cierto rechazo prejuicioso a ver esta nueva adaptación.
Lo cual es problema de dicho público potencial y de las películas que se monten en la cabeza (dicho con cariño).
Es cómo si mañana hacen una nueva adaptación de Rey Lear y yo digo que cómo mejor que Ran de Kurosawa es imposible hacerlo, pues no voy a verla.
Nuevas versiones de las grandes historias de siempre se han hecho toda la vida, desde que el cine es cine.
Si esto se hubiese respetado a rajatabla, todo lo que tendríamos de Ben-Hur sería el (muy buen), film de 1925.
Para acabar de rematarlo, la cinta de Spielberg no es un remake de la de Wise, sino una nueva adaptación cinematográfica del musical teatral.
Además de eso, Spielberg no se limita a repetir la película del 61, ni mucho menos. Su planteamiento es clásico, sí, pero en realización ofrece algo mucho más elaborado (Robert Wise nunca fue un virtuoso de la cámara). Su acercamiento es más realista y cinematográfico, el de Wise mantenía ciertos elementos teatrales. Y el reparto es más creíble en la nueva, excepto por el personaje de Anita, ahí me quedo con la Rita Moreno de 1961.
Esta West Side Story tiene suficientes aportaciones para justificar su existencia.
Completamente de acuerdo. :abrazo
Yo no digo lo contrario.
Pero ese prejuicio, a pesar de seguramente injusto existe, no?
Puede ser, aunque yo creo que lo que más le ha perjudicado en USA y otros países anglosajones es el no subtitular las partes en español. Añade a eso que el musical no suele funcionar en taquilla, la ausencia de una estrella, la pandemia y la proximidad del estreno de Spiderman... La tormenta perfecta.
No creo que la gente la haya rechazado porque sea una nueva versión de otra película que ya se había hecho. Creo que ha sido un fracaso porque no salen superhéroes ni coches tunning, el gran público cada vez es más cerrado y no se plantea(ni se percata de su existencia) verla.
La peli es maravillosa, aunque lo dice un neófito que no ha visto la anterior adaptación. Spielberg es el narrador por autonomasia y qué planificación por dios, hasta en el detalle más insignificante (esa María despertando en su cama con su cara perfectamente enmarcada en el pie de su cama). La única pega que le pondría es cierta falta de fuerza en su tercio final y que lastra el ritmo, pero supongo que es algo inseparable de la obra original.
Entre está y El Poder del Perro están mis favoritas a los Óscar, a falta de ver lo de Anderson.
Estoy de acuerdo, hasta la pelea me parece una obra maestra, pero el desenlace se extiende demasiado y le falta algo de fluidez. A pesar de ello creo que es de las películas más redondas que ha hecho Spielberg en mucho tiempo.
Me encanta todo lo que hace Spielberg, pero no soy muy amigo de ciertos musicales y un remake de esta en concreto lo veo innecesario, es un capricho del amigo, lo respeto por que tiene derecho a hacer lo que le de la gana, se lo ha ganado con los años y su maravillosa trayectoria como director y productor, pero entiendo que la gente no vaya al cine a ver esta película no es de los gustos de la gran mayoría, hoy en día. Puede ser una pena o no pero es lo que hay. En el fondo Spielberg sabe que no iba a triunfar con esta película y más con lo que esta cayendo aun en el mundo.
A ver una pregunta. Según veo en los trailers los actores que interpretan a portorriqueños hablan en inglés incluso entre ellos. Deduzco por vuestros comentarios que las partes en español serán segmentos entre conversaciones. Pues bien cuando hablan español su acento es correcto o parecen yanquees que hablan en español? (Tipo Heston en Sed de mal, para entendernos. :cuniao).
Y por otro lado deduzco que en nuestro doblaje estos personajes portorriqueños son doblados por actores de doblaje latinos, no son los propios actores. Es asi?
Gracias
Lo pregunto por que aunque los actores que hacen de latinos, sean de rasgos latinos igual no son hispanohablantes.
Por ejemplo Rachel Zegler, su madre es colombiana creo. Pero no sé si el español es una de sus lenguas que hable habitualmente. Ella nació en USA. Por eso lo pregunto.
Sea como sea a ver si pronto salgo de dudas, pues esta película (contrariamente a la mayoría del cine actual) si que tengo ganas de verla.
Saludos
Vista esta mañana (sólo ocho personas en la sala) la película me ha gustado muchísimo y eso que no soy muy fan de musicales clásicos y además no recuerdo casi para nada un visionado (diría que infantil) de la versión de 1961.
Desde ya creo que Spielberg será el único que vaya a competir con Campión por el Oscar a mejor director. Su trabajo me parece magnífico, con una cámara que todo lo capta y que se mueve por los escenarios con una elegancia insuperable. Además esta por ahí Kaminski que, esta vez me ha convencido completamente (creo que ya he comentado que por ejemplo, no se termina de convencer en su Indiana Jones o en los films históricos para Spielberg). Esta vez me creo y me ha atrapado todo el colorismo que aporta a la imagen (como se ha mencionado, elegantísima la paleta de colores, con los Jets destacados en su vestuario de colores fríos (azul, negro) y los Sharks en su vestuario de colores calientes (rojo, amarillo, naranja)) consiguiendo una iluminación con un toque, para mí de irrealidad, que paradójicamente me parece muy realista. Tremenda la iluminación de la escena del baile del instituto, la visita a The Cloisters, la escena de la fábrica de sal o los interiores del apartamento de Anita-María, con esos paños de colores que tamizan la luz.
Por tanto, formalmente el film me parece un triunfo, un verdadero festival de luz, color y movimiento (ya he leído que algunos números ahora ganan además en eso, movimiento) bellamente coreografiado y perfectamente rodado.
La historia también me ha sorprendido en algunos aspectos (ya digo que casi no recuerdo la versión de 1961, el musical nunca lo he visto en un escenario y hacer comparaciones con el Romeo y Julieta de Shakespeare no siempre ayuda):
· Primero creía que Maríaya veo que no sucede asíSpoiler:
· El numerazo Oficial Krupke en Comisaria (que parece que no estaba en la versión de 1961) y cuya letra me parece totalmente actual, así que en los sesenta debió serla bomba. Y lo mismo con el personaje de Anybodys que veo que ha tenido cierta (y creo que muy lógica) evolución para mantener su esencia.
· La dureza de la escena deen la tienda de Rita Moreno. (leo por aquí que también con algo de evolución, en este casoSpoiler:
Spoiler:
Otro punto fuerte de la película creo que el el reparto. No soy nada experto en estos temas, pero creo que todos, como se ha dicho, dan lo mejor de sí y creo que cantan y bailan muy bien. Me creo el enamoramiento instantáneo (bellamente filmada a base de planos-contraplanos de Spielberg) de Tony y María gracias al buen hacer de Zegler y Elgort. Y qué decir de DeBose o Faist, que crean unos personajes poderosísimos en tanto a presencia y rotundidad escénica (tremendo el número de lucha ente Riff y Toni o los momentos finales de la escena en la tienda de Anita) que son más secundarios que la pareja protagonista pero que, creo que tienen un arco y motivaciones más ricas.
En definitiva, que he salido encantado del cine y muy emocionado entre otras cosas porque ha sido muy bonito empezar a escuchar los temas del musical y recordar sus melodías pese a no ser nada fan del musical pero eso no quita para que esos compases ya sean algo casi casi del acervo común.
Saludos
No noté el clásico actor gringo de origen hispano que no sabe inglés queriendo hablar como latino, aunque ya no tengo tan fresca la película en la mente, claro que el error de siempre en las películas de USA es poner a latinos o hispanos o como les quieran llamar hablando en inglés entre ellos y cuando hablan en español lo hacen inclusive con diferentes acentos.
A mí me pareció que hablaban bien cuando lo hacían en español, osea que lo dominaban de manera muy natural. Para entendernos, no es el español que chapurrea Pacino en Scarface y Carlito's Way.
Yo también creo que en V.O. los actores hablan bien en latino y cambian al inglés (a veces incluso en mitad de una frase) cuando quieren o se lo exigen.
En este sentido me pregunto cómo se habrá doblado las numerosas veces quea Tony.Spoiler:
Saludos
Aunque tengo que reconocer que no es uno de mis musicales preferidos, culpa mía en parte pues no me gusta nada la historia de Romeo y Julieta, el trabajo de Robert Wise es para quitarse el sombrero y la película es fantástica. Si comentáis que el marrón en el que se metió Spierberg lo ha solventado con creces no hacéis mas que ponerme los dientes largos. Si el mejor Spielberg ha vuelto entonces va a merecer la pena con creces… una lástima no saber cuando podré verla…
Reseña fotográfica de Nacho Aguilar:
Segunda adaptación cinematográfica de la obra musical de Arthur Laurents, con música de Leonard Bernstein y letras de Stephen Sondheim, que se estrena sesenta años después de la primera, a cargo de Robert Wise y el coreógrafo Jerome Robbins. En esta ocasión, Steven Spielberg y su equipo habitual se encuentran tras las cámaras de la consabida historia: la rivalidad entre los Jets y los Sharks, que habitan en el decadente West Side de Nueva York, se ve salpicada por la repentina historia de amor entre Tony (Ansel Elgort), uno de los líderes de los Jets, y María (Rachel Zegler), la hermana del jefe de los Sharks (David Álvarez). Spielberg no ha actualizado la época, que sin estar determinada parece que sigue siendo la primera parte de la década de los 60, de manera que, en esencia, más allá de alterar el orden de algunos números, se trata casi prácticamente de la misma película, con una estructura muy parecida, siendo el principal cambio, del de los escenarios, quizá, la presencia de Rita Moreno (la Anita original) en un papel no existente en la película de 1961 y que, como el propio film en sí, apenas aporta con respecto al mismo.
Por supuesto, los números musicales están muy bien filmados por Steven Spielberg y existen numerosos momentos virtuosos en los que la cámara o las coreografías destacan mucho… pero no es que todo suene y parezca que se haya visto antes, sino que de hecho, es precisamente lo que ha ocurrido, sin que la falta de interés de la historia de amor principal, el mayor problema de la película de Robert Wise, se solucione con esa nueva versión. Ariana DeBose es quizá lo mejor de la película como la nueva Anita.
El director de fotografía es Janusz Kaminski, quien realiza su decimoquinta colaboración con el director Steven Spielberg. Dicho de otro modo, Kaminski ha rodado todas las películas del realizador desde que en 1993 se encargase de “Schindler’s List”, por la que obtuvo su primer Oscar (obtendría un segundo en 1998 por “Saving Private Ryan”). Además, ha recibido candidaturas por “Amistad” (1997), “Le Scaphandre et le Papillon” (2007, a las órdenes de Julian Schnabel), “War Horse” (2011) y “Lincoln” (2012). En cine, realmente se ha prodigado relativamente poco con otros directores, centrándose sobre todo en mantener su asociación con el director de “Close Encounters of the Third Kind”, de manera que puede encadenar todos sus trabajos y, entre tanto, habitualmente, se encarga de rodar lucrativos anuncios publicitarios.
El «West Side Story» original fue rodado en una mezcla de exteriores en las calles de Nueva York, precisamente en el área a punto de ser derribada para dar cobijo al Lincoln Center, así como en interiores y exteriores de estudio diseñados por Boris Leven, que aparentemente son los que predominan en esta nueva versión, diseñada por Adam Stockhausen. En esta ocasión, los 50 ASA y los 5-perf 65mm (Super Panavision) de la película de Robert Wise se han sustituido por emulsiones modernas y el formato panorámico anamórfico con lentes Panavision (series “T” y “C”), de manera que, a pesar de la actualización, resulta evidente que los cineastas han querido llevar a cabo una imagen de aspecto clásico, con renuncia expresa a la adquisición en digital, aunque la película sí está finalizada mediante escaneado y retoque digital en post-producción (“Digital Intermediate”).
En el film original, el director de fotografía Daniel L. Fapp, que ganó un merecidísimo Oscar por su magnífico trabajo, empleó las clásicas luces duras, con un estilo muy nítido, definido y contrastado, así como múltiples colores, procedentes no solo de los decorados y del diseño de vestuario, sino también, incluso de gelatinas ubicadas delante de sus fuentes de iluminación para producir diferentes tonalidades en pantalla. En cierto modo, la apariencia de esta nueva versión de “West Side Story” parece bastante inspirada en el original, no solo ya en cuanto a los tonos que aparecen en pantalla, sino también en cuanto a la calidad y la textura de la luz, emulación similar a la que precisamente Kaminski ya intentó realizar (con resultados catastróficos) del estilo de Douglas Slocombe en la trilogía original de “Indiana Jones”.
Janusz Kaminski siempre ha sido un director de fotografía al que le ha gustado (y sobre todo, le han permitido) poner su sello personal sobre sus imágenes. Generalmente ello lo ha hecho a través de la sobreexposición (presente en esta película en ventanas y otras fuentes de iluminación integradas), la difusión, unida a lo anterior, que también hace aquí acto de aparición, y en muchas ocasiones, también el director de fotografía polaco se ha caracterizado por el uso exagerado (o exageradísimo) de enormes aparatos de iluminación HMI en exteriores.
Esto último quizá es lo que más se aprecia en el caso de “West Side Story”, que al contrario que las tendencias modernas de emplear poca luz artificial en exteriores y, si acaso, hacerlo a través de fuentes de luz rebotadas o suavizadas, hace gala de esos enormes aparatos de iluminación directos y sin difuminar. Kaminski, al contrario que los clásicos como Daniel L. Fapp que los utilizaban frontal o casi frontalmente para rellenar las sombras, los emplea a contraluz o como luz lateral, generando un contraste más alto y una apariencia de luz solar, aunque quizá no filtre lo suficiente los aparatos como para parecer verdaderos efectos de luz cálida procedente del sol.
Dentro de ese contexto, con tanta luz dura de contra en los exteriores, no es extraño que cuando el polaco introduce bastante luz dura en los interiores, la misma no destaque demasiado (en el sentido de llamar la atención) porque el espectador ya se ha metido en ese contexto de luz a la antigua en el que dicho estilo tiene cabida. También hay bastante luz coloreada, alguna procedente de neones o bien, fondos azulados (con algunos tonos tipo “peacock blue”) o directamente, contraluces azulados clásicos para las escenas nocturnas, en un estilo de múltiples fuentes de luz que, junto con los diseños de producción y de vestuario, muy elaborados, hacen que la película posea un aspecto muy rico y sofisticado, incluso con niveles de iluminación elevados para poder rodar a diafragmas bastante cerrados (al menos T4.5) y conseguir una profundidad de campo muy abundante sobre todo para lo que se estila en estos tiempos.
Sin embargo no es para nada extraño que la estrella de la función sea el propio director, con una descomunal puesta en escena que también, por supuesto, emula a la de Robert Wise en la película original (en la que Jerome Robbins, que la firmaba como co-director, se encargaba de las coreografías y por lo visto no terminó el film). Aunque es casi seguro que Steven Spielberg y Janusz Kaminski han empleado multicámaras, la película generalmente da la sensación de estar rodada por y para una única cámara, con muchas, muchas composiciones que emplean grandes angulares en anamórfico (con focales rondando el 30mm), con los personajes muy bien o directamente, gloriosamente repartidos y posicionados por el fotograma de pantalla ancha, en un estilo que, en más de una ocasión, recuerda al Steven Spielberg de los tiempos de “1941”, cuando el director hacía sus primeros pinitos con la Louma Crane.
Los números musicales son, como no podía ser de otra manera, los que poseen una apariencia más elaborada, aunque bastantes de las secuencias de diálogos, en las que también aparecen casi siempre muchos personajes, también poseen momentos muy trabajados y elaborados, siendo en este aspecto “West Side Story” un film que no parece ni mucho menos rodado tan rápido como otras de las películas de su director, que desde los tiempos de “Raiders of the Lost Ark” (precisamente tras el descalabro de “1941”) siempre ha alardeado de rodar muy deprisa.
Sin embargo, a pesar de ese aspecto que, por lo general, es rico y sofisticado y que, además, cuenta con una sobresaliente puesta en escena, hay muchos momentos en que se evidencia que Janusz Kaminski hace lo que le viene absolutamente en gana y que a Steven Spielberg no parece importarle en absoluto (o incluso puede que se lo fomente): hay mucho exceso, falta de mesura, coherencia y consistencia en las imágenes.
Exceso de captación de flares y de destellos, ya que parece como si Kaminski hubiera rodado en anamórfico sin parasol, capturando múltiples líneas azules horizontales pero también, efectos de entradas de luz en los objetivos en sus bordes que no son ni de lejos tan atractivas ni interesantes; falta de mesura porque el polaco, ante los amplios planos generales que le plantea su director tanto en interiores como en exteriores noche, no tiene el menor problema en dejar que las propias fuentes de luz (aparatos tipo Fresnel, bien sean de tungsteno o HMI) aparezcan muchísimas veces en pantalla: a veces a través de las ventanas o, lo que es mucho peor, directamente en cuadro durante las secuencias nocturnas (atención a cuando Kaminski pone un aparato enorme en medio de un edificio, apuntando de contra a cámara), especialmente en la media hora final, lo cual aisladamente (y accidentalmente) puede ser admitido, pero cuando se repite tantas veces (y se cuenta con tantos medios para iluminar o borrar si es necesario) se torna ridículo e incluso irrespetuoso con la audiencia.
Algo parecido puede decirse quizá de las (clásicas) múltiples sombras que los contraluces de Kaminski producen en los exteriores día. Es cierto que en pos de la estilización que requiere e incluso conlleva el musical las mismas puede que sean aceptables, pero cuando dichas sombras cruzadas proceden tanto del sol como de varios aparatos tipo 18KW HMI (y no estando ambientado el film en Tatooine), la cosa se vuelve algo más ridícula, como sucedía en “Indiana Jones and the Kingdom of Crystal Skull” o en la citada “War Horse”.
Y por supuesto, cuando en números como “A Boy Like That” las actrices se bloquean la una a la otra varias veces su luz principal en primeros planos (en concreto Ariana DeBose sobre Rachel Zegler), o bien durante el número “América” (aunque no es el único ejemplo) los cambios de luz de ambiente son tan drásticos de plano a plano, la imagen global del proyecto se resiente, y mucho, pues los cambios hacen que de un aspecto frío y casi desaturado se pase a continuación a uno soleado y saturado, y viceversa, lo cual resulta absolutamente desconcertante.
Así pues, la imagen de esta nueva versión de “West Side Story” es irregular: puede que el grueso de las imágenes sea brillante, aunque esa sensación es probable que esté magnificada por la puesta en escena de Steven Spielberg más que por la iluminación de Janusz Kaminski, que por cada momento estelar que ofrece (por ejemplo, la presentación de la pelea entre los Sharks y los Jets en planos cenitales), también ofrece muchos de sus habituales momentos en los que el director de fotografía quiere, desea y logra convertirse (para mal) en el protagonista de la película, como hemos detallado, no precisamente por su buena labor global.
Finalmente, cabe indicar que en proyección digital se atisba la apliación de una reducción de ruido en post-producción, que afecta especialmente a las pieles de los protagonistas, que aparecen demasiado suavizadas y casi como si fueran de cera, circunstancia que el que suscribe estas líneas no recuerda haber presenciado desde los primeros tiempos -casi ya dos décadas atrás- del Digital Intermediate como método de finalización de las imágenes fotoquímicas.
Vista. Me ha gustado. A mi modo de ver tenemos dos muy buenas adaptaciones del musical original.
Creo que en varios aspectos esta versión es superior a la del 61.
Los pandilleros parecen pandilleros y no niños malotes adocenados.
El protagonista tiene mucho mas empaque que el del 61, que siempre me pareció flojo y blandito.
Los puerto riqueños lo parecen. Muy bien trabajados los acentos y loss cambios idiomáticos.
El estilismo de esta versión me parece más orgánico y explicado visualmente en todo momento, más real.
Socialmente me parce mas potente que la del 61.
Los números de baile mejor engarzados y con mas localizaciones.
En general, las interpretaciones me parecen mejores. Y la violencia más impactante.
Oficier krupky, si que estaba en la del 61.
Dicho esto, con sus virtudes y defectos, ambas me parecen buenas versiones.
https://www.publico.es/uploads/2021/...fd9ab2565.jpeg
Cuando leí que Spielberg tenía entre manos la realización de una versión del musical de Bernstein lo primero que pensé fue que era imposible que nadie pudiera hacer una mala película con esa historia y con esa fabulosa música. Mucho menos Spielberg, con tanto oficio a sus espaldas.
Es verdad que Spielberg ha optado por una versión muy ajustada al musical original, sin concesiones a actualizaciones o modernizaciones de la obra. Quizás el reciente rodaje de In the Heights lo disuadió de ello. Hubiesen sido dos películas de ambiente similar en fechas muy próximas entre sí. En cualquier caso no seré yo quien le reproche esa elección precisamente. Prefiero la opción de respetar al máximo la obra original, aunque Spielberg haya hecho alguna modificación que no comparta.
El resultado, en cualquier caso, es muy brillante, estimulante y doloroso a la vez. Brillante porque es un despliegue de talento interpretativo, fuerza y nervio como pocas veces he visto en los últimos tiempos. En una época tan deprimente como la nuestra, ver esa vida que fluye a borbotones entre calles inundadas de música y baile me provoca una inevitable sensación de alegría, de vida. Yo también me siento feliz, pleno, como la inocente María ante su espejo. Mis piernas se mueven al compás de canciones que habré oido y tarareado centenares de veces. Es como volver a encontrar a un viejo amigo, a uno muy querido, y alegrarse de que por él no pasan los años.
Pero también sé que es una historia en la que voy a sufrir.Es igual. Siempre se me encoge el corazón cuando les oigo cantar "Somewhere" porque sé que, en realidad, nunca habrá en este mundo un lugar para ellos.Spoiler:
Arrastrado por el torbellino de emociones que esta historia siempre me provoca, de verdad que lamento que Spielberg no haya tenido el éxito que se merece con esta obra. Quienes han trabajado en ella han hecho un esfuerzo encomiable porque estuviese a la altura de la mítica versión de 1961 y lo han conseguido. De la música y las coreografías no es necesario subrayar nada. Son tan brillantes que sesenta años más tarde siguen tan nuevas como el día que se concibieron. ¿De cuántas obras podemos decir eso?
De la dirección artística ¿quién podría hacerles reproches?: Las calles del West Side, el gimnasio, el almacén de sal, la casa de María, la comisaría... Hay tanto detalle y mimo como se merece una obra de este calibre. La fotografía llega a un punto de perfección casi lírico:Ahí hay un cinematógrafo haciendo un trabajo de ensueño y transmitiendo, entre sombras y colores, el ambiente de esta triste historia de amor en aquel Nueva York de los años cincuenta.Spoiler:
En los actores hay un cierto desnivel interpretativo y, como ocurre en la versión de 1961, los actores hispanos imponen su carisma y talento en sus interpretaciones. En especial me conmovió tan atinada María, interpretada por una actriz perfectamente desconocida para mí. En mi opinión es la María perfecta: inocente, rebelde y dulce a la vez y con una voz a la altura de tan exigentes canciones. Hace comprensible por qué Tony se enamora de ella a primera vista. Con Ansel Elgort, sin embargo, tengo encontrados sentimientos. Va de menos a más y va creciendo mientras prosigue la trama, pero lo encuentro algo torpe y fuera de sitio en algunas escenas, como si se sintiera extraño en el género musical. Es evidente que lo suyo no es el canto. En cualquier caso, se repone y lo veo más y más atinado cuanto más asciende el tono dramático de la obra y lo creo perfectamenteSpoiler:
Sólo puedo ponerle un pero a esta película:Spoiler:
Yo siento el amor que vibra en Tony al ver a María como siento el odioY si un realizador ha hecho que yo quiera y odie durante casi tres horas en un cubículo oscuro débilmente iluminado por luces que cuentan historias lejanas de mi mundo y de mi tierra, es que ha hecho su labor a la perfección. Gracias, señor Spielberg. Nunca he perdido mi fe en el cine, pero en momentos tan duros para la industria su trabajo lo vuelve a reconciliar con el arte. No es poco.Spoiler:
Postdata: Si está en mi mano (donde yo vivo no tengo demasiadas oportunidades) prefiero ver las películas en versión original. Ya sé que el doblaje y el subtitulado son una alteración de la obra original, pero de los males, el menor: prefiero oir sus voces originales a otras superpuestas, por muy bien declamadas que estén en español. En esta obra es abiertamente sangrante. No me imagino ni en mil años que se pueda ver esta película de otra forma que no sea en versión original con subtítulos. La infernal mezcla de español, inglés y spanglish, donde una frase comienza en un idioma y termina en otro debería provocar sonrojo a cualquier doblador, que al fin y al cabo es un actor.
¿Qué idioma le habrá enseñado Rita Moreno a Ansel Elgort para conquistar a Rachel Zegler?¿Italiano?¿Francés? Hay cosas que son imposibles y, además, no pueden ser.
No han eliminado nada, como digo no hay referencia al idioma, solamente a su "torpeza" en decir las palabras adecuadas. Basicamente se ha "sustituido" un problema de idioma por un problema de no se si llamarlo timidez, porque no lo es, mas bien de utilizar las palabras correctas.
Creo que Spielberg ha apostado a caballo ganador: el remake de West Side Story una historia casi olvidada.No para mi.Que le apetece hacer un remake , perfecto. Al igual que Antonio Banderas apuesta por Chorus Line en el teatro.
En este caso Spielberg moderniza como contar la historia con una fotografía muy buena, coreografía,etc ,pero eso si la musica fue tan buena que tenía que quedarse.Leonard Bernstein lo hizo muy bien.
Queda poco de esa creatividad de Spielberg de los años 80.
Al menos no ha hecho una 'West Side Story 2', ¿o a lo mejor hubiera sido una buena idea?
Un saludo.
Me ha gustado bastante más de lo que esperaba, teniendo en cuenta que es un musical y que la historia me era completamente conocida y sin sorpresas ni novedades...
Técnicamente es apabullante y la "actualización" con respecto a la versión de 1961 le ha sentado muy bien. Lo que en aquella era excesivamente teatral y con una puesta en escena sobria y poco llamativa, en ésta es mucho más cinematográfico, con una planificación visual muy cuidada y una puesta en escena mucho más atractiva. El diseño de producción es notable, y varias escenas agradecen enormemente los recursos visuales y de FX que no había entonces (número musical de "America", por ejemplo). El casting me ha parecido sobresaliente, con unos actores perfectamente elegidos y creíbles en sus papeles, salvo Elgort, que siempre me parece inexpresivo y este caso también físicamente poco adecuado, aunque no desentona excesivamente y va mejorando conforme su personaje gana tensión dramática. Los demás me parecen estupendos, especialmente los que encarnan a Bernardo, Anita y Riff. Los intérpretes son mucho más creíbles que en la versión de Wise, y el que sean ellos mismos los que bailan y también los que cantan, le da mucha credibilidad a los personajes. La parte musical no presenta mucha novedad, y los temas musicales tienen pocas diferencias y siguen siendo igual de potentes que en 1961. Lo único que me ha sobrado ha sido que ahora sea Rita Moreno quien cante "Somewhere" en solitario; creo que es el tema más importante de Tony y María como pareja, y debían ser ellos quienes la cantasen conjuntamente. La escena que más me ha gustado y que justifica por sí sola esta nueva versión, es el número musical "Officer Krupke!" de los Jets en la comisaría... me ha parecido estupendamente planificada e interpretada de forma muy natural y con mucho carisma por los actores; para mí esa escena mejora sustancialmente a la versión del 61.
Creo que esta nueva versión es muy disfrutable. Tanto técnica como artísticamente está a un nivel muy alto, y se nota que la película ha sido planificada visualmente con mucho cariño e incluso entusiasmo; es obvio que es un proyecto personal de Spielberg, y no una mera producción de encargo. Si la historia me hubiese sorprendido -cosa imposible, desgraciadamente- creo que me hubiese impactado mucho más y sería lo mejor del año para mí, sin duda.
La versión de Wise se basaba en una obra de teatro de Broadway estrenada en 1957.Muchas películas famosas se han basado en obras de teatro. Los actores de cine en muchas películas clásicas tienden a teatralizar.Con el tiempo eso ha ido mejorando igual que con la ambientación, fotografía,..
Un saludo.
Es cierto que el cine de hollywood ha adquirido más realismo desde que en los 60 se empezó a salir a la calle y se abandonó un poco la tónica de rodar casi por completo una película en estudio, pero al final eso es secundario.
Cuando se estrenó Gladiator alucinábamos al ver un peplum tan realista, pero al verla con perspectiva creo que todos estamos de acuerdo en que es incomparable a Ben-Hur o Espartaco, a pesar de que éstas últimas sean menos "realistas".
Corregidme si me equivoco, pero creo recordar que en la versión del 61 hubo un intercambio de voces para un par de temas. Ambos con Rita Moreno, y uno de estos temas wra el somhewere. Esto se hacia mucho en los musicales.
Yo creo que en este caso, más que imposición de Rita Moreno ha sido un homenaje de Spielberg a Rita. De todas maneras corregidme pues hablo muy de memoria.
En la versión del 61 era un dúo entre Tony y María. Lo puedes ver aquí:
En el musical del 57 ese número era un ballet en el que cantaba una soprano fuera de la escena. Lo puedes ver aquí:
https://youtu.be/oZ0xNmVPio0?t=380
Spoiler:
Supongo que, por influencia de la versión cinematográfica, ese número se convirtió en un dúo en algunas representaciones teatrales. Quien nunca apareció aquí fue el personaje de Doc (en este caso Valentina).